tanidya
e-mergencista experimentado
El voluntariado se reúne en Bera, en el centenario de los bomberos locales
el cuerpo se creó en 1906 para defender la villa y a los vecinos
Más de cien personas tomaron parte en un simulacro de accidente en la cantera de Arkaitza
Los voluntarios navarros quisieron rendir ayer su reconocimiento a los bomberos de Bera, que celebran este año su centenario.
Para ello llevaron hasta la localidad de Bortziriak la segunda edición del Día del Voluntariado, una fiesta que reúne a todos los grupos que trabajan por los demás en los distintos servicios de emergencia.
Un simulacro de accidente en el que participaron más de cien voluntarios fue el acto más espectacular de la jornada, aunque sin duda el más emotivo fue el homenaje al cuerpo de bomberos beratarras, en la actualidad 22 personas, que cumple cien años de servicio a la comarca.
Desde primera hora de la mañana comenzaron los preparativos de la jornada, aunque las puertas al público se abrieron a las 11.00 horas en la explanada de la cantera de Arkaitza. Allí tuvo lugar el simulacro de emergencia con la participación de 108 voluntarios de las distintas organizaciones de emergencia: Protección Civil, Bomberos, DYA y Cruz Roja, además de un helicóptero de SOS Navarra y un grupo de perros de salvamento.
El espectacular operativo atrajo a cientos de personas de toda la comarca, que contemplaron un simulacro de desprendimiento en que había implicados cuatro vehículos con catorce heridos y varias personas enterradas bajo los montones de grava. El factor más importante en estos casos es la coordinación y ayer quedó clara la buena sintonía entre los distintos grupos.
perros de salvamento
En la demostración tomaron parte nueve personas del Grupo de Perros de Salvamento de Navarra. Dos de ellos, Josetxo Gil y José Miguel Moreno, llegaron en helicóptero y descendieron con cuerdas desde el aparato en vuelo.
Los perros rastreadores, Argi y Xua, demostraron su habilidad y el buen adiestramiento para encontrar a las personas supuestamente enterradas tras el desprendimiento. Josetxo Gil explicó algunas de las características de estos magníficos animales, que actualmente se compran en Suecia. El valor de un cachorro oscila sobre los 1.000 euros, pero "tras su adiestramiento, no tienen precio", indicó Gil.
Tras finalizar las actuaciones de rescate, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Javier Caballero, presidió junto al director general de Interior, Juan Ramón Rábade, y la alcaldesa de Bera, Helena Santesteban, el acto institucional de conmemoración del centenario de la creación del grupo de bomberos voluntarios.
El cuerpo de bomberos de Bera se creó en el año 1906, según consta en el reglamento municipal, compuesto por 39 artículos, que fue aprobado en esa fecha con el objeto de proteger la villa, a sus propiedades y a los vecinos, teniendo en cuenta que los cuerpos de bomberos más cercanos que existían en esas fechas eran los enclavados en San Sebastián y en Tolosa, ambos en la vecina provincia de Guipúzcoa.
"aquí vive un bombero" El cuerpo echó a andar con dos secciones de siete individuos, con un sargento y un jefe cada una. Como curiosidad, cada bombero tenía un cartel ante su casa con la inscripción "Aquí vive un bombero", según especificaba el reglamento, que también contemplaba premios para ellos (tenían preferencia para optar a los trabajos municipales y cobraban una pequeña paga por su labor), ventajas sociales (se libraban del trabajo comunitario en auzolan, de obligado cumplimiento) y sanciones para sus integrantes.
El siguiente gran paso para Bera, en su particular lucha contra los incendios fue la instalación de bocas de riego en 1935 por todas sus calles y barrios, lo que mejoró la capacidad de respuesta de los bomberos y alivió la tarea de los baldeadores. Diez años más tarde, en 1945, el grupo de voluntarios desapareció como tal, y la labor de extinción de incendios pasó a depender de un grupo de amigos, formado principalmente por los hermanos Juanito y Alfonso Oroz, José Lanz y Antonio del Puerto.
Tuvieron que pasar otros treinta años, hasta 1975, cuando el exiguo cuerpo de bomberos beratarra volvió a crecer, con la adquisición de nuevo material por parte del Consistorio local (un vehículo todoterreno, material de extinción, etcétera) y la puesta en marcha de cursos de formación, así como calendario de prácticas y un parque de voluntarios. Otro año importante fue 1990, cuando el Ayuntamiento de Bera y el Gobierno de Navarra firmaron un convenio de colaboración para asentar el grupo de voluntarios y dotarlo materialmente, así como para mejorar su formación.
El de Bera es uno de los siete parques voluntarios que existen en Navarra. Está perfectamente coordinado con el parque profesional más cercano, el de Oronoz-Mugairi (Baztan), así como con la red de emergencias de la Comunidad Foral, que gestiona el centro de coordinación operativa SOS Navarra 112. Cuenta con dos camiones antiincendios y dos vehículos todoterreno, además del material habitual de extinción, para atender su cometido en la comarca de Bortziriak y en el resto de Baztan-Bidasoa.
Josu Goia, uno de los bomberos, señaló que en ocasiones pasan situaciones desagradables "como cuando fuimos a rescatar a tres personas que habían fallecido en la falda de Larun. Tras un intervención de este tipo realizamos un terapia de grupo". En cualquier caso, cuando llegan los profesionales "nos quedamos en un segundo plano y les ayudamos en todo lo que sabemos", señaló Goia.
el cuerpo se creó en 1906 para defender la villa y a los vecinos
Más de cien personas tomaron parte en un simulacro de accidente en la cantera de Arkaitza
Los voluntarios navarros quisieron rendir ayer su reconocimiento a los bomberos de Bera, que celebran este año su centenario.
Para ello llevaron hasta la localidad de Bortziriak la segunda edición del Día del Voluntariado, una fiesta que reúne a todos los grupos que trabajan por los demás en los distintos servicios de emergencia.
Un simulacro de accidente en el que participaron más de cien voluntarios fue el acto más espectacular de la jornada, aunque sin duda el más emotivo fue el homenaje al cuerpo de bomberos beratarras, en la actualidad 22 personas, que cumple cien años de servicio a la comarca.
Desde primera hora de la mañana comenzaron los preparativos de la jornada, aunque las puertas al público se abrieron a las 11.00 horas en la explanada de la cantera de Arkaitza. Allí tuvo lugar el simulacro de emergencia con la participación de 108 voluntarios de las distintas organizaciones de emergencia: Protección Civil, Bomberos, DYA y Cruz Roja, además de un helicóptero de SOS Navarra y un grupo de perros de salvamento.
El espectacular operativo atrajo a cientos de personas de toda la comarca, que contemplaron un simulacro de desprendimiento en que había implicados cuatro vehículos con catorce heridos y varias personas enterradas bajo los montones de grava. El factor más importante en estos casos es la coordinación y ayer quedó clara la buena sintonía entre los distintos grupos.
perros de salvamento
En la demostración tomaron parte nueve personas del Grupo de Perros de Salvamento de Navarra. Dos de ellos, Josetxo Gil y José Miguel Moreno, llegaron en helicóptero y descendieron con cuerdas desde el aparato en vuelo.
Los perros rastreadores, Argi y Xua, demostraron su habilidad y el buen adiestramiento para encontrar a las personas supuestamente enterradas tras el desprendimiento. Josetxo Gil explicó algunas de las características de estos magníficos animales, que actualmente se compran en Suecia. El valor de un cachorro oscila sobre los 1.000 euros, pero "tras su adiestramiento, no tienen precio", indicó Gil.
Tras finalizar las actuaciones de rescate, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Javier Caballero, presidió junto al director general de Interior, Juan Ramón Rábade, y la alcaldesa de Bera, Helena Santesteban, el acto institucional de conmemoración del centenario de la creación del grupo de bomberos voluntarios.
El cuerpo de bomberos de Bera se creó en el año 1906, según consta en el reglamento municipal, compuesto por 39 artículos, que fue aprobado en esa fecha con el objeto de proteger la villa, a sus propiedades y a los vecinos, teniendo en cuenta que los cuerpos de bomberos más cercanos que existían en esas fechas eran los enclavados en San Sebastián y en Tolosa, ambos en la vecina provincia de Guipúzcoa.
"aquí vive un bombero" El cuerpo echó a andar con dos secciones de siete individuos, con un sargento y un jefe cada una. Como curiosidad, cada bombero tenía un cartel ante su casa con la inscripción "Aquí vive un bombero", según especificaba el reglamento, que también contemplaba premios para ellos (tenían preferencia para optar a los trabajos municipales y cobraban una pequeña paga por su labor), ventajas sociales (se libraban del trabajo comunitario en auzolan, de obligado cumplimiento) y sanciones para sus integrantes.
El siguiente gran paso para Bera, en su particular lucha contra los incendios fue la instalación de bocas de riego en 1935 por todas sus calles y barrios, lo que mejoró la capacidad de respuesta de los bomberos y alivió la tarea de los baldeadores. Diez años más tarde, en 1945, el grupo de voluntarios desapareció como tal, y la labor de extinción de incendios pasó a depender de un grupo de amigos, formado principalmente por los hermanos Juanito y Alfonso Oroz, José Lanz y Antonio del Puerto.
Tuvieron que pasar otros treinta años, hasta 1975, cuando el exiguo cuerpo de bomberos beratarra volvió a crecer, con la adquisición de nuevo material por parte del Consistorio local (un vehículo todoterreno, material de extinción, etcétera) y la puesta en marcha de cursos de formación, así como calendario de prácticas y un parque de voluntarios. Otro año importante fue 1990, cuando el Ayuntamiento de Bera y el Gobierno de Navarra firmaron un convenio de colaboración para asentar el grupo de voluntarios y dotarlo materialmente, así como para mejorar su formación.
El de Bera es uno de los siete parques voluntarios que existen en Navarra. Está perfectamente coordinado con el parque profesional más cercano, el de Oronoz-Mugairi (Baztan), así como con la red de emergencias de la Comunidad Foral, que gestiona el centro de coordinación operativa SOS Navarra 112. Cuenta con dos camiones antiincendios y dos vehículos todoterreno, además del material habitual de extinción, para atender su cometido en la comarca de Bortziriak y en el resto de Baztan-Bidasoa.
Josu Goia, uno de los bomberos, señaló que en ocasiones pasan situaciones desagradables "como cuando fuimos a rescatar a tres personas que habían fallecido en la falda de Larun. Tras un intervención de este tipo realizamos un terapia de grupo". En cualquier caso, cuando llegan los profesionales "nos quedamos en un segundo plano y les ayudamos en todo lo que sabemos", señaló Goia.