REPORTAJE
Una descarga eléctrica que puede ser vital
El centro comercial Augusta cuenta con cuatro desfibriladores conectados con el servicio 112.
CARMINA PUYOD (21/12/2005)
Las paradas cardiacas se mantendrán a raya en el Centro Comercial Augusta. Cuatro torres de rescate cardiaco han sido instaladas en este espacio, con sus correspondientes desfibriladores, capaces de realizar una descarga eléctrica y restablecer el ritmo cardiaco. Hasta 300 julios es la potencia que se registra en cada uno de los choques sobre el paciente.
Normalmente se precisa una media de tres descargas hasta su recuperación, unas maniobras que pueden realizarse en dos o tres minutos. Pero el tiempo en estos casos corre en contra del afectado. A partir de los tres minutos, y en caso de reanimación, el nivel de secuelas va en aumento. De hecho, la muerte súbita cardiaca, que no el infarto de miocardio, causa en España unos 20.000 fallecimientos al año.
La iniciativa que se ha puesto en marcha en el centro Augusta, impulsada por el Instituto de cardioprotección y Telefónica Salud, en colaboración con el centro comercial, la DGA y Cruz Roja, está considerada clave para salvar vidas en centros públicos.
Ocho trabajadores de Augusta, cinco personas de seguridad y tres de mantenimiento, han recibido formación específica por Cruz Roja para poder utilizar adecuadamente este aparataje totalmente inteligente. Y es que si algo caracteriza a este sistema es que se encuentra interconectado con los servicios de emergencia del 112 de la DGA, ya que efectúa una llamada automática a los servicios de emergencia ante una parada cardíaca.
"Los 12 millones de visitantes que registra esta zona comercial a lo largo del año pueden sentirse tranquilos gracias a este sistema", señaló Javier Ferrando, gerente de Augusta, quien explicó que las torres han sido distribuidas del siguiente modo: dos en la zona de aparcamiento, una próxima a los cines y otra en la planta baja, junto a la escalera de caracol. "Lo importante es que el personal formado ante una eventualidad así puede extraer el desfibrilador y trasladarlo hasta el punto donde se le requiera la asistencia", puntualizó el representante de Telefónica Salud, Javier Martínez.
El centro zaragozano Augusta se convierte así en pionero a la hora de proteger el corazón de sus 12 millones de visitantes y es el primero en contar con un servicio integral de cardioprotección de estas características.
En cualquier caso, explicaron los organizadores, el desfibrilador, al tratarse de un aparato inteligente y medir las constantes del paciente y su estado, es capaz de distinguir entre una parada cardiaca y una lipotimia. "En éste último caso, no habría descarga".
Una descarga eléctrica que puede ser vital
El centro comercial Augusta cuenta con cuatro desfibriladores conectados con el servicio 112.
CARMINA PUYOD (21/12/2005)
Las paradas cardiacas se mantendrán a raya en el Centro Comercial Augusta. Cuatro torres de rescate cardiaco han sido instaladas en este espacio, con sus correspondientes desfibriladores, capaces de realizar una descarga eléctrica y restablecer el ritmo cardiaco. Hasta 300 julios es la potencia que se registra en cada uno de los choques sobre el paciente.
Normalmente se precisa una media de tres descargas hasta su recuperación, unas maniobras que pueden realizarse en dos o tres minutos. Pero el tiempo en estos casos corre en contra del afectado. A partir de los tres minutos, y en caso de reanimación, el nivel de secuelas va en aumento. De hecho, la muerte súbita cardiaca, que no el infarto de miocardio, causa en España unos 20.000 fallecimientos al año.
La iniciativa que se ha puesto en marcha en el centro Augusta, impulsada por el Instituto de cardioprotección y Telefónica Salud, en colaboración con el centro comercial, la DGA y Cruz Roja, está considerada clave para salvar vidas en centros públicos.
Ocho trabajadores de Augusta, cinco personas de seguridad y tres de mantenimiento, han recibido formación específica por Cruz Roja para poder utilizar adecuadamente este aparataje totalmente inteligente. Y es que si algo caracteriza a este sistema es que se encuentra interconectado con los servicios de emergencia del 112 de la DGA, ya que efectúa una llamada automática a los servicios de emergencia ante una parada cardíaca.
"Los 12 millones de visitantes que registra esta zona comercial a lo largo del año pueden sentirse tranquilos gracias a este sistema", señaló Javier Ferrando, gerente de Augusta, quien explicó que las torres han sido distribuidas del siguiente modo: dos en la zona de aparcamiento, una próxima a los cines y otra en la planta baja, junto a la escalera de caracol. "Lo importante es que el personal formado ante una eventualidad así puede extraer el desfibrilador y trasladarlo hasta el punto donde se le requiera la asistencia", puntualizó el representante de Telefónica Salud, Javier Martínez.
El centro zaragozano Augusta se convierte así en pionero a la hora de proteger el corazón de sus 12 millones de visitantes y es el primero en contar con un servicio integral de cardioprotección de estas características.
En cualquier caso, explicaron los organizadores, el desfibrilador, al tratarse de un aparato inteligente y medir las constantes del paciente y su estado, es capaz de distinguir entre una parada cardiaca y una lipotimia. "En éste último caso, no habría descarga".