tanidya
e-mergencista experimentado
Quince aficionados heridos al ceder una valla en la celebración del gol
Diez fueron trasladados a Txagorritxu y cinco a Santiago, pero ninguno de ellos padece lesiones de gravedad
AVALANCHA. El médico albiazul atiende a un aficionado. /
Susto monumental en Mendizorroza. Quince hinchas del Deportivo Alavés resultaron heridos con traumatismos de diversa consideración tras caer al foso en la celebración del gol albiazul.
Los hechos se produjeron en el fondo de Polideportivo, cuando una de las vallas de seguridad cedió ante la avalancha de gente producida tras el tanto, lo que provocó una aparatosa caída en la que se vieron implicados más de una veintena de aficionados. Los servicios médicos del club atendieron en un primer momento a los heridos. SOS Deiak, por su parte, desplazó varias ambulancias al estadio para trasladar a los heridos a los hospitales de Santiago (cinco) y Txagorritxu (diez).
Afortunadamente, ninguno padece lesiones de gravedad -luxaciones de hombro, contusiones craneales, fracturas y esguinces- y nadie permaneció ingresado. El caso más preocupante fue el de un aficionado que abandonó el campo con un collarín e inconsciente, pero, afortunadamente, recuperó el sentido antes de llegar a la ambulancia.
Un suceso lamentable que, además, no es nuevo en Mendizorroza. La valla ya cedió ante una avalancha similar, con menos gente, en el partido ante el Cádiz, cuando David Aganzo celebró el gol albiazul. Fue al otro lado de la portería, pero en el mismo fondo. Entonces, el club realizó una breve inspección para comprobar el estado del vallado. Pero ha vuelto a pasar. El segundo accidente ha sido más grave y las medidas deberán ir en consonancia. El acta del colegiado, además, recogió la caída de la valla, lo que puede suponer una sanción económica.
El temor se apoderó ayer del campo y fueron los propios jugadores albiazules los que reclamaron con insistencia la presencia de los servicios médicos del club y de los efectivos de la Cruz Roja. «Había mucha gente amontonada y nerviosismo», explicó el albiazul Ángel, que lo vivió de cerca.
Muchos de los aficionados implicados pudieron abandonar el foso por su propio pie, pero algunos tuvieron que ser evacuados y atendidos en los hospitales vitorianos. La operación, de hecho, se alargó durante muchos minutos. El doctor albiazul Manu Goienetxea atendió a los afectados en el estadio y se llevó una gran ovación de la grada cuando regresó a su posición en el banquillo. Jesús Gaisán, jefe de los servicios médicos del club, acompañó a los heridos más graves a las ambulancias.
Después, el club pidió a las peñas situadas en la zona afectada que se reubicaran en el graderío. Se fueron a una esquina, quedando despejada la parte baja del fondo, y el Alavés agradeció su colaboración por megafonía.
Agresión a un cámara
Sólo hubo que lamentar el comportamiento de algunos exaltados en el desalojo de los heridos, ya que un cámara de televisión que estaba registrando las imágenes fue agredido por varios individuos, que amenazaron a otros compañeros para que no grabaran los hechos. Este incidente sucedió fuera del estadio, cuando llegaron las ambulancias.
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