La Unidad Militar de Emergencias ha venido para quedarse. Ha traído una respuesta estandarizada, homogénea y eficaz a todo el territorio nacional. La calidad de su respuesta es independiente de la mejor o peor gestión en cuanto a preparación y planificación que cada comunidad autónoma haya hecho en su territorio.
Esto lleva a una tentación, a la de que dirigentes, mandos e incluso operativos renuncien a profundizar en la preparación pues el grito de "a mí la UME" se consigue una respuesta esplendorosa "out of the box".
La ventaja indiscutible de lo militar es, sobre todo, organizativa y de estandarización de medios. En esto hemos fracasado estrepitosamente a lo largo de los años. Desde algo tan simple como los nombres de nuestras unidades (SVB, SVA, medicalizada, UVI móvil, ECA, UME, ambulancia convencional...) y servicios hasta su estructura jerárquica. Desde la dotación de ambulancias y vehículos de rescate hasta los uniformes. Pero son cuestiones con solución.
Los militares han acudido a los civiles para formar a sus efectivos con muy buen criterio. ¿por qué no aprendemos también nosotros lo que funciona de ellos?. Desde hace años vengo enseñando los rudimentos del ICS (sistema de comando de incidentes), un sistema que incluye, entre otras cosas, una jerarquía postiza en la que cada elemento se incorpora en el puesto que mejor sabe cubrir, quedando a las ordenes de quien tiene por encima en ese organigrama, con independencia de la agencia a la que pertenezca, ya sea civil o militar, ya sea de esta comunidad autónoma o de la vecina, ya sea 061 o Cruz Roja.
No creo que debamos dejar lugar para la indolencia. Hay que exigir cada vez mejor preparación de operativos y mandos, mejores equipos y que quienes gestionen los recursos a nivel político estén mejor concienciados y dispuestos a cuidar sus recursos ordinarios de respuesta a emergencias.
¿no creen?
Esto lleva a una tentación, a la de que dirigentes, mandos e incluso operativos renuncien a profundizar en la preparación pues el grito de "a mí la UME" se consigue una respuesta esplendorosa "out of the box".
La ventaja indiscutible de lo militar es, sobre todo, organizativa y de estandarización de medios. En esto hemos fracasado estrepitosamente a lo largo de los años. Desde algo tan simple como los nombres de nuestras unidades (SVB, SVA, medicalizada, UVI móvil, ECA, UME, ambulancia convencional...) y servicios hasta su estructura jerárquica. Desde la dotación de ambulancias y vehículos de rescate hasta los uniformes. Pero son cuestiones con solución.
Los militares han acudido a los civiles para formar a sus efectivos con muy buen criterio. ¿por qué no aprendemos también nosotros lo que funciona de ellos?. Desde hace años vengo enseñando los rudimentos del ICS (sistema de comando de incidentes), un sistema que incluye, entre otras cosas, una jerarquía postiza en la que cada elemento se incorpora en el puesto que mejor sabe cubrir, quedando a las ordenes de quien tiene por encima en ese organigrama, con independencia de la agencia a la que pertenezca, ya sea civil o militar, ya sea de esta comunidad autónoma o de la vecina, ya sea 061 o Cruz Roja.
No creo que debamos dejar lugar para la indolencia. Hay que exigir cada vez mejor preparación de operativos y mandos, mejores equipos y que quienes gestionen los recursos a nivel político estén mejor concienciados y dispuestos a cuidar sus recursos ordinarios de respuesta a emergencias.
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