JORGE SECO
e-mergencista experimentado
Galicia es la tercera comunidad con la tasa de mortalidad más elevada (1.102,7 fallecidos por cada cien mil habitantes en 2003), después de Asturias (1.202,9) y Aragón (1.120,2). En el extremo opuesto está Canarias, con 669 muertos por cada cien mil habitantes, y Madrid (734), revelaba ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) los datos de defunciones del año 2003.
La tasa estatal de mortalidad de hace dos años es de 916,16 fallecimientos por cada cien mil habitantes. En ese año se produjeron en España 384.828 defunciones, 16.210 más que el año pasado, lo que supone un 2,7 por ciento más que en el 2002.
En Galicia, las muertes fueron 29.805, 1.452 fallecimientos más que en el año 2002. Esta autonomía registra la tercera tasa de mortalidad más alta y ello se debe al elevado nivel de envejecimiento de su población, igual que sucede en Asturias y Aragón. La comunidad gallega tuvo, según el INE, las tasas más altas de defunciones por enfermedades cerebrovasculares, insuficiencias cardíacas y cáncer de próstata.
Por su parte, Asturias tuvo el mayor número de fallecidos por 100.000 habitantes en cuatro de las 16 principales causas de muerte (enfermedades isquémicas del corazón, cáncer de bronquios y pulmón, dolencias crónicas de las vías respiratorias inferiores y demencia). En Aragón, se registraron las tasas más altas en otras cuatro causas: enfermedad de Alzheimer, neumonía, cáncer de mama de la mujer e insuficiencia renal.
El verano
El incremento de la mortalidad, revela el INE, se concentró en 2003 en los meses de junio, julio y agosto, en los que se produjeron en España 12.919 muertes más que en el mismo periodo de 2002. Estos fallecimientos afectaron principalmente a las personas de 70 y más años, y en mayor medida a las mujeres que a los hombres.
Las elevadas temperaturas de ese año en los meses de junio, julio y agosto trajo como resultado el incremento de muertes por enfermedades como el Alzheimer (un 56,1%), los trastornos mentales senil y presenil (47,3%), las patologías respiratorias (31,5%), la senilidad (25,1%) o las dolencias circulatorias (12,8%).
En el caso de Galicia, el crecimiento fue del 7,5%, el menor porcentaje registrado, nada que ver con el 23,2% de Cataluña, o el 19,7% de Navarra. La media estatal es de 15,2%. Durante el resto del año 2003 la variación del número de defunciones fue mucho menor que en los meses de verano, situándose en niveles similares a los de años anteriores
La tasa estatal de mortalidad de hace dos años es de 916,16 fallecimientos por cada cien mil habitantes. En ese año se produjeron en España 384.828 defunciones, 16.210 más que el año pasado, lo que supone un 2,7 por ciento más que en el 2002.
En Galicia, las muertes fueron 29.805, 1.452 fallecimientos más que en el año 2002. Esta autonomía registra la tercera tasa de mortalidad más alta y ello se debe al elevado nivel de envejecimiento de su población, igual que sucede en Asturias y Aragón. La comunidad gallega tuvo, según el INE, las tasas más altas de defunciones por enfermedades cerebrovasculares, insuficiencias cardíacas y cáncer de próstata.
Por su parte, Asturias tuvo el mayor número de fallecidos por 100.000 habitantes en cuatro de las 16 principales causas de muerte (enfermedades isquémicas del corazón, cáncer de bronquios y pulmón, dolencias crónicas de las vías respiratorias inferiores y demencia). En Aragón, se registraron las tasas más altas en otras cuatro causas: enfermedad de Alzheimer, neumonía, cáncer de mama de la mujer e insuficiencia renal.
El verano
El incremento de la mortalidad, revela el INE, se concentró en 2003 en los meses de junio, julio y agosto, en los que se produjeron en España 12.919 muertes más que en el mismo periodo de 2002. Estos fallecimientos afectaron principalmente a las personas de 70 y más años, y en mayor medida a las mujeres que a los hombres.
Las elevadas temperaturas de ese año en los meses de junio, julio y agosto trajo como resultado el incremento de muertes por enfermedades como el Alzheimer (un 56,1%), los trastornos mentales senil y presenil (47,3%), las patologías respiratorias (31,5%), la senilidad (25,1%) o las dolencias circulatorias (12,8%).
En el caso de Galicia, el crecimiento fue del 7,5%, el menor porcentaje registrado, nada que ver con el 23,2% de Cataluña, o el 19,7% de Navarra. La media estatal es de 15,2%. Durante el resto del año 2003 la variación del número de defunciones fue mucho menor que en los meses de verano, situándose en niveles similares a los de años anteriores