tanidya
e-mergencista experimentado
Remite el temporal que azotó Gipuzkoa y desbordó el Bidasoa, el Urumea y el Deba
La lluvia y vientos de hasta 135 km/h provocaron desprendimientos de tierra y balsas de agua que complicaron el tráfico en las carreteras Huertas, garajes e instalaciones deportivas quedaron anegadas
J.M.V./
La crecida del río Bidasoa ocultó bajo las aguas tramos enteros de la N-121-A, que estuvo cortada al tráfico durante toda la mañana. [ZARBO]
SAN SEBASTIÁN. DV. El temporal de viento y lluvia causó ayer innumerables complicaciones en Gipuzkoa. Durante la madrugada del sábado llovió tanto -en la comarca del Bidasoa se registraron valores de más de 90 litros por metro cuadrado en apenas 24 horas- que los cauces de los ríos Bidasoa, Urumea y Deba no dieron más de sí y se desbordaron. En el caso del Bidasoa, el desbordamiento anegó parte de la N-121-A, que tuvo que ser cortada al tráfico, y zonas de cultivos. Fue también una jornada marcada por el viento, con rachas de hasta 135 km/h, registradas en Jaizkibel, lo que hizo que los bomberos se emplearan a fondo retirando troncos y vallas caídas. Asimismo, el tráfico se vio afectado por desprendimientos de tierra en Aretxabaleta, Zumarraga y la carretera entre Getaria y Zumaia.
Consecuencia de la abundante lluvia caída durante la jornada del viernes y la madrugada de ayer, el Departamento de Interior del Gobierno Vasco decidió activar los dispositivos de control de los niveles de los ríos en Gipuzkoa. En concreto, desde el gabinete dirigido por Javier Balza se temía por el Bidasoa, Urumea, Araxes, Deba y Oria.
La cuenca del Bidasoa fue la primera en no soportar el caudal que ayer llevaba el río y se desbordó en varios puntos, a su paso por la N-121-A. El río devoró literalmente la carretera, que estuvo cortada al tráfico durante varias horas de la mañana, a la altura de Igantzi. La Ertzaintza recomendó desviar el tráfico a Pamplona desde la frontera de Irún por la A-15.
La crecida del río provocó que se inundaran terrenos de cultivo cercanos a la desembocadura en Irún, en el barrio de Behobia. El desbordamiento afectó asimismo a las huertas de Biriatou, en la ribera Francesa del Bidasoa.
El cauce del Urumea también desarrolló ayer una crecida espectacular y se desbordó. Según confirmó la Policía Municipal de Hernani, el río anegó el campo de rugby de Landare, algunas huertas cercanas al recinto deportivo y terrenos de Ergobia y Astigarraga. Asimismo, la guardia municipal señaló que «vecinos de la localidad estuvieron sin luz durante varias horas de la jornada de ayer, a causa del viento».
También creó problemas el Deba, pero esta vez a causa de las obras que se están acometiendo en el puente Mutriku-Deba. La zona más perjudicada fue el campo de fútbol Errotza Zar, que quedó totalmente anegado, y huertas cercanas. El Deba originó también problemas en Arrasate, inundando bajos y garajes, mientras que el Urola , a punto estuvo de salirse de su cauce en la zona de Elorregi de Legazpi.
Cortes de carretera
El temporal tuvo también incidencia en el tráfico, a cusa de desprendimientos de tierra en las carreteras de Gipuzkoa. En concreto, la GI-627, en Arrasate estuvo cortada al tráfico desde las nueve de la mañana hasta últimas horas de la tarde de ayer a causa de un desprendimiento de tierra. El torrontero de barro y piedras afectó a cerca de 40 metros de los dos carriles de la citada carretera. El tráfico se desvió por el centro de Arrasate, informa Joxebi Ramos.
Según señaló la Ertzaintza, por la mañana también hubo desprendimientos de tierra en la GI-631, entre Azkoitia y Urretxu; en la N-634, entre Getaria y Zumaia; y en la subida de Itziar, en Deba; y por la tarde, en la GI-631, en Zumarraga. También estuvo cortada de madrugada la N-I en Irún, pero en este caso por la caída de árboles. Esta carretera registró numerosas balsas de agua en Villabona, Andoain y la variante de San Sebastián.
Por la tarde, la resaca del temporal dejó cubierto de ramas y troncos el puerto deportivo de Hondarribia. Asimismo, hasta los amarres de cuatro pequeñas embarcaciones de recreo se soltaron por la fuerza de las aguas y quedaron varadas en Hendaya.
La lluvia y vientos de hasta 135 km/h provocaron desprendimientos de tierra y balsas de agua que complicaron el tráfico en las carreteras Huertas, garajes e instalaciones deportivas quedaron anegadas
J.M.V./
La crecida del río Bidasoa ocultó bajo las aguas tramos enteros de la N-121-A, que estuvo cortada al tráfico durante toda la mañana. [ZARBO]
SAN SEBASTIÁN. DV. El temporal de viento y lluvia causó ayer innumerables complicaciones en Gipuzkoa. Durante la madrugada del sábado llovió tanto -en la comarca del Bidasoa se registraron valores de más de 90 litros por metro cuadrado en apenas 24 horas- que los cauces de los ríos Bidasoa, Urumea y Deba no dieron más de sí y se desbordaron. En el caso del Bidasoa, el desbordamiento anegó parte de la N-121-A, que tuvo que ser cortada al tráfico, y zonas de cultivos. Fue también una jornada marcada por el viento, con rachas de hasta 135 km/h, registradas en Jaizkibel, lo que hizo que los bomberos se emplearan a fondo retirando troncos y vallas caídas. Asimismo, el tráfico se vio afectado por desprendimientos de tierra en Aretxabaleta, Zumarraga y la carretera entre Getaria y Zumaia.
Consecuencia de la abundante lluvia caída durante la jornada del viernes y la madrugada de ayer, el Departamento de Interior del Gobierno Vasco decidió activar los dispositivos de control de los niveles de los ríos en Gipuzkoa. En concreto, desde el gabinete dirigido por Javier Balza se temía por el Bidasoa, Urumea, Araxes, Deba y Oria.
La cuenca del Bidasoa fue la primera en no soportar el caudal que ayer llevaba el río y se desbordó en varios puntos, a su paso por la N-121-A. El río devoró literalmente la carretera, que estuvo cortada al tráfico durante varias horas de la mañana, a la altura de Igantzi. La Ertzaintza recomendó desviar el tráfico a Pamplona desde la frontera de Irún por la A-15.
La crecida del río provocó que se inundaran terrenos de cultivo cercanos a la desembocadura en Irún, en el barrio de Behobia. El desbordamiento afectó asimismo a las huertas de Biriatou, en la ribera Francesa del Bidasoa.
El cauce del Urumea también desarrolló ayer una crecida espectacular y se desbordó. Según confirmó la Policía Municipal de Hernani, el río anegó el campo de rugby de Landare, algunas huertas cercanas al recinto deportivo y terrenos de Ergobia y Astigarraga. Asimismo, la guardia municipal señaló que «vecinos de la localidad estuvieron sin luz durante varias horas de la jornada de ayer, a causa del viento».
También creó problemas el Deba, pero esta vez a causa de las obras que se están acometiendo en el puente Mutriku-Deba. La zona más perjudicada fue el campo de fútbol Errotza Zar, que quedó totalmente anegado, y huertas cercanas. El Deba originó también problemas en Arrasate, inundando bajos y garajes, mientras que el Urola , a punto estuvo de salirse de su cauce en la zona de Elorregi de Legazpi.
Cortes de carretera
El temporal tuvo también incidencia en el tráfico, a cusa de desprendimientos de tierra en las carreteras de Gipuzkoa. En concreto, la GI-627, en Arrasate estuvo cortada al tráfico desde las nueve de la mañana hasta últimas horas de la tarde de ayer a causa de un desprendimiento de tierra. El torrontero de barro y piedras afectó a cerca de 40 metros de los dos carriles de la citada carretera. El tráfico se desvió por el centro de Arrasate, informa Joxebi Ramos.
Según señaló la Ertzaintza, por la mañana también hubo desprendimientos de tierra en la GI-631, entre Azkoitia y Urretxu; en la N-634, entre Getaria y Zumaia; y en la subida de Itziar, en Deba; y por la tarde, en la GI-631, en Zumarraga. También estuvo cortada de madrugada la N-I en Irún, pero en este caso por la caída de árboles. Esta carretera registró numerosas balsas de agua en Villabona, Andoain y la variante de San Sebastián.
Por la tarde, la resaca del temporal dejó cubierto de ramas y troncos el puerto deportivo de Hondarribia. Asimismo, hasta los amarres de cuatro pequeñas embarcaciones de recreo se soltaron por la fuerza de las aguas y quedaron varadas en Hendaya.