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e-mergencista experimentado
Un aviso de bomba obliga a evacuar a 70.000 personas del Bernabéu
El Ministerio del Interior dice que desalojó el estadio porque la amenaza era verosímil
MADRID.- Las Fuerzas de Seguridad evacuaron a casi 70.000 personas del estadio Santiago Bernabéu cuando faltaban siete minutos para el final del partido que estaban disputando el Real Madrid y la Real Sociedad tras un aviso recibido en el diario 'Gara' de que una bomba iba a explotar a las 21.00 horas. Finalmente no estalló ningún artefacto.
Los espectadores abandonaron el estadio por el terreno de juego con calma y los jugadores tuvieron que salir en ropa de deporte. Tras el desalojo, que se completó en ocho minutos, unos 50 efectivos de la Policía Nacional y expertos en la desactivación de explosivos rastrearon con perros el campo y las gradas del estadio.
Finalmente no se produjo ninguna explosión ni en el estadio ni en las inmediaciones, en contra de lo que mantenía la llamada anónima al diario 'Gara'. La Policía Nacional analizó varias mochilas que fueron abandonadas en el estadio por el público, sin encontrar ningún artefacto explosivo.
El Ministerio del Interior, que fue alertado por la Ertzaintza, consideró "creíble" la llamada a 'Gara' por el procedimiento seguido por el comunicante, según informaron fuentes del departamento que dirige José Antonio Alonso.
Los primeros espectadores que abandonaron el Bernabéu lo hicieron tras enterarse de la amenaza por las emisoras de radio, cuando faltaban escasos minutos para que acabara el encuentro. Los aficionados que seguían la narración por la radio dentro del estadio transmitieron la noticia a sus compañeros de grada y comenzaron así la evacuación del estadio.
El SAMUR-Protección Civil desplegó en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu seis ambulancias y un dispositivo preventivo compuesto por un hospital de campaña y voluntarios. "La situación es de total normalidad y la tranquilidad es absoluta. Además, hasta el momento nadie ha tenido que ser atendido", según un portavoz de Emergencias Madrid.
Según explicó Antonio García Ferreras, director de comunicación del Real Madrid, el director general de la Policía Nacional, Víctor García Hidalgo, se hizo cargo en persona de la operación policial ya que se encontraba entre los espectadores del partido.
García Ferreras también destacó la "madurez" de los aficionados, tanto del Real Madrid como de la Real Sociedad, que procedieron a la evacuación ordenada por las fuerzas de seguridad con "calma, serenidad y sosiego".
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, negó que hubiera informaciones previas de un posible atentado y ha explicado, en declaraciones a Telemadrid, que las medidas de seguridad previas al partido eran las normales de cada jornada.
Partido suspendido
A las 20.45 el árbitro del partido, Lizondo Cortés, interrumpió el juego, mientras por megafonía se solicitó un desalojo del estadio Santiago Bernabéu de forma ordenada, permitiendo que los más de 70.000 espectadores abandonasen el recinto incluso por el terreno de juego.
Los espectadores situados en el graderío bajo abandonaron el estadio saltando al campo mientras que el resto lo hizo por las salidas denominadas vomitorios, de forma ordenada. El cuerpo técnico de ambos equipos, así como los directivos y medios de comunicación salieron también del estadio ante las indicaciones de la policía.
Los jugadores tuvieron que abandonar el estadio precipitadamente en ropa de deporte y se reunieron en mitad de la calle Concha Espina, desde donde atendieron a los medios de comunicación y trasladaron a los aficionados la necesidad de mantener la calma.
A partir de las 21.15 las fuerzas de seguridad permitieron a los jugadores volver a entrar al interior del estadio tras completar la inspección del recinto de los vestuarios.
Todo el perímetro que configuran las calles aledañas al estadio Santiago Bernabéu —Rafael Salgado, Padre Damián, Concha Espina y un tramo del Paseo de la Castellana— fue cortado al tráfico, según un portavoz de la Policía Municipal.
A las 23.00, la zona quedó nuevamente abierta, con lo que la situación en las inmediaciones del recinto recuperó la "total normalidad".
El árbitro suspende el partido. (Foto: Julio Palomar)
El partido de fútbol fue definitivamente suspendido cuando quedaban siete minutos —tres hasta el 90 y cuatro del tiempo de descuento— para que finalizase y cuando el marcador registraba un empate a un gol.
Los jugadores de la Real Sociedad esperaron a que la situación se tranquilizara para, posteriormente, dirigirse en autobús a San Sebastián. Se barajó la posibilidad de completar el partido el mismo lunes, pero fue rechazada. Representantes de ambos clubes se reunirán con la Federación para proponer una fecha en la que jugar los poco más de dos minutos de tiempo reglamentario restantes más los cuatro que el árbitro Lizondo Cortés había decidido añadir.
Objetivo terrorista
El 1 de mayo de 2002, antes del partido Real Madrid-Barcelona de las semifinales de la Liga de Campeones, explotó un coche-bomba, colocado por ETA, frente al recinto madridista que causó heridas a 17 personas, todas de carácter leve, lo que no impidió el desarrollo normal del encuentro.
El estadio madridista figuraba como uno de los objetivos que aparecían en la documentación intervenida a los detenidos en noviembre pasado en la segunda fase de la 'Operación Nova', que formaban una célula islamista dispuesta a tomar el relevo de la que pretendía atentar contra la Audiencia Nacional española.
El Ministerio del Interior dice que desalojó el estadio porque la amenaza era verosímil
MADRID.- Las Fuerzas de Seguridad evacuaron a casi 70.000 personas del estadio Santiago Bernabéu cuando faltaban siete minutos para el final del partido que estaban disputando el Real Madrid y la Real Sociedad tras un aviso recibido en el diario 'Gara' de que una bomba iba a explotar a las 21.00 horas. Finalmente no estalló ningún artefacto.
Los espectadores abandonaron el estadio por el terreno de juego con calma y los jugadores tuvieron que salir en ropa de deporte. Tras el desalojo, que se completó en ocho minutos, unos 50 efectivos de la Policía Nacional y expertos en la desactivación de explosivos rastrearon con perros el campo y las gradas del estadio.
Finalmente no se produjo ninguna explosión ni en el estadio ni en las inmediaciones, en contra de lo que mantenía la llamada anónima al diario 'Gara'. La Policía Nacional analizó varias mochilas que fueron abandonadas en el estadio por el público, sin encontrar ningún artefacto explosivo.
El Ministerio del Interior, que fue alertado por la Ertzaintza, consideró "creíble" la llamada a 'Gara' por el procedimiento seguido por el comunicante, según informaron fuentes del departamento que dirige José Antonio Alonso.
Los primeros espectadores que abandonaron el Bernabéu lo hicieron tras enterarse de la amenaza por las emisoras de radio, cuando faltaban escasos minutos para que acabara el encuentro. Los aficionados que seguían la narración por la radio dentro del estadio transmitieron la noticia a sus compañeros de grada y comenzaron así la evacuación del estadio.
El SAMUR-Protección Civil desplegó en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu seis ambulancias y un dispositivo preventivo compuesto por un hospital de campaña y voluntarios. "La situación es de total normalidad y la tranquilidad es absoluta. Además, hasta el momento nadie ha tenido que ser atendido", según un portavoz de Emergencias Madrid.
Según explicó Antonio García Ferreras, director de comunicación del Real Madrid, el director general de la Policía Nacional, Víctor García Hidalgo, se hizo cargo en persona de la operación policial ya que se encontraba entre los espectadores del partido.
García Ferreras también destacó la "madurez" de los aficionados, tanto del Real Madrid como de la Real Sociedad, que procedieron a la evacuación ordenada por las fuerzas de seguridad con "calma, serenidad y sosiego".
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, negó que hubiera informaciones previas de un posible atentado y ha explicado, en declaraciones a Telemadrid, que las medidas de seguridad previas al partido eran las normales de cada jornada.
Partido suspendido
A las 20.45 el árbitro del partido, Lizondo Cortés, interrumpió el juego, mientras por megafonía se solicitó un desalojo del estadio Santiago Bernabéu de forma ordenada, permitiendo que los más de 70.000 espectadores abandonasen el recinto incluso por el terreno de juego.
Los espectadores situados en el graderío bajo abandonaron el estadio saltando al campo mientras que el resto lo hizo por las salidas denominadas vomitorios, de forma ordenada. El cuerpo técnico de ambos equipos, así como los directivos y medios de comunicación salieron también del estadio ante las indicaciones de la policía.
Los jugadores tuvieron que abandonar el estadio precipitadamente en ropa de deporte y se reunieron en mitad de la calle Concha Espina, desde donde atendieron a los medios de comunicación y trasladaron a los aficionados la necesidad de mantener la calma.
A partir de las 21.15 las fuerzas de seguridad permitieron a los jugadores volver a entrar al interior del estadio tras completar la inspección del recinto de los vestuarios.
Todo el perímetro que configuran las calles aledañas al estadio Santiago Bernabéu —Rafael Salgado, Padre Damián, Concha Espina y un tramo del Paseo de la Castellana— fue cortado al tráfico, según un portavoz de la Policía Municipal.
A las 23.00, la zona quedó nuevamente abierta, con lo que la situación en las inmediaciones del recinto recuperó la "total normalidad".
El árbitro suspende el partido. (Foto: Julio Palomar)
El partido de fútbol fue definitivamente suspendido cuando quedaban siete minutos —tres hasta el 90 y cuatro del tiempo de descuento— para que finalizase y cuando el marcador registraba un empate a un gol.
Los jugadores de la Real Sociedad esperaron a que la situación se tranquilizara para, posteriormente, dirigirse en autobús a San Sebastián. Se barajó la posibilidad de completar el partido el mismo lunes, pero fue rechazada. Representantes de ambos clubes se reunirán con la Federación para proponer una fecha en la que jugar los poco más de dos minutos de tiempo reglamentario restantes más los cuatro que el árbitro Lizondo Cortés había decidido añadir.
Objetivo terrorista
El 1 de mayo de 2002, antes del partido Real Madrid-Barcelona de las semifinales de la Liga de Campeones, explotó un coche-bomba, colocado por ETA, frente al recinto madridista que causó heridas a 17 personas, todas de carácter leve, lo que no impidió el desarrollo normal del encuentro.
El estadio madridista figuraba como uno de los objetivos que aparecían en la documentación intervenida a los detenidos en noviembre pasado en la segunda fase de la 'Operación Nova', que formaban una célula islamista dispuesta a tomar el relevo de la que pretendía atentar contra la Audiencia Nacional española.