JORGE SECO
e-mergencista experimentado
La Coruña.
La tragedia ocurrió sobre las 6 de la tarde.Dos niños de 3 y 6 años estaban en su domicilio. Un repartidor que iba en su moto vió como salia humo del quinto piso de un edificio y dos niños gritando.
El repartidor dejó su moto, subió corriendo las escaleras y derribó la puerta de la casa a patadas. Llegó hasta la cocina, cogió a un niño de 6 años en brazos y lo bajó hasta el descansillo del tercer piso, volvió a subir y a entrar en la vivienda, pero el humo y el calor acumulado le impidieron adentrarse en el piso para localizar a la pequeña de 3. Al poco tiempo llegaron los bomberos, que rescataron a la pequeña con una autoescala, ya inconsciente, le practicaron rcp pediátrica, pero la pobrecilla falleció poco tiempo después
Según los compañeros del repartidor, el joven estába muy consternado por no poder salvar a los dos pequeños y le dijo a la madre de ellos que no pudo hacer nada más.
El niño de 6 años ya ha sido dado de alta.
Perdonar mi expresión, pero ¡Olé tus huevos! Aunque fue una tragedia, gracias a ese joven repartidor, la tragedia no fue más allá.
Mi mayor admiración al repartidor y mi pésame a la familia.
La tragedia ocurrió sobre las 6 de la tarde.Dos niños de 3 y 6 años estaban en su domicilio. Un repartidor que iba en su moto vió como salia humo del quinto piso de un edificio y dos niños gritando.
El repartidor dejó su moto, subió corriendo las escaleras y derribó la puerta de la casa a patadas. Llegó hasta la cocina, cogió a un niño de 6 años en brazos y lo bajó hasta el descansillo del tercer piso, volvió a subir y a entrar en la vivienda, pero el humo y el calor acumulado le impidieron adentrarse en el piso para localizar a la pequeña de 3. Al poco tiempo llegaron los bomberos, que rescataron a la pequeña con una autoescala, ya inconsciente, le practicaron rcp pediátrica, pero la pobrecilla falleció poco tiempo después


Según los compañeros del repartidor, el joven estába muy consternado por no poder salvar a los dos pequeños y le dijo a la madre de ellos que no pudo hacer nada más.
El niño de 6 años ya ha sido dado de alta.
Perdonar mi expresión, pero ¡Olé tus huevos! Aunque fue una tragedia, gracias a ese joven repartidor, la tragedia no fue más allá.
Mi mayor admiración al repartidor y mi pésame a la familia.