Niños que aprenden a vivir con asma

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Médicos y enfermeras de Gipuzkoa enseñan a los niños asmáticos a que controlen su enfermedad
Existen evidencias científicas de que la educación constituye uno de los pilares más eficaces en el tratamiento de esta dolencia Aunque se dispone de medicación efectiva, alrededor de seis de cada diez pacientes no cumplen adecuadamente la prescripción médica
MARIO GARCÍA/

SAN SEBASTIÁN. DV. Jon tiene nueve años y hace cuatro que le diagnosticaron la enfermedad. Es uno de los 35.000 pacientes que sufren asma en Gipuzkoa, de los que casi 8.000 son niños.

A pesar de su dolencia, Jon hace una vida normal, como la de cualquier otro compañero de la ikastola, especialmente desde que el médico y la enfermera que le atienden en el Hospital del Bidasoa le han enseñado, a él y también a sus aitas, cómo es la enfermedad, cómo se manifiesta, cómo se trata y cómo actuar en los momentos de crisis.

Ahora, Jon, que es casi un experto en la materia, ya no se asusta tanto, sabe qué medicación debe tomar y, muy importante, sabe cuándo ha de acudir al médico. O sea, que Jon ha aprendido a responsabilizarse del manejo de su propia enfermedad.

Detrás de este aprendizaje hay toda una labor educativa que ha desarrollado su pediatra junto con el personal de enfermería. Ha supuesto un tiempo de atención superior al de las consultas convencionales, pero a la larga permite un ahorro de tiempo y de gastos sanitarios.

De esto no le cabe la menor duda a Javier Korta, médico de Jon y responsable del servicio de Neumología Pediátrica del Hospital del Bidasoa. Es más, Korta fue el director del tercer curso para educadores en asma celebrado en febrero en el Hospital Donostia. «Hay multitud de evidencias científicas», afirma, «que demuestran la eficacia de la educación en el tratamiento del asma, especialmente en niños».

Para él, este aprendizaje constituye «una de las cuatro patas» en las que se sustenta el tratamiento de esta enfermedad. Las otras tres son el diagnóstico correcto, la clasificación adecuada de la dolencia (leve, moderada y severa) y, en función de ello, el tratamiento personalizado. Pero la educación es fundamental, según reitera este pediatra, «porque el asma es una enfermedad crónica y muy variable y porque en cada individuo se puede manifestar de manera diferente».

Como un juego

Korta ha empleado con Jon un método didáctico, muy parecido a un juego, con multitud de gráficos y dibujos. Y el niño no solo sabe mucho de su enfermedad, sino que además se ha hecho responsable de su control y tratamiento. Esto es importante, según apunta el pediatra, porque tradicionalmente los especialistas no sólo estaban luchando contra la enfermedad, sino contra una gran paradoja: «Se trata de que, a pesar de que existe una medicación muy eficaz, percibíamos un alto porcentaje de fracaso terapéutico; y es que no se aplicaban los tratamientos de forma adecuada».

Estudios posteriores revelaron que el 60% de los pacientes no seguían adecuadamente las pautas que les indicaban los médicos. «¿Cómo podíamos combatir este problema?: con educación, evidentemente», se responde Korta.

Según señala la Guía Vasca del Asma, publicada recientemente, un 10% de la población infantil (hasta los 14 años) y un 5% de la población adulta padece esta enfermedad en Euskadi, una dolencia inflamatoria que afecta a las vías aéreas y produce dificultad para respirar. Un reciente estudio que han realizado neumólogos del Hospital Donostia -quienes también están desarrollando esta actividad pedagógica- con niños de entre 6 y 12 años señala que en San Sebastián sufre asma el 6,5% de este grupo poblacional.

«Se controla bien»

El pequeño Jon ya no se asusta tanto en los periodos de crisis, que se manifiestan mediante tos, dificultad para respirar, pitidos o silbidos. En ese momento debe tomar un broncodilatador, que le permite respirar mejor, pero esto no significa que su enfermedad haya desaparecido. Por eso sigue regularmente un tratamiento de corticoides inhalados, que le permiten controlar la inflamación bronquial. Y es que el asma, según le ha dicho Korta, es una enfermedad crónica, que desgraciadamente no se cura, aunque se puede controlar muy bien.

De hecho, es muy posible que Jon llegue a la adolescencia sin apenas síntomas. Pero esto no significa que deba descuidar el control de su dolencia, porque la inflamación de los bronquios no desaparece. De hecho, las situaciones más complicadas del asma suelen aparecer durante la adolescencia, una época en la que se tiende a minimizar los riesgos de la enfermedad y a descuidar el tratamiento.

No se oculta que se conocen casos de muerte por asma, aunque son muy pocos. En realidad, las manifestaciones más frecuentes de esta dolencia son de carácter leve y moderado, mientras que apenas llegan a un 5% las graves.

Desencadenantes

No se conocen las causas que producen esta enfermedad, aunque se sospecha que es la consecuencia de la interrelación de factores hereditarios y ambientales.

Sí se sabe que el pequeño Jon era más susceptible de padecer asma porque también su madre sufrió este problema y, además, existían a su alrededor factores que contribuían a que terminara desarrollando la dolencia. Entre ellos, su alergia a los ácaros. De ahí que, como otros muchos niños asmáticos de Gipuzkoa, para Jon sea el otoño la época más complicada del año.

La alergia, por tanto, está relacionada con el asma. Según Korta, «es una relación estrecha, pero los conceptos son diferentes: una persona puede ser alérgica y no tener asma y otra puede ser asmática y no tener alergia». Y es que, mientras la alergia es una reacción exagerada del organismo hacia determinados agentes externos (polen, ácaros, epitelio de animal, etcétera), el asma es una inflamación de las vías aéreas.

La amenaza de los virus

La llegada de la primavera no supone una circunstancia de especial complicación para los asmáticos en Gipuzkoa, ya que la mayoría de ellos son sensibles a los ácaros, más de un 80%. Además, la alergia no es el principal desencadenante del asma. En Gipuzkoa es probable que tengan mucho más protagonismo las infecciones víricas. «En un niño sano, los rinovirus causan un pequeño catarro que se pasa sin mayor problema, pero en un asmático puede desencadenar una crisis», apunta Korta, quien cita un estudio firmado en Canadá que apunta al inicio del otoño como el periodo más complicado para los niños asmáticos debido al inicio del curso escolar y al movimiento de estos virus.
 
No hay que olvidarse del tabaco como desencadenante del asma. Son numerosos los estudios que demuestran claramente esta relación, según señala Javier Korta. «Los niños fumadores pasivos sufren más crisis de asma que los que no lo son, porque el humo del tabaco actúa como irritante, especialmente en los niños más pequeños». Pero, según añade el pediatra del Hospital del Bidasoa, los niños fumadores pasivos padecen, además, más otitis, más bronquitis, más neumonías y, en general, más problemas de salud.

Si esto está demostrado, es una falsedad, según el especialista, la vinculación que a veces se hace de la cortisona con el aumento de las crisis del asma. «Son desinformaciones divulgadas por elementos a cuyos intereses comerciales, vinculados con la medicina alternativa, les interesa establecer esa relación». Lo cierto, según explica, es que los corticoides inhalados constituyen actualmente el tratamiento base del asma.
 
me parece muy bien la educacion sanitaria en este ambito (y en todos el conocimiento siempre es la mejor forma de prevención).

He de recordar que el asma hoy por hoy es una enfermedad reversible y de ello depende mucho el manejo que se lleve de la misma

En Madrid ya hace muchos años que ciertos profesionales han adoptado esta manera de trabajar, haciendo de la educacion sanitaria su primera manera de actuación. Yo personalmente lo he comprobado en mis propias carnes como aquel que dice, he sido asmatica desde siempre, con ingresos en UCI pediatricas por las crisis, actualmente por el buen manejo de mi enfermedad (que me enseñaron a hacer) no he vuelto a tener crisis asmaticas. Bueno solo en ocasiones en las que he tenido alguna reaccion alergica que no sabia y he sabido actuar de manera rapida identificando los primeros signos y sintomas y evitando asi el broncoespasmo tan temido.

Un besote y animo a todo el personal sanitario y voluntario a incluir en sus actuaciones algo de educacion sanitaria si el caso lo permite... :wink:
 
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