Ya estamos otra vez liándola
1. Sobre la señalización luminosa
Sin entrar en formas y colores, las luces deben servir para indicar la presencia de un servicio cualquiera en la carretera, en el desempeño de sus funciones ordinarias. Esto es de aplicación para los servicios de seguridad y de emergencia, y tambiñen para los de servicios. ¿O es que acaso un barrendero no ocupa la carretera? ¿Acaso no nos importa su seguridad?
Otra cosa es la proliferación de luces y colores sin orden aparente, dando lugar a confusiones de lo más peligroso. En ese sentido lo que hace falta es una normalización coherente e inequívoca para todos. Y es que está muy bien que la policía se distinga del resto porque sus luces sean azules, pero que para el resto, para todos, bomberos, ambulancias y vehículos de servicios se indice el uso de luces ámbar (amarillo auto, Anexo XI del Reglamento General de Vehículos), pues como que no ayuda a discriminar si una luz pertenece a un servicio o a otro.
Y lo mejor de todo, que nadie habla o critica a esos chavales que amparándose en la moda del modding automovilístico meten luces azules bajo el capó del coche, de forma que crean confusiones al circular de noche aparentando ser vehículos policiales.
2. Sobre la señalización acústica
En este sentido creo que tenemos dos problemas: el desconocimiento y la falta de calidad de la señalización acústica.
Cuando hablo de desconocimiento me refiero a que la gente asocia con facilidad el rotativo con la sirena, de forma que al ver un vehículo con un puente de luces ya le asocia la existencia de una sirena, como pasa con los vehículos de limpieza. Y lo mejor de todo es que estos no llevan señalización acústica (bastante ruido hacen ya algunos al cumplir con su trabajo).
En cuanto a la falta de calidad, uno de los problemas de la señalización acústica es que indica a los ocupantes de la calzada la presencia de un vehículo prioritario, pero por lo general no indica desde donde viene, provocando distracciones y situaciones de lo más variopintas.
En ese sentido podemos destacar esas sirenas tan populares (las que nosotros llamamos coloquialmente "larga" y "corta", que son de variación de frecuencia rápida y lenta). Por mucho que suenen, resulta harto complicado discriminar de donde vienen. Lo contrario que sucede con la tradicional sirena asociada a los bomberos, o con la bitonal (Hi-Lo ó High-Low).
De nuevo repito lo de las luces. Sin que los vehículos de servicios lleven sirenas, se les critica por 'supuestamente llevarlas', y hay un montón de niñatos por la calle con sirenas en sus coches, que las usan para conseguir paso en la calzada, provocando no pocos altercados. Y poca gente se hace eco de este fenómeno.
3. Usos de la señalización luminosa
Por lo general, en lo que se refiere al puente de luces, creo que todos hacemos un uso correcto de los mismos, encendiéndolos cuando estamos en servicio urgente, y nada más.
Sin embargo, con respecto a otro tipo de luces de señalización, veo muchos errores. Si bien el más simple es que no se suele emplear la luz de posición (creo que así se llama, me refiero a esa parte fija del puente que se enciende por la noche indicando donde hay un vehículo policial y/o de emergencias en servicio que no está ocupado). Este problema viene derivado de los nuevos modelos de puente, que en su mayoría no permiten esta funcionalidad.
Lo que sí me parece grave, dentro de lo que cabe, es que la gente usa la
arrow-stick (la flecha) como le da la gana, sin ningún criterio definido. Esa señalización (una barra luminosa en la parte trasera del vehículo que indica una dirección), debe ser empleada para señalar hacia que lado de la circulación deben desplazarse los vehículos que se nos aproximen por detrás para facilitarnos nuestro trabajo.
Así, en ruta la flecha deberá estar en posición de flash, es decir, sin indicar dirección, pero indicando activación del recurso. Una vez en el lugar del suceso, según donde dejemos el vehículo, se pondrá señalando hacia la izquierda, hacia la derecha, o hacia ambas partes si se da el caso de ocupar un carril central.
4. Usos de la señalización acústica
Entendamos la señalizaciónm acústica como las sirenas, dejando a un margen la megafonía exterior.
Aquí es donde encuentro yo más problemas, pues cada uno aplica lo que conoce, sin orden aparente.
Por un lado, se debería realizar un cambio de sirena cuando se vaya a invadir un cruce, a rebasar un semáforo, o cualquier maniobra brusca que pueda ocasionar riesgos en la circulación.
Por otro lado, solo se debería emplear la señalización acústica cuando fuera necesario. Es decir:
Tanto de día como de noche, si no hay tráfico por la vía en la que estamos circulando, no es preciso recurrir a la señalización acústica. Esto es importante sobre todo por la noche, momento en el que las calles están más transitables que durante el día, y en el que los vecinos tienen que dormir y les molesta el ruido innecesario. ¡Ojo! Si hay un cruce sin visibilidad, o hace falta abrirse paso indicando nuestra situación de recurso activado, se usa la señalización acústica sea de día o de noche.
Por otra parte, en el caso de las ambulancias, durante el traslado de un paciente, ¿para qué recurrir a la señalización acústica? ¿No nos damos cuenta de que altera al paciente? Se supone que estamos trasladando a un paciente estabilizado, que puede llegar al hospital con tranquilidad. Se puede y se debe usar señalización luminosa, se pueden rebasar los semáforos en rojo con una breve señalización acústica si procede. Pero de ahí a marear innecesariamente al paciente... De acuerdo en que haba casos que lo requieran, pero serán los mínimos. Y en todo el tiempo que llevo metido en esto solo me ha pasado esa necesidad real en una ocasión.