polvora_PC
e-mergencista experimentado
M, NAVARRETE/
ALMERÍA. Una niña de nacionalidad ecuatoriana, de tan sólo seis años de edad, falleció ayer martes en El Real de Vera, a consecuencia de las graves quemaduras que sufrió en el incendio que se produjo en el cortijo donde vivía y a pesar de los esfuerzos de su abuela, que logró salvar a tres de los primos de la víctima que se encontraba en la vivienda.
Los hechos se produjeron poco después en el paraje conocido como La Cruz de Antas. La niña, que no había podido ir al colegio por estar con gripe, se quedó en el cortijo con tres primos de corta edad, mientras su abuela acompañaba a otros menores que cuidaba hasta la parada del autobús escolar. Uno de ellos regresó a la vivienda porque se había olvidado una cartulina que necesitaba, y al observar el humo y las llamas que salían por las ventanas y el techo, alertó a la abuela.
La mujer y otro inmigrante ecuatoriano que trabajaba en una finca cercana consiguieron rescatar a tres de los niños, pero no pudieron acceder a la habitación donde se encontraba la pequeña Caty, ante la intensidad del humo que salía por la puerta. Cuando los bomberos, así como la Policía Local y la Guardia Civil, llegaron al lugar, la pequeña había fallecido y los servicios sanitarios tuvieron que atender a la abuela por inhalación de humo y una crisis nerviosa.
La Guardia Civil investiga las causas del incendio en el que falleció la niña, cuya muerte ha causado una gran conmoción en la zona, donde esta familia de inmigrantes está muy integrada.
Por otra parte, un escape de gas en unas bombonas de butano provocó una explosión, ayer noche, en un bloque de viviendas del municipio malagueño de Mijas, que se saldó con un herido grave, catorce leves y cincuenta vecinos desalojados, del inmueble y otros adyacentes. La explosión se produjo en la planta baja en una vivienda situada en el patio interior, lo que causó un efecto «chimenea», lo que permitió que los daños fueran menores, el fuego se apagara a los quince minutos y no se viera afectada la estructura.
Los heridos leves no necesitaron ser hospitalizados, pero el grave, una mujer de treinta años, tuvo que ser ingresada en la UCI con quemaduras en el cuarenta por ciento de su cuerpo y precisa de ventilación asistida.
ALMERÍA. Una niña de nacionalidad ecuatoriana, de tan sólo seis años de edad, falleció ayer martes en El Real de Vera, a consecuencia de las graves quemaduras que sufrió en el incendio que se produjo en el cortijo donde vivía y a pesar de los esfuerzos de su abuela, que logró salvar a tres de los primos de la víctima que se encontraba en la vivienda.
Los hechos se produjeron poco después en el paraje conocido como La Cruz de Antas. La niña, que no había podido ir al colegio por estar con gripe, se quedó en el cortijo con tres primos de corta edad, mientras su abuela acompañaba a otros menores que cuidaba hasta la parada del autobús escolar. Uno de ellos regresó a la vivienda porque se había olvidado una cartulina que necesitaba, y al observar el humo y las llamas que salían por las ventanas y el techo, alertó a la abuela.
La mujer y otro inmigrante ecuatoriano que trabajaba en una finca cercana consiguieron rescatar a tres de los niños, pero no pudieron acceder a la habitación donde se encontraba la pequeña Caty, ante la intensidad del humo que salía por la puerta. Cuando los bomberos, así como la Policía Local y la Guardia Civil, llegaron al lugar, la pequeña había fallecido y los servicios sanitarios tuvieron que atender a la abuela por inhalación de humo y una crisis nerviosa.
La Guardia Civil investiga las causas del incendio en el que falleció la niña, cuya muerte ha causado una gran conmoción en la zona, donde esta familia de inmigrantes está muy integrada.
Por otra parte, un escape de gas en unas bombonas de butano provocó una explosión, ayer noche, en un bloque de viviendas del municipio malagueño de Mijas, que se saldó con un herido grave, catorce leves y cincuenta vecinos desalojados, del inmueble y otros adyacentes. La explosión se produjo en la planta baja en una vivienda situada en el patio interior, lo que causó un efecto «chimenea», lo que permitió que los daños fueran menores, el fuego se apagara a los quince minutos y no se viera afectada la estructura.
Los heridos leves no necesitaron ser hospitalizados, pero el grave, una mujer de treinta años, tuvo que ser ingresada en la UCI con quemaduras en el cuarenta por ciento de su cuerpo y precisa de ventilación asistida.