Ayuda psicológica para los supervivientes del tsunami
Los supervivientes de grandes catástrofes, cuyos síntomas persisten a largo plazo, tienen un mayor riesgo de padecer problemas mentales moderados y severos, incluidas la depresión y el estrés post-traumático.
La compañía farmacéutica AstraZéneca, que ya había contribuido de forma directa con más de 600.000 euros, haciéndolos llegar -a través de sus compañías locales- a los afectados por el maremoto que asoló el sudeste asiático, ha impulsado ahora un grupo de trabajo para llevar ayuda psicológica a los supervivientes de esta catástrofe en Sri Lanka, en donde el maremoto ha causado la muerte de 13.000 personas y obligado al desplazamiento de más de 200.000.
El daño psicológico producido por este trauma está teniendo un profundo efecto en aquellos que sobrevivieron a la tragedia y fueron testigos de la misma. Las pesadillas nocturnas, las depresiones, y los sentimientos de culpa son síntomas frecuentes.
Las investigaciones sobre otras catástrofes indican que aquellos cuyos síntomas persisten a largo plazo tienen un mayor riesgo de padecer problemas mentales moderados y severos, incluidos la depresión y el estrés post-traumático.
Actualmente se sabe que la ayuda a la recuperación psicológica, el que la persona tenga conciencia de lo que le ha pasado y que comprenda las reacciones psicológicas y emocionales que está teniendo, es importante para mejorar la salud mental de los afectados. No obstante, se precisa la ayuda de un experto, el apoyo de terapeutas entrenados y un tipo de infraestructura sanitaria que, tras la devastación producida por el tsunami no era viable.
Por ello, un grupo de médicos asiáticos que trabajan en el Reino Unido ha formado un “Grupo de Trabajo de Ayuda en Salud Mental” para hacer llegar esta ayuda a Sri Lanka, contando con el apoyo de AstraZéneca para hacer viable el proyecto.
El profesor C. Mohan de este grupo de trabajo ha declarado que “incluso antes de esta catástrofe Sri Lanka únicamente tenía un pequeño grupo de psiquiatras y sanitarios entrenados en salud mental. Ahora la situación es especialmente difícil. A través de la coordinación de los programas de entrenamiento, podemos crear un grupo de trabajadores de salud mental que sea capaz de aliviar algunos de los peores efectos del trauma psicológico. El apoyo de AstraZéneca es especialmente bien acogido ya que permite que médicos de Sri Lanka apliquen sus conocimientos en su país natal en estos momentos tan críticos”.
El grupo de trabajo ya ha jugado un papel importante en la coordinación de los programas de salud mental para ayudar a los trabajadores de salud de modo que puedan identificar y ayudar a los que están más traumatizados. Hasta el momento el grupo de trabajo ha entrenado en intervención en casos de crisis a más de 130 voluntarios y a una ONG local, capacitándoles para proporcionar una especie de primeros auxilios de ayuda psicológica.
Por su parte, Julie Mallaby, en representación de AstraZéneca en este proyecto, ha declarado: “Como compañía con tradición de ayuda a mejorar la salud mental de las personas, deseamos colaborar en este tipo de iniciativas que proporcionan mucha de la experiencia que se necesita para trabajar con las personas traumatizadas por el tsunami. Nuestra relación con los grupos que trabajan en Asia demuestra que actualmente podemos trabajar tanto a nivel local como global para ayudar a las víctimas de esta catástrofe”. También ha anunciado que esta compañía patrocinará más adelante la conferencia que tienen prevista los grupos de trabajo asiáticos en Sri Lanka para analizar la forma en que trabajan con los afectados por esta catástrofe.
Los supervivientes de grandes catástrofes, cuyos síntomas persisten a largo plazo, tienen un mayor riesgo de padecer problemas mentales moderados y severos, incluidas la depresión y el estrés post-traumático.
La compañía farmacéutica AstraZéneca, que ya había contribuido de forma directa con más de 600.000 euros, haciéndolos llegar -a través de sus compañías locales- a los afectados por el maremoto que asoló el sudeste asiático, ha impulsado ahora un grupo de trabajo para llevar ayuda psicológica a los supervivientes de esta catástrofe en Sri Lanka, en donde el maremoto ha causado la muerte de 13.000 personas y obligado al desplazamiento de más de 200.000.
El daño psicológico producido por este trauma está teniendo un profundo efecto en aquellos que sobrevivieron a la tragedia y fueron testigos de la misma. Las pesadillas nocturnas, las depresiones, y los sentimientos de culpa son síntomas frecuentes.
Las investigaciones sobre otras catástrofes indican que aquellos cuyos síntomas persisten a largo plazo tienen un mayor riesgo de padecer problemas mentales moderados y severos, incluidos la depresión y el estrés post-traumático.
Actualmente se sabe que la ayuda a la recuperación psicológica, el que la persona tenga conciencia de lo que le ha pasado y que comprenda las reacciones psicológicas y emocionales que está teniendo, es importante para mejorar la salud mental de los afectados. No obstante, se precisa la ayuda de un experto, el apoyo de terapeutas entrenados y un tipo de infraestructura sanitaria que, tras la devastación producida por el tsunami no era viable.
Por ello, un grupo de médicos asiáticos que trabajan en el Reino Unido ha formado un “Grupo de Trabajo de Ayuda en Salud Mental” para hacer llegar esta ayuda a Sri Lanka, contando con el apoyo de AstraZéneca para hacer viable el proyecto.
El profesor C. Mohan de este grupo de trabajo ha declarado que “incluso antes de esta catástrofe Sri Lanka únicamente tenía un pequeño grupo de psiquiatras y sanitarios entrenados en salud mental. Ahora la situación es especialmente difícil. A través de la coordinación de los programas de entrenamiento, podemos crear un grupo de trabajadores de salud mental que sea capaz de aliviar algunos de los peores efectos del trauma psicológico. El apoyo de AstraZéneca es especialmente bien acogido ya que permite que médicos de Sri Lanka apliquen sus conocimientos en su país natal en estos momentos tan críticos”.
El grupo de trabajo ya ha jugado un papel importante en la coordinación de los programas de salud mental para ayudar a los trabajadores de salud de modo que puedan identificar y ayudar a los que están más traumatizados. Hasta el momento el grupo de trabajo ha entrenado en intervención en casos de crisis a más de 130 voluntarios y a una ONG local, capacitándoles para proporcionar una especie de primeros auxilios de ayuda psicológica.
Por su parte, Julie Mallaby, en representación de AstraZéneca en este proyecto, ha declarado: “Como compañía con tradición de ayuda a mejorar la salud mental de las personas, deseamos colaborar en este tipo de iniciativas que proporcionan mucha de la experiencia que se necesita para trabajar con las personas traumatizadas por el tsunami. Nuestra relación con los grupos que trabajan en Asia demuestra que actualmente podemos trabajar tanto a nivel local como global para ayudar a las víctimas de esta catástrofe”. También ha anunciado que esta compañía patrocinará más adelante la conferencia que tienen prevista los grupos de trabajo asiáticos en Sri Lanka para analizar la forma en que trabajan con los afectados por esta catástrofe.