Ya que , en varias ocasiones, nos han invitado a colaborar con el Grupo de Desastres, aunque nunca han aceptado nuestro ofrecimiento, les hacemos un comentario sobre el programa del curso de desastres.
Leyendo el programa del próximo curso de desastres que organiza el COP, me ha sorprendido ver el tema 2: Intervención en crisis, al que se dedica todas las horas de exposición teorica. La extrañeza viene por el hecho de que la Intervención en crísis no tiene nada que ver con la intervención en emergencias y desastres.
El concepto de crísis es un concepto introducido y desarrollado por Caplan (1964) para hacer referencia a un estado temporal de trastorno y desorganzáción, caracterizado, principalmente, por la incapacidad del individuo para abordar situacionaciones particulares utilizando los métodos habituales para la solución de problemasy por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.
Toda crisis aparece en las semanas posteriores a la aparación del hecho que la desencadena, por lo que en una situación de emergencia o desastres, cuando la intervención se realiza en fase de impacto, no existe aún ninguna crísis que atender. Por otra parte, la terapia de intervención en crísis de primer orden, dura de unas seis semanas, y en ninguna de las intervenciones de los grupos de desastres se atiende a los afectados durante tanto tiempo
En definitiva formar a las personas que van a trabajar en emergencias y desastres en teoria de la crísis no tienen ningun sentido, por varias razones:
- En el momento de la intervencíón no existe crísis alguna ni elementos, según los principales autores, que nos permitan saber si el sujeto necesitará ayuda para resolverla o no. De hecho intervenir en una crísis que tiene una evolución positiva es contraproducente
- En fase de impacto no se puede aplicar la terapia breve de intervención en crísis, y hablamos con conocimiento de causa, llevamos más de 15 años impartiendo cursos de terapia breve, tanto en nuestro país como fuera de él
Nos parece que se está confudiendo distintos tipos de técnicas de psicoterapia breve intensiva: intervención en crísis, terapia de urgencia, terapia de emergencias y desatres, y que la formación en intervención en crísis les será de poca utilidad a los profesionales que quieran trabajar en emergencias y desastres. Si el curso incluye entre el profesorado a psicoterapeutas especializados en este tipo de técnicas, sería mucho más útil para los alumnos. Nos reiteramos en lo que ya les comentamos en su dia, bomberos, policias, médicos, etc no son los profesionales adecuados para formar en tecnicas psicológicas de intervención en emergencias.
Creo que la formación y entrenamiento de las personas que trabajan en este área es un asunto primordial, así se evitaria que ocurra lo que ocurrió en Madrid, un alto porcentaje de psicólogos se hundió afectivamente y quedaron inoperativos, supongo que ya lo habrán leido en la prensa, porque hay bastantes artítulos al respecto, de Cruz Roja, de los profesores de la UCM que aplicaron nuestro protocolo de Amortiguación de Impacto Afectivos en Profesionales, de SAMUR, etc
Para que no quepa duda de que nuestra actitud siempre ha sido de compartir nuestros conocimientos, les copiamos parte de un documento, actualmente de regímen interno, aunque probablemente lo hagamos público, titulado "evaluación de la intervención psicológica realizada en el atentado de Madrid. Errores que se repiten"
Javier Rodríguez Escobar
Unidad Isis.
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2) También se sabe que un alto nivel de cortisona, como el que se produce en una situación de estrés, sostenido durante más de tres semanas (McEwen y Cols, 2000) crea una atrofia en el árbol dendrítico de las células CA3 del hipocampo (Pitman, 1997; Ruiz, Mingote, y colab., 2000; Kim y Diamond, 2002, etc.), y es de sobra conocido que las lesiones neuronales son irreversibles, por lo que hablamos de un 56% de profesionales que padecerán trastornos crónicos de personalidad. Esto es evitable formando y entrenando adecuadamente a los sujetos, eso les permitirá mantener el control en estas situaciones y no padecer una situación de estrés tan prolongada. Sirva de ejemplo comentar que la incidencia de trastornos en los miembros de nuestra Unidad que intervinieron en Madrid, tras 48 horas sin dormir, 12 horas de viaje en automóvil y más de 30 horas seguidas de intervención, sin descanso, después de su jornada habitual de trabajo de 10 horas, ha sido nula, 0%.
3) Hay estudios neuropsicológicos que ponen de manifiesto como la sola preparación cognitiva, mediante cursos, instrucciones y consignas, no sirve para prevenir el trastorno afectivo en los profesionales, es necesario un entrenamiento específico para ello.
Esto es debido a que cuando hay un estimulación sensorial de una intensidad inhabitual lo lóbulos frontales se bloquean y perdemos temporalmente la capacidad de respuesta racional; cuando el eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal percibe que los lóbulos frontales se bloquean, enciende el “piloto automático” para que responda (Sessions, 1991) y el sistema límbico asume entonces la mayor parte del control de la conducta del sujeto, produciendo las respuesta comunes ante el estrés. El sistema límbico “juega un importante rol en la orientación de las emociones que estimulan el comportamiento necesario para la supervivencia de las especies” (Van der Kolk y Saporta, 1993), y en esa función controla también las respuestas inmediatas, autónomas y no premeditadas, y las conductas aprendidas. Por eso el entrenamiento y la práctica sistemáticos inciden en el sistema límbico llegando incluso a inhibir las respuestas emocionales, dándole preferencia a las respuestas mecánicas aprendidas repetitiva y sistemáticamente, justamente como responden las personas bien entrenadas para manejar estas situaciones (Cortés 2003).
Sabiéndose todo esto, se sigue formando, cuando se hace, a las personas que forman parte de los grupos de emergencias y desastres mediante cursos teóricos, sin entrenamiento alguno, con lo que la respuesta que dan es la natural y esperada en cualquier persona no profesional