cococharlie
e-mergencista experimentado
Tres agentes de la Policía Local de Logroño heridos por arma blanca, otros tres contusionados y un ciudadano de origen magrebí herido de gravedad, con varios impactos de bala, es el resultado de un tiroteo que se produjo anoche en una céntrica calle de la capital riojana.
Según explicó el concejal de Seguridad de Logroño, Rodolfo Rubio, pasadas la 21:15 de la noche se recibió una llamada en la sede de la Policía Local en la que unos vecinos avisaban de que estaban oyendo una discusión en el tercer piso del número 20 de la calle San Antón.
Trasladado al lugar de suceso un patrulla, el ciudadano magrebí se asomó a la calle con un cuchillo y amenazó a los agentes con arrojarles una bombona de butano, cosa que hizo después de cruzar unas palabras con los policías locales que le conminaron a deponer su actitud.
La patrulla pidió entonces refuerzos a la central de la Policía Local, que envió a todos a los agentes disponibles en ese momento, unos diez más, y entró en el edificio.
«Cuando subían a la vivienda, el agresor lanzó por la escalera otra bombona de gas, que le ocasionó heridas en un pie a un agente», afirmó Rubio.
Los policías locales que estaban fuera intentaron distraer la atención del sujeto para permitir que subieran dos nuevos agentes, a los que una mujer que había en el interior de la vivienda les franqueó el paso.
De momento se desconoce la relación que unía a ambos ocupantes del piso.
Una vez que la pusieron a resguardo en el descansillo de la escalera, el hombre que ocupaba el piso y al que testigos presenciales describen como una persona de alrededor de treinta años, vestido con una camisa blanca y unos vaqueros, se acercó a los agentes con dos cuchillos en las manos.
Uno de los policías locales repelió la agresión y abatió al magrebí, al que un principio dio por muerto, por lo que se retiró para dar cuenta del suceso.
«Sin embargo, parece que sólo estaba herido, así que se revolvió, forcejeó con él y con el otro agente y a consecuencia de ello uno de ellos perdió su pistola», afirmó Rubio, quien recalcó que en medio de este suceso uno de ellos fue herido por arma blanca.
El ocupante del piso se hizo con el arma y empezó a perseguir escaleras abajo a los agentes.
No se sabe si llegó a dispararles, aunque según el concejal hay dos impactos de bala en la escalera.
Al llegar a la calle, los agentes que huían del agresor, que portaba la pistola y un cuchillo, empezaron a gritar para que la gente que a esas horas paseaba por la calle se pusieran a cubierto.
Una vez en la vía pública, la Policía Local, según el edil logroñés realizó varios disparos de intimidación, antes de que el magrebí fuera abatido otra vez por los disparos de los agentes, dos de los cuales fueron heridos a su vez por arma blanca cuando intentaron arrebatarle en el suelo el arma y el cuchillo.
Una vez reducido, el agresor fue evacuado en una ambulancia a las urgencias del hospital San Millán, «con cuatro o cinco impactos de bala», según los datos que le transmitieron al concejal.
Los agentes fueron atendidos en el cercano centro de Salud Espartero y algunos de ellos recibieron ayuda psicológica.
De momento, la Policía Nacional, que acudió terminado el suceso al lugar de los hechos, sigue a estas horas recontando los casquillos que hay en la calle, escalera y vivienda y tomando declaración a la mujer que había con el agresor en el interior del inmueble «que esta medio destrozado», según el concejal.
Fuente. DIARIO DE NAVARRA
Según explicó el concejal de Seguridad de Logroño, Rodolfo Rubio, pasadas la 21:15 de la noche se recibió una llamada en la sede de la Policía Local en la que unos vecinos avisaban de que estaban oyendo una discusión en el tercer piso del número 20 de la calle San Antón.
Trasladado al lugar de suceso un patrulla, el ciudadano magrebí se asomó a la calle con un cuchillo y amenazó a los agentes con arrojarles una bombona de butano, cosa que hizo después de cruzar unas palabras con los policías locales que le conminaron a deponer su actitud.
La patrulla pidió entonces refuerzos a la central de la Policía Local, que envió a todos a los agentes disponibles en ese momento, unos diez más, y entró en el edificio.
«Cuando subían a la vivienda, el agresor lanzó por la escalera otra bombona de gas, que le ocasionó heridas en un pie a un agente», afirmó Rubio.
Los policías locales que estaban fuera intentaron distraer la atención del sujeto para permitir que subieran dos nuevos agentes, a los que una mujer que había en el interior de la vivienda les franqueó el paso.
De momento se desconoce la relación que unía a ambos ocupantes del piso.
Una vez que la pusieron a resguardo en el descansillo de la escalera, el hombre que ocupaba el piso y al que testigos presenciales describen como una persona de alrededor de treinta años, vestido con una camisa blanca y unos vaqueros, se acercó a los agentes con dos cuchillos en las manos.
Uno de los policías locales repelió la agresión y abatió al magrebí, al que un principio dio por muerto, por lo que se retiró para dar cuenta del suceso.
«Sin embargo, parece que sólo estaba herido, así que se revolvió, forcejeó con él y con el otro agente y a consecuencia de ello uno de ellos perdió su pistola», afirmó Rubio, quien recalcó que en medio de este suceso uno de ellos fue herido por arma blanca.
El ocupante del piso se hizo con el arma y empezó a perseguir escaleras abajo a los agentes.
No se sabe si llegó a dispararles, aunque según el concejal hay dos impactos de bala en la escalera.
Al llegar a la calle, los agentes que huían del agresor, que portaba la pistola y un cuchillo, empezaron a gritar para que la gente que a esas horas paseaba por la calle se pusieran a cubierto.
Una vez en la vía pública, la Policía Local, según el edil logroñés realizó varios disparos de intimidación, antes de que el magrebí fuera abatido otra vez por los disparos de los agentes, dos de los cuales fueron heridos a su vez por arma blanca cuando intentaron arrebatarle en el suelo el arma y el cuchillo.
Una vez reducido, el agresor fue evacuado en una ambulancia a las urgencias del hospital San Millán, «con cuatro o cinco impactos de bala», según los datos que le transmitieron al concejal.
Los agentes fueron atendidos en el cercano centro de Salud Espartero y algunos de ellos recibieron ayuda psicológica.
De momento, la Policía Nacional, que acudió terminado el suceso al lugar de los hechos, sigue a estas horas recontando los casquillos que hay en la calle, escalera y vivienda y tomando declaración a la mujer que había con el agresor en el interior del inmueble «que esta medio destrozado», según el concejal.
Fuente. DIARIO DE NAVARRA