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e-mergencista experimentado
Un macroestudio chino define el manejo del infarto en urgencias
ELMUNDO.ES
El estudio reclutó a más de 45.000 chinos
El tratamiento urgente del infarto agudo de miocardio se ha visto renovado gracias a un enorme ensayo clínico realizado en China que ha reclutado a más de 45.000 pacientes. El empleo de un fármaco antiplaquetario además de aspirina está plenamente justificado mientras que se restringe el uso de fármacos betabloqueantes que hasta ahora solían administrarse a todos los pacientes.
Según el doctor Marc Sabatine, de la División Cardiovascular de la Universidad de Harvard (EEUU) y autor del editorial que acompaña al trabajo en la revista 'The Lancet', "estos dos trabajos demuestran que es posible realizar ensayos clínicos de gran calidad en países en desarrollo". El gran número de sujetos estudiados y la sencillez a la hora de diseñar el estudio han sido claves para obtener una información que puede beneficiar a millones de pacientes.
Se trata de un doble ensayo que evalúa la eficacia de dos tipos de fármacos, el betabloqueante metoprolol y el antiplaquetario clopidogrel, en el tratamiento inmediato de pacientes que ingresan en el hospital con sospecha de infarto agudo de miocardio. Un total de 1.250 hospitales chinos participaron en el trabajo hasta reunir a 45.852 sujetos con estas características.
Añadir clopidogrel a la aspirina
Todos los pacientes recibieron al llegar al hospital el tratamiento médico habitual del infarto, incluido aspirina, y se añadió de forma aleatoria bien un placebo o el fármaco clopidogrel. Éste último es un agente que impide la agregación de las plaquetas por un mecanismo diferente a la aspirina.
En los pacientes que recibieron clopidogrel se observó una reducción muy importante tanto de las muertes por nuevo infarto o por trombosis cerebral (9%) como de la mortalidad global (7%) respecto al grupo placebo.
La ventaja de este estudio es que fue realizado en un grupo muy amplio de población de todas las edades y en un entorno con recursos sanitarios reducidos donde no todos los pacientes tienen acceso a técnicas invasoras como cateterismo coronario o 'by pass'.
Según el editorial, "los resultados suponen el primer cambio que se ha producido en el tratamiento farmacológico urgente del infarto de miocardio en los últimos 10 años". Los beneficios de clopidogrel, un fármaco que se toma por vía oral una vez al día, fueron patentes a partir del primer día de terapia.
Betabloqueanes sólo en pacientes estables
Con el mismo diseño y en la misma población de sujetos con sospecha de infarto agudo, los investigadores chinos probaron a administrar placebo o el betabloqueante metoprolol. Se trataba de aclarar definitivamente si este grupo de fármacos son beneficiosos en las primeras horas tras sufrir un infarto.
Efectivamente se consiguió reducir el número de muertes por arritmias graves en un 22% respecto al grupo placebo pero se observó al mismo tiempo un aumento del 29% en el número de muertes por fallo cardiaco. Éstas se producían ocurrían sobre todo en las primeras 24 horas de ingreso mientras que las primeras (arritmias y nuevos infartos) se producían durante toda la estancia hospitalaria.
Las dudas sobre el empleo de betabloqueantes en el manejo urgente de estos pacientes con infarto grave han quedado aclaradas tras este ensayo clínico. Sólo los pacientes sin datos de fallo cardiaco importante deben recibir este tipo de fármacos ya que en el resto pueden precipitar la muerte.
Los datos de estos dos ensayos constituyen una importante y nueva aportación al tratamiento farmacológico del infarto agudo grave. En países donde no es factible la cardiología intervencionista y el coste que ésta supone, los medicamentos son la clave. Más aún teniendo en cuenta "el bajo coste de estos fármacos y el creciente aumento de las enfermedades coronarias en estos países", concluye el editorial.
ELMUNDO.ES
El estudio reclutó a más de 45.000 chinos
El tratamiento urgente del infarto agudo de miocardio se ha visto renovado gracias a un enorme ensayo clínico realizado en China que ha reclutado a más de 45.000 pacientes. El empleo de un fármaco antiplaquetario además de aspirina está plenamente justificado mientras que se restringe el uso de fármacos betabloqueantes que hasta ahora solían administrarse a todos los pacientes.
Según el doctor Marc Sabatine, de la División Cardiovascular de la Universidad de Harvard (EEUU) y autor del editorial que acompaña al trabajo en la revista 'The Lancet', "estos dos trabajos demuestran que es posible realizar ensayos clínicos de gran calidad en países en desarrollo". El gran número de sujetos estudiados y la sencillez a la hora de diseñar el estudio han sido claves para obtener una información que puede beneficiar a millones de pacientes.
Se trata de un doble ensayo que evalúa la eficacia de dos tipos de fármacos, el betabloqueante metoprolol y el antiplaquetario clopidogrel, en el tratamiento inmediato de pacientes que ingresan en el hospital con sospecha de infarto agudo de miocardio. Un total de 1.250 hospitales chinos participaron en el trabajo hasta reunir a 45.852 sujetos con estas características.
Añadir clopidogrel a la aspirina
Todos los pacientes recibieron al llegar al hospital el tratamiento médico habitual del infarto, incluido aspirina, y se añadió de forma aleatoria bien un placebo o el fármaco clopidogrel. Éste último es un agente que impide la agregación de las plaquetas por un mecanismo diferente a la aspirina.
En los pacientes que recibieron clopidogrel se observó una reducción muy importante tanto de las muertes por nuevo infarto o por trombosis cerebral (9%) como de la mortalidad global (7%) respecto al grupo placebo.
La ventaja de este estudio es que fue realizado en un grupo muy amplio de población de todas las edades y en un entorno con recursos sanitarios reducidos donde no todos los pacientes tienen acceso a técnicas invasoras como cateterismo coronario o 'by pass'.
Según el editorial, "los resultados suponen el primer cambio que se ha producido en el tratamiento farmacológico urgente del infarto de miocardio en los últimos 10 años". Los beneficios de clopidogrel, un fármaco que se toma por vía oral una vez al día, fueron patentes a partir del primer día de terapia.
Betabloqueanes sólo en pacientes estables
Con el mismo diseño y en la misma población de sujetos con sospecha de infarto agudo, los investigadores chinos probaron a administrar placebo o el betabloqueante metoprolol. Se trataba de aclarar definitivamente si este grupo de fármacos son beneficiosos en las primeras horas tras sufrir un infarto.
Efectivamente se consiguió reducir el número de muertes por arritmias graves en un 22% respecto al grupo placebo pero se observó al mismo tiempo un aumento del 29% en el número de muertes por fallo cardiaco. Éstas se producían ocurrían sobre todo en las primeras 24 horas de ingreso mientras que las primeras (arritmias y nuevos infartos) se producían durante toda la estancia hospitalaria.
Las dudas sobre el empleo de betabloqueantes en el manejo urgente de estos pacientes con infarto grave han quedado aclaradas tras este ensayo clínico. Sólo los pacientes sin datos de fallo cardiaco importante deben recibir este tipo de fármacos ya que en el resto pueden precipitar la muerte.
Los datos de estos dos ensayos constituyen una importante y nueva aportación al tratamiento farmacológico del infarto agudo grave. En países donde no es factible la cardiología intervencionista y el coste que ésta supone, los medicamentos son la clave. Más aún teniendo en cuenta "el bajo coste de estos fármacos y el creciente aumento de las enfermedades coronarias en estos países", concluye el editorial.