JORGE SECO
e-mergencista experimentado
Un mercante en situación crítica consigue llegar al puerto de A Coruña
Dos cargueros fueron auxiliados en el puerto de A Coruña tras sufrir daños y perder amarras
Lluvias intensas y ráfagas de viento superiores a los 90 kilómetros por hora al nivel del mar.
El temporal, que mantuvo a toda la flota amarrada, obligó a resguardarse en el puerto de A Coruña a un mercante que sufrió una aparatosa escora por un corrimiento de la carga y la rotura de la tapa de una escotilla que provocó la entrada de agua en una bodega. El Ilya, de 134 metros de eslora, transportaba madera de Suecia a Grecia. Por la mañana sufrió un golpe de mar que le causó daños, por lo que decidió entrar en la dársena coruñesa con el apoyo de remolcadores. Atracó poco antes de las seis de la tarde, en una operación coordinada por Capitanía Marítima.
Las labores para estabilizarlo continuaban al cierre de esta edición. El Ilya presentaba una fuerte escora de estribor, por lo que se decidió lastrarlo de babor para enderezarlo. Estaba previsto achicar durante la noche el agua de la bodega para retirar a continuación parte de la carga. El buque deberá permanecer en A Coruña hasta que pueda ser reparado.
No fue ésta la única incidencia que se registró en el puerto coruñés. Por la mañana, el carguero Etoile, que había llegado al muelle del Centenario con 31.000 toneladas de gluten, rompió dos cabos a causa del temporal, cuando se encontraba en plenas labores de desestiba. Una parte del buque se alejó unos 20 metros del cantil del muelle, aunque a las doce ya estaba en su posición original, tras la intervención de los remolcadores y amarradores.
También en Burela una avería en el motor impidió a un yate alemán continuar su travesía a Vigo para participar en la salida de la Volvo Ocean Race. A bordo del Tango, de 13,8 metros de eslora, navegaban tres hombres y dos mujeres de nacionalidad polaca. Alrededor de las cuatro de la tarde, cuando se encontraban a ocho millas al norte de San Cibrao, se quedaron sin máquina. Intentaron llegar a vela a Viveiro, pero tuvieron dificultades de gobierno, debido al viento y al oleaje, y pidieron auxilio al Centro de Salvamento Fisterra, desde donde movilizaron a la Salvamar Sargadelos, que los remolcó a Burela, donde atracaron a las seis de la tarde. El Tango tiene base en el puerto alemán de Fürstenwalde y su anterior escala había sido La Rochelle.
En Corcubión, dos pequeñas embarcaciones quedaron destrozadas tras perder los amarres y ser arrastradas contra las rocas.
Escorrentías en Carnota. O Pindo amaneció cubierto por un alud de lodo que se precipitó monte abajo, arrastrando arena, piedras, restos vegetales y cenizas de los incendios del verano. La riada llegó al centro urbano y afectó especialmente a la plaza de A Solaina, donde se formó una gran balsa de barro y agua que llegó a adentrarse en algunas viviendas.
Dos cargueros fueron auxiliados en el puerto de A Coruña tras sufrir daños y perder amarras
Lluvias intensas y ráfagas de viento superiores a los 90 kilómetros por hora al nivel del mar.
El temporal, que mantuvo a toda la flota amarrada, obligó a resguardarse en el puerto de A Coruña a un mercante que sufrió una aparatosa escora por un corrimiento de la carga y la rotura de la tapa de una escotilla que provocó la entrada de agua en una bodega. El Ilya, de 134 metros de eslora, transportaba madera de Suecia a Grecia. Por la mañana sufrió un golpe de mar que le causó daños, por lo que decidió entrar en la dársena coruñesa con el apoyo de remolcadores. Atracó poco antes de las seis de la tarde, en una operación coordinada por Capitanía Marítima.
Las labores para estabilizarlo continuaban al cierre de esta edición. El Ilya presentaba una fuerte escora de estribor, por lo que se decidió lastrarlo de babor para enderezarlo. Estaba previsto achicar durante la noche el agua de la bodega para retirar a continuación parte de la carga. El buque deberá permanecer en A Coruña hasta que pueda ser reparado.
No fue ésta la única incidencia que se registró en el puerto coruñés. Por la mañana, el carguero Etoile, que había llegado al muelle del Centenario con 31.000 toneladas de gluten, rompió dos cabos a causa del temporal, cuando se encontraba en plenas labores de desestiba. Una parte del buque se alejó unos 20 metros del cantil del muelle, aunque a las doce ya estaba en su posición original, tras la intervención de los remolcadores y amarradores.
También en Burela una avería en el motor impidió a un yate alemán continuar su travesía a Vigo para participar en la salida de la Volvo Ocean Race. A bordo del Tango, de 13,8 metros de eslora, navegaban tres hombres y dos mujeres de nacionalidad polaca. Alrededor de las cuatro de la tarde, cuando se encontraban a ocho millas al norte de San Cibrao, se quedaron sin máquina. Intentaron llegar a vela a Viveiro, pero tuvieron dificultades de gobierno, debido al viento y al oleaje, y pidieron auxilio al Centro de Salvamento Fisterra, desde donde movilizaron a la Salvamar Sargadelos, que los remolcó a Burela, donde atracaron a las seis de la tarde. El Tango tiene base en el puerto alemán de Fürstenwalde y su anterior escala había sido La Rochelle.
En Corcubión, dos pequeñas embarcaciones quedaron destrozadas tras perder los amarres y ser arrastradas contra las rocas.
Escorrentías en Carnota. O Pindo amaneció cubierto por un alud de lodo que se precipitó monte abajo, arrastrando arena, piedras, restos vegetales y cenizas de los incendios del verano. La riada llegó al centro urbano y afectó especialmente a la plaza de A Solaina, donde se formó una gran balsa de barro y agua que llegó a adentrarse en algunas viviendas.