luis hernandez gomez
e-mergencista experimentado
Realmente no se en que pagina colocar esto, de una Emergencia Sanitaria.
Aca en Chile, sabemos que en Países como Brasil, Colombia estan con la mayor propagación e infecciones , por el Zika-
Existiendo cuatro casos en la Isla de Pascua y otros enfermos que han estado en Paises con esta Epidemia, aca en Chile. Que segun informaciones serian solo dos Paises que, se encuentran en mejor condiciones para defenderse de este insecto y sus consecuencias de propagación, ( por picadura ). Canadá y Chile
Sacado de Emol y la Empresa periodistica de Chile, Mercurio.
Tribuna
Lunes 15 de febrero de 2016
Aborto por zika: ¿política sanitaria o eugenésica?
Hernán Corral: "El aborto, o sea, la muerte violenta de un ser humano en gestación, pasa a ser considerado una medida "sanitaria" y de aseguramiento de derechos de la mujer. No se advierte que también son mujeres las criaturas concebidas de sexo femenino".
No es extraño que las organizaciones que promueven la legalización del aborto en los países latinoamericanos hayan encontrado en la epidemia del virus zika un buen medio para sensibilizar a la opinión pública en favor de sus postulados. La asociación, aún no comprobada, entre el contagio de mujeres embarazadas y el nacimiento de niños con microcefalia u otros desórdenes neurológicos, les resulta útil para reclamar que se legalice la "interrupción del embarazo" en países en los que el aborto provocado es delito en la mayor parte de sus supuestos.
Menos comprensible es que una oficina de la Organización de las Naciones Unidas cuya misión es promover los Derechos Humanos, de manera oficial, y sin ningún respaldo de la Organización Mundial de la Salud u otras entidades expertas, haya dictaminado, por sí y ante sí, que los países latinoamericanos debieran eliminar las leyes que penalizan el aborto y comenzar a garantizarlo como un "derecho reproductivo" de la mujer. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Ra'ad Al Hussein, declaró hace unos días que controlar la propagación del zika es un desafío para los gobiernos de América Latina, y que no basta como han hecho algunos con aconsejar a las mujeres que no se embaracen, sino que deben derogar las leyes y políticas que restringen el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. Explícitamente señaló que "los servicios integrales de salud sexual y reproductiva abarcan la anticoncepción -incluida la anti concepción de emergencia-, el cuidado de la salud materna y los servicios de aborto seguro...".
Se observa cuán hondo ha calado lo que el Papa Francisco ha denominado la "cultura del descarte". El aborto, o sea, la muerte violenta de un ser humano en gestación, pasa a ser considerado una medida "sanitaria" y de aseguramiento de derechos de la mujer. No se advierte que también son mujeres las criaturas concebidas de sexo femenino.
El Colegio Médico, a través de su presidente el Dr. Enrique Paris, ha dicho con razón que se trata de un lamentable llamado al aborto eugenésico. La eugenesia consiste justamente en descartar seres humanos por no tener ciertas calidades que se estiman deseables.
Se sostiene que el proyecto de ley de aborto que se propicia en Chile no contempla este supuesto de aborto eugenésico, ya que exige la inviabilidad del embrión o feto. Pero la verdad es que estamos hablando solo de grados de gravedad de una dolencia; en ambos casos se trata de seres humanos que padecen una enfermedad y que son eliminados precisamente a causa de esa "anormalidad". El aborto por inviabilidad fetal no es más que una forma de aborto eugenésico, la cual una vez aprobada no se ven razones para excluir las demás.
Resulta paradójico que sea un organismo encargado de velar por la universalidad de los Derechos Humanos el que abogue por esta moderna modalidad de eugenesia. Según sus propias declaraciones, esta Oficina "representa el compromiso mundial con los ideales universales de la dignidad humana" cuyo "único mandato es promover y proteger todos los derechos humanos". En la declaración sobre el virus zika claramente el Alto Comisionado ha olvidado su propia misión, porque ha pretendido reafirmar los derechos de las mujeres embarazadas, pero ha omitido totalmente los derechos de las niñas o niños gestados por ellas. Por cierto, nadie puede negar la angustiante situación de la embarazada que espera un hijo que podría nacer con una microcefalia u otra dolencia neurológica, pero es claro también que inducirla a eliminarlo antes de que nazca no resuelve nada y más bien agrava su condición de marginación y abandono.
En todo caso, aquellos políticos y parlamentarios que han manifestado su preocupación por las limitaciones a la soberanía nacional que podría implicar la aprobación del TPP, deberían también protestar contra una declaración de un organismo de las Naciones Unidas que pretende que los países de América Latina, incluido Chile, tienen la obligación de derogar sus leyes protectoras de la vida, para dar paso a una masiva eugenesia infantil in utero . ¿O es que la soberanía solo importa cuando se trata de asuntos comerciales?
Hernán Corral T.
Profesor de Derecho Civil
Universidad de los Andes
Aca en Chile, sabemos que en Países como Brasil, Colombia estan con la mayor propagación e infecciones , por el Zika-
Existiendo cuatro casos en la Isla de Pascua y otros enfermos que han estado en Paises con esta Epidemia, aca en Chile. Que segun informaciones serian solo dos Paises que, se encuentran en mejor condiciones para defenderse de este insecto y sus consecuencias de propagación, ( por picadura ). Canadá y Chile
Sacado de Emol y la Empresa periodistica de Chile, Mercurio.
Tribuna
Lunes 15 de febrero de 2016
Aborto por zika: ¿política sanitaria o eugenésica?
Hernán Corral: "El aborto, o sea, la muerte violenta de un ser humano en gestación, pasa a ser considerado una medida "sanitaria" y de aseguramiento de derechos de la mujer. No se advierte que también son mujeres las criaturas concebidas de sexo femenino".




No es extraño que las organizaciones que promueven la legalización del aborto en los países latinoamericanos hayan encontrado en la epidemia del virus zika un buen medio para sensibilizar a la opinión pública en favor de sus postulados. La asociación, aún no comprobada, entre el contagio de mujeres embarazadas y el nacimiento de niños con microcefalia u otros desórdenes neurológicos, les resulta útil para reclamar que se legalice la "interrupción del embarazo" en países en los que el aborto provocado es delito en la mayor parte de sus supuestos.
Menos comprensible es que una oficina de la Organización de las Naciones Unidas cuya misión es promover los Derechos Humanos, de manera oficial, y sin ningún respaldo de la Organización Mundial de la Salud u otras entidades expertas, haya dictaminado, por sí y ante sí, que los países latinoamericanos debieran eliminar las leyes que penalizan el aborto y comenzar a garantizarlo como un "derecho reproductivo" de la mujer. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Ra'ad Al Hussein, declaró hace unos días que controlar la propagación del zika es un desafío para los gobiernos de América Latina, y que no basta como han hecho algunos con aconsejar a las mujeres que no se embaracen, sino que deben derogar las leyes y políticas que restringen el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. Explícitamente señaló que "los servicios integrales de salud sexual y reproductiva abarcan la anticoncepción -incluida la anti concepción de emergencia-, el cuidado de la salud materna y los servicios de aborto seguro...".
Se observa cuán hondo ha calado lo que el Papa Francisco ha denominado la "cultura del descarte". El aborto, o sea, la muerte violenta de un ser humano en gestación, pasa a ser considerado una medida "sanitaria" y de aseguramiento de derechos de la mujer. No se advierte que también son mujeres las criaturas concebidas de sexo femenino.
El Colegio Médico, a través de su presidente el Dr. Enrique Paris, ha dicho con razón que se trata de un lamentable llamado al aborto eugenésico. La eugenesia consiste justamente en descartar seres humanos por no tener ciertas calidades que se estiman deseables.
Se sostiene que el proyecto de ley de aborto que se propicia en Chile no contempla este supuesto de aborto eugenésico, ya que exige la inviabilidad del embrión o feto. Pero la verdad es que estamos hablando solo de grados de gravedad de una dolencia; en ambos casos se trata de seres humanos que padecen una enfermedad y que son eliminados precisamente a causa de esa "anormalidad". El aborto por inviabilidad fetal no es más que una forma de aborto eugenésico, la cual una vez aprobada no se ven razones para excluir las demás.
Resulta paradójico que sea un organismo encargado de velar por la universalidad de los Derechos Humanos el que abogue por esta moderna modalidad de eugenesia. Según sus propias declaraciones, esta Oficina "representa el compromiso mundial con los ideales universales de la dignidad humana" cuyo "único mandato es promover y proteger todos los derechos humanos". En la declaración sobre el virus zika claramente el Alto Comisionado ha olvidado su propia misión, porque ha pretendido reafirmar los derechos de las mujeres embarazadas, pero ha omitido totalmente los derechos de las niñas o niños gestados por ellas. Por cierto, nadie puede negar la angustiante situación de la embarazada que espera un hijo que podría nacer con una microcefalia u otra dolencia neurológica, pero es claro también que inducirla a eliminarlo antes de que nazca no resuelve nada y más bien agrava su condición de marginación y abandono.
En todo caso, aquellos políticos y parlamentarios que han manifestado su preocupación por las limitaciones a la soberanía nacional que podría implicar la aprobación del TPP, deberían también protestar contra una declaración de un organismo de las Naciones Unidas que pretende que los países de América Latina, incluido Chile, tienen la obligación de derogar sus leyes protectoras de la vida, para dar paso a una masiva eugenesia infantil in utero . ¿O es que la soberanía solo importa cuando se trata de asuntos comerciales?
Hernán Corral T.
Profesor de Derecho Civil
Universidad de los Andes