Un joven grave y otro leve al ser atropellados por un autobús

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Dos jóvenes, atropellados por un autobús al huir de un grupo de "skins"


Uno de ellos permanece ingresado en el Hospital Clínico con fracturas en el brazo. Se trata del segundo intento de agresión que sufren en un mes en la zona de Universidad.
Fotógrafo: GUILLERMO MESTRE
Uno de los dos jóvenes atacados, en una cama de Urgencias del Hospital Clínico.






I. ARISTU. Zaragoza | Dos jóvenes zaragozanos de 20 años resultaron heridos el sábado por la noche en el cruce de la avenida de Fernando el Católico con la calle de Tomás Bretón al ser atropellados por un autobús urbano cuando trataban de escapar de un grupo de estética neonazi que pretendía agredirles. Por fortuna, el vehículo de Tuzsa les golpeó lanzándolos hacia un lado de la calzada. Uno de ellos sólo sufrió algunas magulladuras, pero el otro permanece ingresado en el Hospital Clínico con estallido de la cabeza del radio, fractura de cúbito, luxación de hombro, una brecha en la cabeza y varios golpes.

Al conocer la versión de los hechos dada por las víctimas, varias patrullas de la Policía Local peinaron la zona para intentar identificar a los atacantes, pero la búsqueda no dio resultados. Los dos jóvenes, M. F. E. y E. P. P., presentarán una denuncia conjunta ante la Policía Nacional para que se investigue el segundo intento de agresión por parte de una banda de cabezas rapadas que sufren en unas semanas en el distrito de Universidad.
Un primer ataque

"Hace un mes ya nos persiguió un grupo de siete u ocho "skins" en la calle de San Juan de la Cruz -explicó ayer M. F. E. tumbado en una cama del servicio de Urgencias del Clínico-. Entonces éramos tres y pudimos refugiarnos en un bar, pero ayer (por el sábado) sólo nos quedó cruzar la calle sin mirar. A pesar de todo tuvimos suerte, porque el autobús podía habernos matado".

El ataque se produjo en torno a las 22.40. Los dos jóvenes habían estado viendo la televisión en el domicilio del que resultó herido grave, y salieron de casa en dirección a la zona de bares del Rollo un poco más tarde de lo normal. "Como el Atlético de Madrid jugaba en la Romareda y los del Frente Atlético suelen organizar cacerías, esperamos a que pasara la hora del final del partido", comentó M. F. E. Sus precauciones no valieron de nada, aunque la víctima cree que sus agresores eran de Zaragoza.

"Me llamó la atención que cuando vinieron a por nosotros uno dijo: "¡Hombre…!". Fue como si nos hubiera reconocido uno de los que nos persiguió en San Juan de la Cruz", cuenta el joven. Tanto él como su compañero llevaban distintivos anarquistas y pañuelos de tipo palestino, pero M. F. E. aseguró que no pertenecen a ninguna tribu urbana.

"Era la única escapatoria"

Sus atacantes les rodearon cuando los jóvenes esperaban a que el semáforo se pusieran en verde en el cruce de la avenida de Fernando el Católico con la calle de Tomás Bretón. "Vinieron por detrás seis o siete -recordó-. No pare-.

cían muy mayores, eran de 16 o 18 años, y casi todos llevaban la cara tapada con capuchas y bragas militares".

Los agresores llegaron a agarrar a E. P. P. y se produjo un pequeño forcejeo. "Como estábamos en una esquina, para escapar de ellos tuvimos que echar a correr hacia la carretera, y fue entonces cuando nos pilló el autobús". Fuentes de la empresa Tuzsa indicaron ayer que, según habían escuchado, el conductor se encontró a los jóvenes encima del vehículo.

"A mi amigo le dio de lado, pero a mí me pegó de lleno -contó M. F. E.-. No llegué a perder el conocimiento, pero me dijeron que rompí la luna delantera. Me preguntaron si quería denunciar al chófer, pero, ¿cómo voy a echarle la culpa a él? ". Los heridos fueron trasladado en ambulancia al Hospital Clínico, donde M. F. E. quedó en Urgencias en observación .

-ayer pasó a planta-.

"Están ahí, al acecho"

Sobre sus atacantes, el joven explicó que unos testigos le habían dicho que, al ver el atropello, escaparon hacia la avenida de Goya. "Hay un grupo que siempre están ahí, al acecho, vigilando quién pasa por esas calles y atacando a quienes no les gustan -denunció M. F. E.-. Sientes muchísima rabia e impotencia, porque actúan a la vista de todo el mundo".

Ayer a mediodía, el joven apenas había podido hablar con su compañero de infortunio. "Mientras esperábamos en la sala de Urgencias comentamos que era la segunda vez que nos pasaba, .

pero no he vuelto a estar con él", dijo. En cuanto puedan, presentarán la correspondiente denuncia. Luego M. F. E. tendrá que recuperar su maltrecho brazo -los médicos le han dicho que las lesiones son complejas- antes de reincorporarse a la Universidad.
 
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