Uso del péptido NT-pro BNP para el seguimiento de la insuficiencia cardiaca

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Investigadores españoles descubren un marcador para el seguimiento de pacientes con insuficiencia cardiaca

Redacción

El American College of Cardiology destaca el estudio como uno de los 20 más importantes del mundo sobre la evolución de los biomarcadores


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Valencia,15-07-08.

- Un grupo de investigadores del Hospital Universitario La Fe, de la Comunidad Valenciana, ha descubierto un nuevo marcador molecular cardiaco que indica posibles cambios en la relación del organismo con la insuficiencia cardiaca, de modo que podría cambiar el enfoque del tratamiento de estos pacientes con el objetivo de adecuarse mejor a cada caso.

Este estudio multicéntrico, dirigido por el doctor Miguel Rivera, director del Centro de Investigación del Hospital Universitari La Fe, ha contado con la participación de los doctores Raquel Cortés, Esther Roselló-Lletí, Luis Martínez-Dolz, Antonio Salvador y Manuel Portolés, del Hospital Universitari La Fe; Vicente Bertomeu, del Hospital San Juan de Alicante; Fernando García de Burgos, del Hospital de Elche; Vicente Climent, del Hospital General de Alicante y Rafael Payá, del Hospital General de Valencia.

Así, este grupo multicéntrico de investigadores y cardiólogos ha estudiado durante dos años un grupo de 79 pacientes de la Comunidad Valenciana funcionalmente estables para medir los niveles del péptido NT-pro-BNP en plasma y orina y determinar la variabilidad de estos niveles en pacientes con insuficiencia cardiaca. En ellos han observado cómo el corazón segrega estas moléculas, los péptidos natriuréticos, que se sintetizan en los ventrículos, y que son liberados por este órgano cuando existe la enfermedad.

Tal y como ha señalado el doctor Miguel Rivera, “la insuficiencia cardiaca provoca el estiramiento del músculo cardíaco (estrés ventricular) por sobrecarga de presión y volumen, lo que origina una mayor síntesis de estas pequeñas moléculas cuyo análisis podría tener utilidad clínica en los tratamientos de estos pacientes”.

De esta manera, estos científicos del Centro de Investigación del Hospital La Fe llevan varios años investigando esta familia de péptidos cardíacos y han publicado sus conclusiones en la revista Heart de la Sociedad Cardiovascular Británica. En este trabajo demuestran la utilidad de uno de estos péptidos (N-terminal proBNP), en plasma y orina, para la monitorización de pacientes con insuficiencia cardiaca.

De este modo, Heart ha recogido que las medidas de este péptido que excedan el 22 por ciento en plasma y el 7 por ciento en orina en un seguimiento a 12 meses, y el 25 por ciento en plasma y el 9 por ciento en orina en un seguimiento a 24 meses, pueden indicar cambios fisiopatológicos que podrían implicar un enfoque distinto del tratamiento de estos enfermos.

Además, este estudio también ha sido destacado por el American College of Cardiology en los EE.UU, editor de la revista JACC, como uno de los 20 estudios más importantes del mundo (único español) para conocer la evolución con biomarcadores de insuficiencia cardiaca.

Asimismo, estos resultados han sido destacados por las principales agencias de noticias científicas en Cardiología, como InCirculation.net, EMCREG Internacional y CVspectrum.org.

Estos científicos valencianos han estudiado también el papel de estos péptidos en la obesidad e hipertensión, un trabajo que se ha publicado recientemente en la revista American Journal of Hypertension.


La insuficiencia cardiaca es uno de los principales problemas de salud pública en los países occidentales, ya que presenta una elevada mortalidad, que junto a su alta incidencia y prevalencia, hace que se la considere hoy en día como una auténtica epidemia.

De hecho, en la Comunidad Valenciana afecta a cerca de 40.000 personas y constituye un problema creciente por su aumento progresivo, que se atribuye al envejecimiento de la población y a los avances en el tratamiento de su precursor más importante: el infarto agudo del miocardio. Por este motivo, cada año se declaran multitud de nuevos casos y su incidencia afecta sobre todo a los grupos de edad avanzada. Es el síndrome de mayor prevalencia dentro del grupo de las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de mortalidad en el mundo.

Además, el pronóstico de la enfermedad es grave, ya que alrededor del 50 por ciento de los pacientes fallece a los 5 años de padecerla, y en los casos de disfunción ventricular severa, fallece el 40 por ciento en un año.


Fuente: El Médico interactivo.
 
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