El cuerpo fue hallado a unos 15 metros de profundidad, en una zona arenosa y cercana a la costa
JULEN ENSUNZA/GERNIKA
BÚSQUEDA. En el dispositivo se movilizaron varias embarcaciones. / FOTOS: L. CALABOR Y M. SALGUERO
Dos miembros de un club de submarinismo de Busturialdea localizaron alrededor de las 17.30 horas de ayer en la zona conocida como bahía de Murgua, entre Mundaka y Bermeo, el cuerpo sin vida del joven mundakarra de 28 años G. G. C., desaparecido a última hora del jueves cuando practicaba pesca submarina. El cadáver, encontrado por los propios compañeros de la víctima, se encontraba a menos de cien metros de la costa y a unos quince de profundidad.
Estaba «en un área arenosa, cerca de adonde la víspera apareció, a la deriva, la boya de señalización que portaba el joven», concretó un técnico de emergencias del Gobierno vasco. La baliza fue descubierta a la altura de Hondartzape, con el arpón y un congrio de metro y medio que el fallecido, gran aficionado a este deporte, había apresado en alguna de sus inmersiones.
Precisamente durante la mañana de ayer las labores de búsqueda se centraron en la zona encuadrada entre Hondartzape y Santa Catalina, aunque sin resultado. El dispositivo de rastreo estuvo compuesto por buzos de la brigada móvil y efectivos del grupo de montaña de la Ertzaintza, así como de embarcaciones de Salvamento Marítimo y Cruz Roja, además de dos helicópteros y numerosos barcos particulares.
Por la tarde, amigos del fallecido y aficionados al submarinismo que conocen la zona se sumaron a las labores y rastrearon las grutas más frecuentadas por el joven. «Cartografiamos las grietas situadas en los puntos con menos de veinte metros de profundidad y nos las repartimos», apuntó uno de los voluntarios.
Uno de estos equipos encontró el cadáver y avisó a los buzos de la Ertzaintza. Tras el rescate, el cuerpo fue evacuado al puerto de Bermeo para su posterior traslado al Instituto Anatómico Forense de Bilbao, donde se le realizará la autopsia para determinar la causa de la muerte.
JULEN ENSUNZA/GERNIKA
Dos miembros de un club de submarinismo de Busturialdea localizaron alrededor de las 17.30 horas de ayer en la zona conocida como bahía de Murgua, entre Mundaka y Bermeo, el cuerpo sin vida del joven mundakarra de 28 años G. G. C., desaparecido a última hora del jueves cuando practicaba pesca submarina. El cadáver, encontrado por los propios compañeros de la víctima, se encontraba a menos de cien metros de la costa y a unos quince de profundidad.
Estaba «en un área arenosa, cerca de adonde la víspera apareció, a la deriva, la boya de señalización que portaba el joven», concretó un técnico de emergencias del Gobierno vasco. La baliza fue descubierta a la altura de Hondartzape, con el arpón y un congrio de metro y medio que el fallecido, gran aficionado a este deporte, había apresado en alguna de sus inmersiones.
Precisamente durante la mañana de ayer las labores de búsqueda se centraron en la zona encuadrada entre Hondartzape y Santa Catalina, aunque sin resultado. El dispositivo de rastreo estuvo compuesto por buzos de la brigada móvil y efectivos del grupo de montaña de la Ertzaintza, así como de embarcaciones de Salvamento Marítimo y Cruz Roja, además de dos helicópteros y numerosos barcos particulares.
Por la tarde, amigos del fallecido y aficionados al submarinismo que conocen la zona se sumaron a las labores y rastrearon las grutas más frecuentadas por el joven. «Cartografiamos las grietas situadas en los puntos con menos de veinte metros de profundidad y nos las repartimos», apuntó uno de los voluntarios.
Uno de estos equipos encontró el cadáver y avisó a los buzos de la Ertzaintza. Tras el rescate, el cuerpo fue evacuado al puerto de Bermeo para su posterior traslado al Instituto Anatómico Forense de Bilbao, donde se le realizará la autopsia para determinar la causa de la muerte.
