dcres
e-mergencista experimentado
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=208543
La Inspección de Trabajo ha ordenado al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que retire los tres desfibriladores disponibles en los cuarteles de Bomberos de la ciudad. La decisión se justifica porque sólo existen dos agentes con capacidad reconocida para manejar tales instrumentos, un número insuficiente para garantizar su buen uso.
Los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria no podrán manejar los desfibriladores disponibles, uno en cada uno de los tres cuarteles existentes, mientras el personal designado para el manejo de los equipos «no efectúe el curso de renovación correspondiente».
Un requerimiento de la Inspección de Trabajo dictado el 22 de febrero señala que «habiéndose constatado que sólo dos agentes han recibido el curso de renovación correspondiente, deberán tomarse las medidas necesarias para poner fuera de uso los citados desfibriladores, en tanto todo el personal no reciba el curso de renovación que autoriza su uso, mediante su retirada y custodia». Además se fija como «inmediato» el plazo para el cumplimiento de tal exigencia, «en orden a la subsanación de las deficiencias detectadas».
La medida es el resultado de la inspección realizada el 7 de febrero, tras una denuncia sindical. El propio jefe del servicio aportó a la Inspección un escrito del médico responsable de Prevención municipal en el que se da la instrucción de «dejar fuera de uso el desfibrilador automático externo hasta que el personal designado para el manejo del equipo no efectúe el curso de renovación correspondiente». Según relata el informe, únicamente han recibido el curso de reciclaje correspondiente dos agentes «por razones de falta de partida presupuestaria».
confusión. Para Martín García, portavoz del CSIF en el Cuerpo de Bomberos, «lo más confuso de todo esto es que la Inspección de Trabajo, en vez de hacer cumplir la ley, obliga a retirar los aparatos, con lo que se está cercenando la posibilidad de salvar vidas».
El sindicalista recuerda que ya «son importantes las carencias, porque se dispone de un desfibrilador por cada cuartel cuando lo más lógico sería que hubiese uno por unidad, pero lo que no esperábamos era que la respuesta a la desidia del ayuntamiento fuese a agravar la situación y a perjudicar a los ciudadanos, porque ahora no podremos atender a los afectados que sufran un paro cardiaco durante una emergencia».
http://tecnicosdeemergencias.blogspot.com/
La Inspección de Trabajo ha ordenado al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que retire los tres desfibriladores disponibles en los cuarteles de Bomberos de la ciudad. La decisión se justifica porque sólo existen dos agentes con capacidad reconocida para manejar tales instrumentos, un número insuficiente para garantizar su buen uso.
Los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria no podrán manejar los desfibriladores disponibles, uno en cada uno de los tres cuarteles existentes, mientras el personal designado para el manejo de los equipos «no efectúe el curso de renovación correspondiente».
Un requerimiento de la Inspección de Trabajo dictado el 22 de febrero señala que «habiéndose constatado que sólo dos agentes han recibido el curso de renovación correspondiente, deberán tomarse las medidas necesarias para poner fuera de uso los citados desfibriladores, en tanto todo el personal no reciba el curso de renovación que autoriza su uso, mediante su retirada y custodia». Además se fija como «inmediato» el plazo para el cumplimiento de tal exigencia, «en orden a la subsanación de las deficiencias detectadas».
La medida es el resultado de la inspección realizada el 7 de febrero, tras una denuncia sindical. El propio jefe del servicio aportó a la Inspección un escrito del médico responsable de Prevención municipal en el que se da la instrucción de «dejar fuera de uso el desfibrilador automático externo hasta que el personal designado para el manejo del equipo no efectúe el curso de renovación correspondiente». Según relata el informe, únicamente han recibido el curso de reciclaje correspondiente dos agentes «por razones de falta de partida presupuestaria».
confusión. Para Martín García, portavoz del CSIF en el Cuerpo de Bomberos, «lo más confuso de todo esto es que la Inspección de Trabajo, en vez de hacer cumplir la ley, obliga a retirar los aparatos, con lo que se está cercenando la posibilidad de salvar vidas».
El sindicalista recuerda que ya «son importantes las carencias, porque se dispone de un desfibrilador por cada cuartel cuando lo más lógico sería que hubiese uno por unidad, pero lo que no esperábamos era que la respuesta a la desidia del ayuntamiento fuese a agravar la situación y a perjudicar a los ciudadanos, porque ahora no podremos atender a los afectados que sufran un paro cardiaco durante una emergencia».
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