//mensaje publicado por JuanFra y editado por motivos técnicos (para que no haya un mensaje tan largo en la portada)//
Trabajo arriesgado.
Se piensa que son cuatro los factores que incrementan el riesgo de enfermedad cardiaca: presión sanguínea, aglutinamiento de plaquetas sanguíneas y los niveles de colesterol y homocisteina, unos supuestos bloqueantes arteriales. Si todo esto se puede reducir, el riesgo de padecer enfermedades cardiacas disminuirá.
La polipastilla deberá contener tres medicamentos diferentes para reducir la presión sanguínea, además de, aspirina para separar las plaquetas, estatina para reducir el colesterol y ácido fólico para normalizar los niveles de homocisteína. Todos estos medicamentos están disponibles de forma separada.
Aunque es una idea muy atractiva, la persona que tome la polipastilla no significa que pueda seguir llevando una vida poco saludable que contribuya a la aparición de enfermedades cardiacas e infarto. La obesidad, el sedentarismo, la diabetes y el tabaquismo no deben ser ignorados por quien tome esta pastilla. La polipastilla debe ser estudiada con mucho rigor para ver si presenta efectos secundarios o efectos rebote.
Ensayos a la polipastilla.
En primer lugar se comprobará el grado de reducción simultánea de los cuatro factores. Para ello se utilizará una población de más de 750 individuos.
Los análisis realizados por Wald sugieren que los efectos secundarios de la polipastilla pueden ser minimizados. Por ejemplo, los tres medicamentos de la presión sanguínea se pueden incluir a bajas dosis, por lo que se reduce los efectos negativos individuales mientras que se reduce la presión sanguínea de forma significativa.
Aunque el tratamiento podría estar disponible de dos a cinco años, la dificultad de encontrar financiación podría retrasar el lanzamiento. Todos los fármacos necesarios para confeccionar la polipastilla son muy baratos y no están patentados. No se sabe si este medicamento estará dentro de la lista de recetas del Ministerio de Sanidad Británico.
Algunos expertos británicos cuestionan si es rentable prescribir el fármaco para todos los individuos a partir de los 55 años. Wald comenta que, en el caso de las enfermedades cardiacas, las estadísticas obligan. “La mitad de nosotros padecerá una enfermedad cardiaca”, dice.
Traducido de Nature 27 June 2003 .
