Hace unos instantes leí un " post" donde se padecía y se preguntaba por la perdida de un compañero, previsiblemente, suicidado y se hacían las preguntas de rigor...¿ por qué ? Cual mazado inesperado que nos presenta otro lado de realidad siempre desconocida o al menos postergada . Y es conveniente reflexionar sobre esta cuestión.
Yo retrase y abandone mis estudios de medicina pese a mi perfil de hombre prometedor porque no soportaba que la gente se muriese.
Orgullo y vanidad, porque como descubrí fehacientemente la gente se debe morir y por ende mi planteamiento era de insuficiencia ante el dolor, el sufrimiento y la realidad mediata.
Donde buscar el sentido, la razón o la justificación de nuestro quehacer...¿?
Primero en la experiencia, y después en la reflexión.Y eso nos permite ayudar y acompañar a las personas que están en trance de abandonar este mundo.Hoy la medicina nos permite eludir hasta cierto punto el dolor físico, el sufrimiento biológico, pero ...¿ y el dolor moral?
¿Cuantas personas trasuntan este episodio solas o abandonadas de la compañia de otros seres humanos?
Eludimos este aspecto de la realidad y por ende anulamos la realidad de una persona humana.Admitamos que la muerte es un aspecto más de la misma vida.Y que todos pasaremos por ella.
Atender episodios urgentes, médicos o sanitarios, requiere hasta cierto punto frialdad,pero también es cierto que si solo es frialdad defensiva, las secuelas, internas y existenciales, seran o podran ser
perjudiciales.Donde recoger y afianzar, o dar sentido, a nuestro obrar...¿?
No somos dioses y no debemos suponer que colocando un cateter o solucionando un desequilibrio acido-base estamos subyugando las fuerzas de la naturaleza... humildad.
Recomiendo por ello, reflexión, comunicación ( sacar nuestros demonios afuera, catarsis)
¿Pero que decir de las motivaciones que aproximan profesionalmente a una persona al mundo de las urgencias ?
Para muchos son hasta cuasi religiosas...dadoras de sentido, completas y absolutas.
Y eso si que no.
No digamos nada o mejor digamos algo, de una persona con un cuadro depresivo endogeno o mixto, endogeno reactivo.
No es una ofensa pero cuando menos insensibles mejor o mejor si se es sensible, holista y humano.
Debemos asumir que nada queda sin reacción, que cada cual en su quehacer en el mundo de las emergencias queda más o menos tocado.Y es bueno hablar, comunicar, atender las inquietudes , de este y en este sentido por los responsables de un servicio de emergencias. Y recordando al maestro recordar aquella frase de...
por mucho que desee mamar el ternero, mucho más es lo que ansía darle la vaca... por lo tanto tres consejos...REFLEXION, COMUNICACION Y VALOR.
Yo retrase y abandone mis estudios de medicina pese a mi perfil de hombre prometedor porque no soportaba que la gente se muriese.
Orgullo y vanidad, porque como descubrí fehacientemente la gente se debe morir y por ende mi planteamiento era de insuficiencia ante el dolor, el sufrimiento y la realidad mediata.
Donde buscar el sentido, la razón o la justificación de nuestro quehacer...¿?
Primero en la experiencia, y después en la reflexión.Y eso nos permite ayudar y acompañar a las personas que están en trance de abandonar este mundo.Hoy la medicina nos permite eludir hasta cierto punto el dolor físico, el sufrimiento biológico, pero ...¿ y el dolor moral?
¿Cuantas personas trasuntan este episodio solas o abandonadas de la compañia de otros seres humanos?
Eludimos este aspecto de la realidad y por ende anulamos la realidad de una persona humana.Admitamos que la muerte es un aspecto más de la misma vida.Y que todos pasaremos por ella.
Atender episodios urgentes, médicos o sanitarios, requiere hasta cierto punto frialdad,pero también es cierto que si solo es frialdad defensiva, las secuelas, internas y existenciales, seran o podran ser
perjudiciales.Donde recoger y afianzar, o dar sentido, a nuestro obrar...¿?
No somos dioses y no debemos suponer que colocando un cateter o solucionando un desequilibrio acido-base estamos subyugando las fuerzas de la naturaleza... humildad.
Recomiendo por ello, reflexión, comunicación ( sacar nuestros demonios afuera, catarsis)
¿Pero que decir de las motivaciones que aproximan profesionalmente a una persona al mundo de las urgencias ?
Para muchos son hasta cuasi religiosas...dadoras de sentido, completas y absolutas.
Y eso si que no.
No digamos nada o mejor digamos algo, de una persona con un cuadro depresivo endogeno o mixto, endogeno reactivo.
No es una ofensa pero cuando menos insensibles mejor o mejor si se es sensible, holista y humano.
Debemos asumir que nada queda sin reacción, que cada cual en su quehacer en el mundo de las emergencias queda más o menos tocado.Y es bueno hablar, comunicar, atender las inquietudes , de este y en este sentido por los responsables de un servicio de emergencias. Y recordando al maestro recordar aquella frase de...
por mucho que desee mamar el ternero, mucho más es lo que ansía darle la vaca... por lo tanto tres consejos...REFLEXION, COMUNICACION Y VALOR.