Brother
e-mergencista experimentado
Una emanación de gas obliga a desalojar a 50 vecinos de San José, cuatro de ellos intoxicados
"La mala combustión de una caldera pudo ser el origen de las altas concentraciones de monóxido de carbono."
M. A. C. Zaragoza | Los Bomberos de-salojaron ayer de urgencia un edificio de cuatro plantas del barrio de San José de Zaragoza, en el que residen una docena de familias, tras detectar concentraciones muy importantes de monóxido de carbono en diferentes puntos del inmueble. Cuatro de los vecinos, tres de ellos de la misma familia, sufrieron intoxicaciones leves y fueron trasladados de forma preventiva al Hospital Miguel Servet. Según los técnicos, fue una mala combustión, posiblemente en alguna caldera, la que produjo el gas. La Policía ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido y, en caso necesario, depurar responsabilidades.
La llamada de alerta se produjo sobre las 14.45, y procedía del número 1 de la calle de Antonio Maura. Los inquilinos de dos de los domicilios de la primera planta habían empezado a encontrarse mal. Sufrían dolor de cabeza, náuseas y mareos, y pensaban que podría haberse producido un escape de gas. Las primeras mediciones de los Bomberos lo corroboraron. "Hemos detectado monóxido de carbono, con niveles de 500 -partes por millón- e incluso superiores", explicaba el suboficial Alfonso Ramián. "Las intoxicaciones causadas por este gas pueden ser bastante graves .
-añadía-, y con estas concentraciones, si el tiempo de exposición es prolongado, se puede llegar a perder el conocimiento".
La gravedad de la situación obligó a evacuar de forma urgente a todo el bloque y a cortar la calle. Para no perder tiempo, alguna vecina fue incluso desalojada en brazos por los Bomberos. Una vez vaciado por completo el inmueble y abiertas las ventanas para que se ventilara, se inició la búsqueda del foco emisor, planta por planta. El riesgo a una sobreexposición obligó a los equipos de emergencia a coger las mascarillas de oxígeno, aunque parece que finalmente no fue necesaria su utilización.
Las mediciones iniciales arrojaban niveles elevados de monóxido de carbono en puntos muy diferentes del edificio, lo que complicó el trabajo de los Bomberos. La casa tiene chimeneas comunes y particulares, ya que la calefacción no es centralizada, y en casi todas ellas se estaba detectando la presencia de gas. Como medida preventiva, se decidió cortar el suministro de gas ciudad y echar agua por estos conductos. "De esta manera -explicaba el suboficial Ramián-, intentamos reducir el nivel de las concentraciones, ya que si algo se está quemando lo apagamos". Sobre las 17.30, el medidor de gases ya sólo detectaba algo de gas en las chimeneas que subían desde la primera planta del inmueble.
"Durante los próximos días, se tendrán que examinar estos conductos palmo a palmo", indicaba el responsable de los Bomberos, explicando que "en estos casos se utilizan unas microcámaras para visionar toda la chimenea". "El problema puede haber sido neutralizado, pero si no se subsana puede volver a reproducirse", concluía.
Tres horas bajo la lluvia
Tres horas después del desalojo y una vez neutralizado el peligro, el medio centenar de vecinos regresaban a sus hogares. Lo hacían todos menos cuatro, que precisaron asistencia médica y fueron trasladados al hospital Miguel Servet. Los intoxicados son Lenuta I., Ramona N., Tibereu Nicolae N., y María Jesús G. M., de 33, 27, 29 y 52 años, respectivamente. Los tres primeros son miembros de una misma familia extranjera, que lleva poco tiempo viviendo en el edificio.
Según explicó el personal de la uvi móvil de Bomberos, todas las intoxicaciones son de carácter leve. "En estos casos, se les aplica oxígeno puro, durante 40 minutos aproximadamente. Una vez en el hospital, se les practica una carboxi-oximetría para comprobar si están completamente limpios de gas. Si no es así, se les vuelve a suministrar más oxígeno", detallaban.
Además de los vehículos de Bomberos -que utilizaron una escala para acceder a la parte alta de la casa- y de la Policía, hasta el lugar del suceso se desplazaron ambulancias del 061, de la DYA y de Cruz Roja, que se encargaron de los traslados al hospital. "Nosotros nos quedamos aquí hasta que termine la intervención por si surgiera algún problema", señalaba uno de los miembros de la uvi móvil.
Como medida preventiva, se controló médicamente a todos los vecinos desalojados, que pasaron casi tres horas en la calle bajo la lluvia, así como al personal de rescate que entró en el edificio y se expuso al monóxido de carbono.
Investigación
Los inquilinos del inmueble de la calle de Antonio Maura no tienen constancia de que ninguna vivienda haya realizado recientemente reformas ni reparaciones en la calefacción. Según los expertos, suele ser en estos casos cuando se pueden producir problemas. Los puntos más sensibles suelen ser las conexiones a las chimeneas generales. "A veces, los instaladores colocan los tubos y no se dan cuenta de que están cegando la salida de humos del vecino de abajo", señalaba el responsable de Bomberos.
El hecho de que el monóxido de carbono sea un gas inodoro dificulta su detección. De hecho, fue la rápida reacción de los vecinos, que alertaron del posible escape tras los primeros síntomas de intoxicación, la que evitó que las consecuencias fueran más graves.
Fuente: Heraldo de Aragón 14/11/2005
"La mala combustión de una caldera pudo ser el origen de las altas concentraciones de monóxido de carbono."
M. A. C. Zaragoza | Los Bomberos de-salojaron ayer de urgencia un edificio de cuatro plantas del barrio de San José de Zaragoza, en el que residen una docena de familias, tras detectar concentraciones muy importantes de monóxido de carbono en diferentes puntos del inmueble. Cuatro de los vecinos, tres de ellos de la misma familia, sufrieron intoxicaciones leves y fueron trasladados de forma preventiva al Hospital Miguel Servet. Según los técnicos, fue una mala combustión, posiblemente en alguna caldera, la que produjo el gas. La Policía ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido y, en caso necesario, depurar responsabilidades.
La llamada de alerta se produjo sobre las 14.45, y procedía del número 1 de la calle de Antonio Maura. Los inquilinos de dos de los domicilios de la primera planta habían empezado a encontrarse mal. Sufrían dolor de cabeza, náuseas y mareos, y pensaban que podría haberse producido un escape de gas. Las primeras mediciones de los Bomberos lo corroboraron. "Hemos detectado monóxido de carbono, con niveles de 500 -partes por millón- e incluso superiores", explicaba el suboficial Alfonso Ramián. "Las intoxicaciones causadas por este gas pueden ser bastante graves .
-añadía-, y con estas concentraciones, si el tiempo de exposición es prolongado, se puede llegar a perder el conocimiento".
La gravedad de la situación obligó a evacuar de forma urgente a todo el bloque y a cortar la calle. Para no perder tiempo, alguna vecina fue incluso desalojada en brazos por los Bomberos. Una vez vaciado por completo el inmueble y abiertas las ventanas para que se ventilara, se inició la búsqueda del foco emisor, planta por planta. El riesgo a una sobreexposición obligó a los equipos de emergencia a coger las mascarillas de oxígeno, aunque parece que finalmente no fue necesaria su utilización.
Las mediciones iniciales arrojaban niveles elevados de monóxido de carbono en puntos muy diferentes del edificio, lo que complicó el trabajo de los Bomberos. La casa tiene chimeneas comunes y particulares, ya que la calefacción no es centralizada, y en casi todas ellas se estaba detectando la presencia de gas. Como medida preventiva, se decidió cortar el suministro de gas ciudad y echar agua por estos conductos. "De esta manera -explicaba el suboficial Ramián-, intentamos reducir el nivel de las concentraciones, ya que si algo se está quemando lo apagamos". Sobre las 17.30, el medidor de gases ya sólo detectaba algo de gas en las chimeneas que subían desde la primera planta del inmueble.
"Durante los próximos días, se tendrán que examinar estos conductos palmo a palmo", indicaba el responsable de los Bomberos, explicando que "en estos casos se utilizan unas microcámaras para visionar toda la chimenea". "El problema puede haber sido neutralizado, pero si no se subsana puede volver a reproducirse", concluía.
Tres horas bajo la lluvia
Tres horas después del desalojo y una vez neutralizado el peligro, el medio centenar de vecinos regresaban a sus hogares. Lo hacían todos menos cuatro, que precisaron asistencia médica y fueron trasladados al hospital Miguel Servet. Los intoxicados son Lenuta I., Ramona N., Tibereu Nicolae N., y María Jesús G. M., de 33, 27, 29 y 52 años, respectivamente. Los tres primeros son miembros de una misma familia extranjera, que lleva poco tiempo viviendo en el edificio.
Según explicó el personal de la uvi móvil de Bomberos, todas las intoxicaciones son de carácter leve. "En estos casos, se les aplica oxígeno puro, durante 40 minutos aproximadamente. Una vez en el hospital, se les practica una carboxi-oximetría para comprobar si están completamente limpios de gas. Si no es así, se les vuelve a suministrar más oxígeno", detallaban.
Además de los vehículos de Bomberos -que utilizaron una escala para acceder a la parte alta de la casa- y de la Policía, hasta el lugar del suceso se desplazaron ambulancias del 061, de la DYA y de Cruz Roja, que se encargaron de los traslados al hospital. "Nosotros nos quedamos aquí hasta que termine la intervención por si surgiera algún problema", señalaba uno de los miembros de la uvi móvil.
Como medida preventiva, se controló médicamente a todos los vecinos desalojados, que pasaron casi tres horas en la calle bajo la lluvia, así como al personal de rescate que entró en el edificio y se expuso al monóxido de carbono.
Investigación
Los inquilinos del inmueble de la calle de Antonio Maura no tienen constancia de que ninguna vivienda haya realizado recientemente reformas ni reparaciones en la calefacción. Según los expertos, suele ser en estos casos cuando se pueden producir problemas. Los puntos más sensibles suelen ser las conexiones a las chimeneas generales. "A veces, los instaladores colocan los tubos y no se dan cuenta de que están cegando la salida de humos del vecino de abajo", señalaba el responsable de Bomberos.
El hecho de que el monóxido de carbono sea un gas inodoro dificulta su detección. De hecho, fue la rápida reacción de los vecinos, que alertaron del posible escape tras los primeros síntomas de intoxicación, la que evitó que las consecuencias fueran más graves.
Fuente: Heraldo de Aragón 14/11/2005