El fuego se originó en una empresa de logística y, cuando se creía controlado, contagió al resto
Un incendio, cuyas causan se desconocen, arrasó ayer con más de 4.500 metros cuadrados de un total de seis naves de la zona industrial de Seseña Nuevo ubicada en las inmediaciones del Instituto de Educación Secundaria de la localidad. El fuego, según comentó a La Tribuna David Mora, miembro del equipo de bomberos de Illescas, se originó sobre las 7.00 horas de la mañana de ayer y al cierre de este rotativo las llamas seguían brillando.
En un principio, hasta el lugar de los hechos se desplazó una dotación del Consorcio de Bomberos, del parque de Toledo, y otra de Illescas. Ambas controlaron el incendio al mediodía, pero la amplitud de esa primera nave, de logística y paquetería, impidió que los efectivos pudieran sofocar por completo las llamas, motivo por el que el fuego se contagió, sobre las 14.00 horas, a otra nave colindante y de esta a otra y así sucesivamente hasta llegar a un total de seis empresas diferentes, casi todas con material inflamable, tales como celulosa.
Las llamas se avivaron de tal forma que fue necesario avisar a otra dotación de Toledo y a varias de la Comunidad de Madrid, dándose cita en el lugar de los hechos hasta un total de 50 bomberos, según manifestó Mora, que fueron visitados durante las labores por el presidente del Consorcio de Extinción de Incendios toledano, Eladio Luján.
A pesar de la cercanía con el Instituto, los jóvenes pudieron continuar sus clases con normalidad, tal y como señaló el alcalde de la localidad, Manuel Fuentes, quien comentó que el incendio, a pesar de todo, estuvo exclusivamente localizado en las naves.
Fuentes apuntó que hasta el lugar del siniestro también se desplazaron varios operarios del Ayuntamiento a fin de facilitar las labores lo máximo posible a los bomberos.
En este sentido, la ayuda fue fundamental para salvar el material de una empresa de pinturas, a la cual el fuego sólo afectó a la estructura de la nave -que quedó completamente calcinada- ya que toda la materia prima fue sacada antes de que pudiera ser incendiada.
pérdidas económicas. El primer edil de Seseña lamentó los hechos profundamente, no sólo por las enormes pérdidas económicas que ha traído consigo el suceso sino por las personas empleadas en las naves siniestradas, «que hoy no podrán acudir a trabajar».
Fuentes tuvo la oportunidad durante la fatídica jornada de poder hablar con algunos de los propietarios de los negocios. En algunos casos las empresas eran sucursales de otras con sede en otras provincias y a nivel informático no supuso un grave problema, sin embargo, en las locales, no fue así.
Al cierre de este rotativo aún no había cedido ninguna de las estructuras de las naves, si bien algunos techos se habían desplomado dadas las altísimas temperaturas que durante horas tuvieron que soportar.
Tal y como dijo Mora, la principal dificultad con la que se encontraron los bomberos, especialmente en el primer caso, en la nave de logística, fue el material incendiado. Se trataba de enormes cantidades de libros que prendieron con gran facilidad y que dificultaron la extinción.
enfriar y controlar. Sobre las 20.15 horas parte de las dotaciones que acudieron desde Madrid abandonaron Seseña. En ese momento, los que quedaron, se limitaron a enfriar las paredes de las naves, para que no se desplomaran, y a dejar que las llamas que estaban afectando al material se fueran sofocando por sí mismas. En definitiva, a controlar el recinto.
Según confirmaron fuentes del Consorcio, quienes informaron de que el turno que entró a las 8.00 horas de la mañana no pudo hacer el relevo de las 20.00 horas dada la intensa actividad, las labores de los efectivos se alargaron durante toda la madrugada pasada. Asimismo, añadieron que a las labores se fueron añadiendo otras dos dotaciones de Villacañas y otra de Santa Olalla, con lo que fueron cinco del Consorcio las unidades que conjuntamente trabajaron para controlar un fuego que aunque no ha traído consigo daños personales ha supuesto una grave pérdida material.
Un incendio, cuyas causan se desconocen, arrasó ayer con más de 4.500 metros cuadrados de un total de seis naves de la zona industrial de Seseña Nuevo ubicada en las inmediaciones del Instituto de Educación Secundaria de la localidad. El fuego, según comentó a La Tribuna David Mora, miembro del equipo de bomberos de Illescas, se originó sobre las 7.00 horas de la mañana de ayer y al cierre de este rotativo las llamas seguían brillando.
En un principio, hasta el lugar de los hechos se desplazó una dotación del Consorcio de Bomberos, del parque de Toledo, y otra de Illescas. Ambas controlaron el incendio al mediodía, pero la amplitud de esa primera nave, de logística y paquetería, impidió que los efectivos pudieran sofocar por completo las llamas, motivo por el que el fuego se contagió, sobre las 14.00 horas, a otra nave colindante y de esta a otra y así sucesivamente hasta llegar a un total de seis empresas diferentes, casi todas con material inflamable, tales como celulosa.
Las llamas se avivaron de tal forma que fue necesario avisar a otra dotación de Toledo y a varias de la Comunidad de Madrid, dándose cita en el lugar de los hechos hasta un total de 50 bomberos, según manifestó Mora, que fueron visitados durante las labores por el presidente del Consorcio de Extinción de Incendios toledano, Eladio Luján.
A pesar de la cercanía con el Instituto, los jóvenes pudieron continuar sus clases con normalidad, tal y como señaló el alcalde de la localidad, Manuel Fuentes, quien comentó que el incendio, a pesar de todo, estuvo exclusivamente localizado en las naves.
Fuentes apuntó que hasta el lugar del siniestro también se desplazaron varios operarios del Ayuntamiento a fin de facilitar las labores lo máximo posible a los bomberos.
En este sentido, la ayuda fue fundamental para salvar el material de una empresa de pinturas, a la cual el fuego sólo afectó a la estructura de la nave -que quedó completamente calcinada- ya que toda la materia prima fue sacada antes de que pudiera ser incendiada.
pérdidas económicas. El primer edil de Seseña lamentó los hechos profundamente, no sólo por las enormes pérdidas económicas que ha traído consigo el suceso sino por las personas empleadas en las naves siniestradas, «que hoy no podrán acudir a trabajar».
Fuentes tuvo la oportunidad durante la fatídica jornada de poder hablar con algunos de los propietarios de los negocios. En algunos casos las empresas eran sucursales de otras con sede en otras provincias y a nivel informático no supuso un grave problema, sin embargo, en las locales, no fue así.
Al cierre de este rotativo aún no había cedido ninguna de las estructuras de las naves, si bien algunos techos se habían desplomado dadas las altísimas temperaturas que durante horas tuvieron que soportar.
Tal y como dijo Mora, la principal dificultad con la que se encontraron los bomberos, especialmente en el primer caso, en la nave de logística, fue el material incendiado. Se trataba de enormes cantidades de libros que prendieron con gran facilidad y que dificultaron la extinción.
enfriar y controlar. Sobre las 20.15 horas parte de las dotaciones que acudieron desde Madrid abandonaron Seseña. En ese momento, los que quedaron, se limitaron a enfriar las paredes de las naves, para que no se desplomaran, y a dejar que las llamas que estaban afectando al material se fueran sofocando por sí mismas. En definitiva, a controlar el recinto.
Según confirmaron fuentes del Consorcio, quienes informaron de que el turno que entró a las 8.00 horas de la mañana no pudo hacer el relevo de las 20.00 horas dada la intensa actividad, las labores de los efectivos se alargaron durante toda la madrugada pasada. Asimismo, añadieron que a las labores se fueron añadiendo otras dos dotaciones de Villacañas y otra de Santa Olalla, con lo que fueron cinco del Consorcio las unidades que conjuntamente trabajaron para controlar un fuego que aunque no ha traído consigo daños personales ha supuesto una grave pérdida material.
