polvora_PC
e-mergencista experimentado
Víctima de un kamikaze
CIUDAD REAL.- Bonifacio Barrios está convencido de que el conductor kamikaze que se llevó la vida de su hermano Manuel no era sino la marioneta de una macabra apuesta. Lo afirma y reafirma desde Valladolid, cuando está a punto de salir con su camión y con las imágenes de la última familia rota por un suicida al volante aún fresca.
Su hermano también era camionero. Tenía 50 años. El 9 de marzo de 1997, Carlos Anzúlez, estudiante de marketing, 32 años hoy, ponía fin a una carrera de 40 kilómetros contra sentido embistiendo el coche de Manuel en la misma Valladolid, a la altura del estadio José Zorrilla. Murió en el acto. El kamikaze vive.
En los últimos cinco años, 130 personas han muerto por culpa de conductores suicidas: siete en lo que va de año, 22, en 2003 cuando se contaron 128 kamikazes en las carreteras españolas.El retrato robot del suicida dibuja a un hombre de unos 41 años, con experiencia en la conducción en el 85% de los casos.
Bonifacio, que por trabajo pasa muchas horas sobre el asfalto, los ha visto actuar en directo, sorteando vehículos como si echaran una partida a la Playstation. "Al que mató a mi hermano lo llegaron a perseguir ocho patrullas de la Guardia Civil. Llegaron a cortar la carretera pero los esquivaba o saltaba la mediana. Iba de un lado a otro, pero siempre en dirección contraria. ¿Por qué coño no le pegarían un tiro digo yo?".
Carlos Anzúlez fue condenado por la Audiencia Provincial de Valladolid a 12 años de cárcel. Recurrida la sentencia ante el Supremo, éste la ratificó. "Encima entró en prisión hace unos meses", dice Bonifacio, "estuvo desaparecido y todo". Anzúlez cumple la pena en Madrid.
Fuente: www.elmundo.es
link: http://www.elmundo.es/elmundo/2004/12/12/madrid/1102828054.html
Informacion sobre otros casos de Kamikaces
CIUDAD REAL.- Bonifacio Barrios está convencido de que el conductor kamikaze que se llevó la vida de su hermano Manuel no era sino la marioneta de una macabra apuesta. Lo afirma y reafirma desde Valladolid, cuando está a punto de salir con su camión y con las imágenes de la última familia rota por un suicida al volante aún fresca.
Su hermano también era camionero. Tenía 50 años. El 9 de marzo de 1997, Carlos Anzúlez, estudiante de marketing, 32 años hoy, ponía fin a una carrera de 40 kilómetros contra sentido embistiendo el coche de Manuel en la misma Valladolid, a la altura del estadio José Zorrilla. Murió en el acto. El kamikaze vive.
En los últimos cinco años, 130 personas han muerto por culpa de conductores suicidas: siete en lo que va de año, 22, en 2003 cuando se contaron 128 kamikazes en las carreteras españolas.El retrato robot del suicida dibuja a un hombre de unos 41 años, con experiencia en la conducción en el 85% de los casos.
Bonifacio, que por trabajo pasa muchas horas sobre el asfalto, los ha visto actuar en directo, sorteando vehículos como si echaran una partida a la Playstation. "Al que mató a mi hermano lo llegaron a perseguir ocho patrullas de la Guardia Civil. Llegaron a cortar la carretera pero los esquivaba o saltaba la mediana. Iba de un lado a otro, pero siempre en dirección contraria. ¿Por qué coño no le pegarían un tiro digo yo?".
Carlos Anzúlez fue condenado por la Audiencia Provincial de Valladolid a 12 años de cárcel. Recurrida la sentencia ante el Supremo, éste la ratificó. "Encima entró en prisión hace unos meses", dice Bonifacio, "estuvo desaparecido y todo". Anzúlez cumple la pena en Madrid.
Fuente: www.elmundo.es
link: http://www.elmundo.es/elmundo/2004/12/12/madrid/1102828054.html
Informacion sobre otros casos de Kamikaces
