Isabel Herrán
e-mergencista experimentado
Australia, pagan el estrés del dueño
Que la depresión sea el mal de nuestro siglo es bien sabido. Pero que también perros y gatos lo sufren es menos conocido. Desde Australia llega la noticia de que cada vez son más los perros y gatos del país tratados con fármacos antidepresivos después de haber sido diagnosticados síntomas de trastornos obsesivos compulsivos (TOC). Según un experto de comporamiento animal, los animales afectados por el síndrome serían entre un 3 y un 6%.
El síndrome, cuyas características principales en el hombre son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes que crean la alarma o el miedo y causan comportamientos repetitivos, en los animales, sin embargo, se manifiesta con acciones como morderse la cola, correr en círculos, caminar de un lado a otro, cazas sombras o aseo excesivo.
En un discurso en el congreso anual de la Asociación Australiana Veterinaria en Brisbane, el experto Robert Stabler ha dicho que en los animales domésticos, el síndrome puede estar causado por una combinación de factores genéticos y ambientales. "En ocasiones, ambientes como una casa que se encuentra en ángulo entre dos carreteras o al lado de una escuela o negocio muy frecuentado, excitan a los animales, que comienzan a correr en círculo", ha dicho Stabler. "La causa puede ser una sobrecarga ambiental o social y factores como el estrés de sus dueños".
"A veces las personas están ansiosas y después de una jornada estresante en el trabajo trasmiten la ansiedad a sus animales, que comienzan a morder objetos o a caminar de un lado a otro", ha añadido. "El perro puede oler la adrenalina del dueño o percibir cambios en su lenguaje corporal y puede intentar atraer su atención corriendo en círculo. Y si el dueño se ríe, ese tipo de atención empeora las cosas".
Una actuación inmediata con los fármacos adecuados aumenta notablemente la posibilidad de superar las condiciones neuróticas. "Los fármacos antidepresivos como el Clomicam, el equivalente animal del Prozac, actúan devolviendo un equilibrio en el cerebro, aumentando los niveles de serotonina", ha dicho el experto. Aunque sean efectivos, los fármacos no son sin embargo la única respuesta. "Tenemos un estilo de vida tan lleno e intenso que es una pérdida de tiempo y de calidad. Lo que funciona es el amor, respeto y comprensión hacia el animal. La aversión a suministrar anti-depresivos a los animales es infundada, ha concluido Stabler. "El TOC tiene un fuerte impacto sobre el bienestar del animal y mientras que a los dueños les preocupan los efectos de un fármaco que actúa sobre el comportamiento, probablemente no dudarían en dar a sus animales fármacos por problemas físicos".
Noticia original en italiano: https://www.tgcom.it/mondo/articoli/articolo257700.shtml
Traducción: Isabel Herrán
https://www.perrosdebusqueda.com/noticias.htm
Que la depresión sea el mal de nuestro siglo es bien sabido. Pero que también perros y gatos lo sufren es menos conocido. Desde Australia llega la noticia de que cada vez son más los perros y gatos del país tratados con fármacos antidepresivos después de haber sido diagnosticados síntomas de trastornos obsesivos compulsivos (TOC). Según un experto de comporamiento animal, los animales afectados por el síndrome serían entre un 3 y un 6%.
El síndrome, cuyas características principales en el hombre son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes que crean la alarma o el miedo y causan comportamientos repetitivos, en los animales, sin embargo, se manifiesta con acciones como morderse la cola, correr en círculos, caminar de un lado a otro, cazas sombras o aseo excesivo.
En un discurso en el congreso anual de la Asociación Australiana Veterinaria en Brisbane, el experto Robert Stabler ha dicho que en los animales domésticos, el síndrome puede estar causado por una combinación de factores genéticos y ambientales. "En ocasiones, ambientes como una casa que se encuentra en ángulo entre dos carreteras o al lado de una escuela o negocio muy frecuentado, excitan a los animales, que comienzan a correr en círculo", ha dicho Stabler. "La causa puede ser una sobrecarga ambiental o social y factores como el estrés de sus dueños".
"A veces las personas están ansiosas y después de una jornada estresante en el trabajo trasmiten la ansiedad a sus animales, que comienzan a morder objetos o a caminar de un lado a otro", ha añadido. "El perro puede oler la adrenalina del dueño o percibir cambios en su lenguaje corporal y puede intentar atraer su atención corriendo en círculo. Y si el dueño se ríe, ese tipo de atención empeora las cosas".
Una actuación inmediata con los fármacos adecuados aumenta notablemente la posibilidad de superar las condiciones neuróticas. "Los fármacos antidepresivos como el Clomicam, el equivalente animal del Prozac, actúan devolviendo un equilibrio en el cerebro, aumentando los niveles de serotonina", ha dicho el experto. Aunque sean efectivos, los fármacos no son sin embargo la única respuesta. "Tenemos un estilo de vida tan lleno e intenso que es una pérdida de tiempo y de calidad. Lo que funciona es el amor, respeto y comprensión hacia el animal. La aversión a suministrar anti-depresivos a los animales es infundada, ha concluido Stabler. "El TOC tiene un fuerte impacto sobre el bienestar del animal y mientras que a los dueños les preocupan los efectos de un fármaco que actúa sobre el comportamiento, probablemente no dudarían en dar a sus animales fármacos por problemas físicos".
Noticia original en italiano: https://www.tgcom.it/mondo/articoli/articolo257700.shtml
Traducción: Isabel Herrán
https://www.perrosdebusqueda.com/noticias.htm