Fuentes de la extinción de incendios en la zona aseguraron que el fuego fue intencionado, ya que las llamas aparecieron en 6 puntos diferentes. El fuego atravesó el límite de provincia con Cáceres a pesar de un cortafuegos
Más de un centenar de personas tuvieron que ser desalojadas ayer de la pequeña pedanía de Minas de Santa Quiteria como consecuencia del violento incendio que se produjo inicialmente en la comarca cacereña de Los Ibores y que, como consecuencia del fuerte viento que hubo durante toda la jornada en la zona, traspasó el límite de provincia y afectó también a las localidades toledanas de Puerto Rey y de Sevilleja de la Jara. Según indicaron fuentes de la Guardia Civil a este diario, buena parte de los vecinos de la citada población jareña abandonaron en sus vehículos particulares sus viviendas por precaución y ante la cercanía de las llamas, mientras que otros fueron desalojados en autobuses que trasladaron a la zona afectada integrantes de Protección Civil. No obstante, las mismas fuentes indicaron que algunos de los habitantes decidieron quedarse en sus casas «ya que nosotros no hemos obligado a marcharse a nadie que no quisiera irse del pueblo».
De igual manera, parte de los residentes de la localidad de Puerto Rey también tuvieron que ser desalojados durante algunas horas de sus viviendas, aunque posteriormente pudieron regresar a las mismas sin ningún tipo de peligro ya que los retenes de las provincias de Cáceres y de Toledo desplazados a la zona lograron controlar las llamas que arrasaron los alrededores del municipio jareño. No obstante, varios efectivos del Instituto Armado, de Protección Civil e integrantes de los retenes de extinción de incendios estuvieron pendientes en todo momento por si las llamas volvían a reavivarse en toda la zona arbolada de los alrededores del cementerio municipal, así como en un paraje repleta de panales de abejas.
En este sentido, uno de los coordinadores de los trabajos de extinción aseguró a este periódico que el fuego había sido «provocado», ya que en los diferentes frentes que estaban ardiendo aseguró que habían encontrado «seis mechas». «Tenemos muy claro que el fuego ha sido intencionado, otra cosa es saber quién o quiénes lo han provocado», comentó con cierto tono de tristeza y de rabia el responsable de uno de los retenes mientras se comunicaba por radio con sus compañeros para indicarles los puntos donde debían dirigir las mangueras para apagar los árboles en llamas.
Del mismo modo, el alcalde de la población cacereña de Alía, Gabriel Archilla, ratificó las declaraciones de este integrante de uno de los retenes, al asegurar que el fuego fue intencionado y que comenzó a extenderse por «seis o siete puntos, ya que se han encontrado varias mechas que lo demuestran», apuntó el primer edil en declaraciones a la agencia EFE.
primer aviso. En concreto, el incendio se originó pasada la una de la tarde, ya que a las 13,40 horas el Servicio de Emergencias 112 recibió una llamada alertando de la aparición de llamas en el monte público Los Beatos, que se encuentra dentro del término municipal de Sevilleja de la Jara. De todas formas, el incendio se produjo en la provincia de Cáceres y, a pesar de existir un cortafuegos en el límite de provincia, las llamas traspasaron la franjan contra incendios y se extendieron rápidamente por Puerto Rey, Minas de Santa Quiteria y Sevilleja de la Jara.
Ante la magnitud del fuego, todavía activo al cierre de esta edición, desde la Consejería de Medio Ambiente de CLM movilizó a nueve retenes, nueve autobombas, dos máquinas pesadas, dos técnicos de extinción de incendios, dos retenes helitransportados, dos brigadas procedentes de la base aérea de La Iglesuela, tres hidroaviones, cinco helicópteros y otros dos helicópteros pesados. Asimismo, desde el Ejecutivo regional apuntaron que también participaron en las labores de extinción cuatro retenes, dos patrullas y otros cuatro helicópteros procedentes de la comunidad extremeña. Tanto los medios aéreos como los efectivos de tierra estuvieron trabajando durante toda la jornada y, al cierre de esta edición, fuentes de la Consejería de Medio Ambiente indicaron que un total de 28 retenes de tierra iban a permanecer en la zona para intentar controlar las llamas aprovechando el descenso de temperaturas.
Más de un centenar de personas tuvieron que ser desalojadas ayer de la pequeña pedanía de Minas de Santa Quiteria como consecuencia del violento incendio que se produjo inicialmente en la comarca cacereña de Los Ibores y que, como consecuencia del fuerte viento que hubo durante toda la jornada en la zona, traspasó el límite de provincia y afectó también a las localidades toledanas de Puerto Rey y de Sevilleja de la Jara. Según indicaron fuentes de la Guardia Civil a este diario, buena parte de los vecinos de la citada población jareña abandonaron en sus vehículos particulares sus viviendas por precaución y ante la cercanía de las llamas, mientras que otros fueron desalojados en autobuses que trasladaron a la zona afectada integrantes de Protección Civil. No obstante, las mismas fuentes indicaron que algunos de los habitantes decidieron quedarse en sus casas «ya que nosotros no hemos obligado a marcharse a nadie que no quisiera irse del pueblo».
De igual manera, parte de los residentes de la localidad de Puerto Rey también tuvieron que ser desalojados durante algunas horas de sus viviendas, aunque posteriormente pudieron regresar a las mismas sin ningún tipo de peligro ya que los retenes de las provincias de Cáceres y de Toledo desplazados a la zona lograron controlar las llamas que arrasaron los alrededores del municipio jareño. No obstante, varios efectivos del Instituto Armado, de Protección Civil e integrantes de los retenes de extinción de incendios estuvieron pendientes en todo momento por si las llamas volvían a reavivarse en toda la zona arbolada de los alrededores del cementerio municipal, así como en un paraje repleta de panales de abejas.
En este sentido, uno de los coordinadores de los trabajos de extinción aseguró a este periódico que el fuego había sido «provocado», ya que en los diferentes frentes que estaban ardiendo aseguró que habían encontrado «seis mechas». «Tenemos muy claro que el fuego ha sido intencionado, otra cosa es saber quién o quiénes lo han provocado», comentó con cierto tono de tristeza y de rabia el responsable de uno de los retenes mientras se comunicaba por radio con sus compañeros para indicarles los puntos donde debían dirigir las mangueras para apagar los árboles en llamas.
Del mismo modo, el alcalde de la población cacereña de Alía, Gabriel Archilla, ratificó las declaraciones de este integrante de uno de los retenes, al asegurar que el fuego fue intencionado y que comenzó a extenderse por «seis o siete puntos, ya que se han encontrado varias mechas que lo demuestran», apuntó el primer edil en declaraciones a la agencia EFE.
primer aviso. En concreto, el incendio se originó pasada la una de la tarde, ya que a las 13,40 horas el Servicio de Emergencias 112 recibió una llamada alertando de la aparición de llamas en el monte público Los Beatos, que se encuentra dentro del término municipal de Sevilleja de la Jara. De todas formas, el incendio se produjo en la provincia de Cáceres y, a pesar de existir un cortafuegos en el límite de provincia, las llamas traspasaron la franjan contra incendios y se extendieron rápidamente por Puerto Rey, Minas de Santa Quiteria y Sevilleja de la Jara.
Ante la magnitud del fuego, todavía activo al cierre de esta edición, desde la Consejería de Medio Ambiente de CLM movilizó a nueve retenes, nueve autobombas, dos máquinas pesadas, dos técnicos de extinción de incendios, dos retenes helitransportados, dos brigadas procedentes de la base aérea de La Iglesuela, tres hidroaviones, cinco helicópteros y otros dos helicópteros pesados. Asimismo, desde el Ejecutivo regional apuntaron que también participaron en las labores de extinción cuatro retenes, dos patrullas y otros cuatro helicópteros procedentes de la comunidad extremeña. Tanto los medios aéreos como los efectivos de tierra estuvieron trabajando durante toda la jornada y, al cierre de esta edición, fuentes de la Consejería de Medio Ambiente indicaron que un total de 28 retenes de tierra iban a permanecer en la zona para intentar controlar las llamas aprovechando el descenso de temperaturas.