Tras el tsunami, bomberos albaceteños llevaron la solidaridad a Sri Lanka

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Isabel Herrán

e-mergencista experimentado
Durante diez días han colaborado en la construcción de un edificio educativo y un orfanato para los niños

Miembros de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias de Albacete, Valencia y Alicante han regresado del viaje que realizaron durante diez días a Sri Lanka, en concreto, al municipio de Galle, para hacer entrega personalmente de los donativos recaudados en estos dos meses desde que viajaran por primera vez para participar en tareas de rescate de víctimas tras producirse el tsunami, que asoló gran parte del sureste asiático.
El presidente de la delegación albaceteña de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias, Enrique Jávega, bombero de profesión, informó que la campaña para captar fondos destinados a los damnificados del tsunami se inició hace dos meses, recaudándose 24.000 euros, «dinero que en su totalidad ha sido destinado a las familias necesitadas de esta catástrofe en el municipio de Galle, en concreto, para paliar algunas de las muchas necesidades que en su día percibimos».
En este sentido, Jávega transmitió a los albaceteños que han aportado sus donativos a esta campaña que «pueden estar tranquilos porque su dinero se ha invertido bien y ha llegado a los damnificados».
En concreto, los cinco bomberos que se han desplazado hasta Galle, en Sri Lanka, han llevado medicamentos solicitados en el momento de ocurrir la catástrofe por los médicos franceses, en especial, destinados a atender problemas dermatológicos y respiratorios en niños; así como una importante donación de productos de alimentación infantil, que se ha llevado en mano a la sala de maternidad del Hospital de Galle. También a petición de dicho centro hospitalario se les ha hecho llegar una báscula para pesar la comida de los pacientes ingresados, que fue adquirida en Galle.
Unido ello, con el dinero recaudado también se ha iniciado la construcción de dos edificios. Uno destinado a aulas educativas para niños que han quedado huérfanos tras el tsunami, y que presentan problemas tanto físicos como psíquicos, con capacidad para unos 60 niños. Según explicó Enrique Jávega, se trata de niños que tras ocurrir el maremoto estuvieron abandonados durante tres días y sin que nadie les diera nada de comer. El segundo edificio se convertirá en un orfanato con capacidad inicial para 24 niños, aunque inicialmente sólo se construirá una primera planta, «existe la previsión de hacer una segunda planta», agregó el presidente de la delegación albaceteña de Intervención, Ayuda y Emergencias. También se acondicionará la cocina del orfanato y el comedor, al tiempo que se adquirirá nuevo mobiliario para los dormitorios, ventiladores y mosquiteras.
Actuaciones éstas con las que se pretente ir reconstruyendo poco a poco una de las zonas más devastadas por el tsunami, ya que hasta el momento «apenas se observan cambios tras la tragedia ocurrida», aseguraron los cinco miembros de Intervención, Ayuda y Emergencias desplazados a la zona.
A este respecto, Enrique Jávega comentó que «todo está prácticamente igual que cuando sucedió el maremoto hace más de dos meses, tan sólo el olor a cadáveres y muertos ha desaparecido. Es cierto que la gente empieza a hacer su vida, pero el país está totalmente destrozado, y apenas se aprecian actuaciones de reforma. Lo que sí funcionan normalmente son las empresas o negocios con aportaciones extranjeras».
Por ello, aprovechó la ocasión para decirle a la gente que con independencia de todo esto sigue siendo un destino atractivo para pasar las vacaciones.
Asimismo, Jávega insistió en que «se necesita mucho dinero para que el territorio afectado por el tsunami recobre la normalidad», sin embargo añadió que «sobre el terreno no hemos visto en qué se ha invertido todo el dinero recaudado de la solidaridad mundial, porque estamos hablando de cantidades de dinero fuertes, y lo importante es que llegue directamente. También puede ser que dado que el territorio devastado por el maremoto es muy grande, quizás haya llegado a otros lugares distintos a donde nosotros hemos estado».
Durante su estancia en Galle, los bomberos de esta ONG también tuvieron oportunidad de trabajar en los campos de refugiados, «consistentes en tiendas de campaña cedidas por el Gobierno italiano».
Por ello, tras analizar la situación, los miembros de Intervención, Ayuda y Emergencias vieron que una de las primeras necesidades que tenían las personas refugiadas en los campos de concentración eran las cocinas, por lo que se compraron cocinas para 156 familias.
Igualmente, con los 24.000 euros se contraron los servicios de diez albañiles.
Junto a Enrique Jávega también se ha desplazado a la zona otro albaceteño, José Crespo, así como dos miembros de la ONG de Alicante, y otra chica de Valencia.
Aseguran que si consiguen más donativos de la gente de España no dudarán en desplazarse de nuevo a la zona del desastre del maremoto para entregar dicha ayuda, con el fin de ir paliando en la medida de lo posible las muchas necesidades que tienen los que han sobrevivido al tsunami. Para ello, no descartan emprender nuevas iniciativas para atraer la solidaridad en este caso de los albaceteños, aunque por otro lado señalan que resulta duro «ir con la hucha pidiendo».

https://www.latribunadealbacete.es/noticia.asp?Noticia=32296
 
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