tanidya
e-mergencista experimentado
Un incendio arrasa una planta de reciclaje de vehículos en Amorebieta
El fuego quedó «totalmente» controlado, aunque las labores de extinción podrían prolongarse varios días
CARMEN BARREIRO/
El incendio tardó menos de una hora en propagarse por el depósito. [A. GALBARRIARTU]
AMOREBIETA. DV. Un incendio desatado ayer por la mañana en una planta de reciclaje de vehículos de Amorebieta obligó a movilizar a una veintena de bomberos para tratar de controlar el fuego lo antes posible -el incendio devoró las instalaciones «en apenas una hora»- y evitar que las llamas y el humo alcanzasen la autopista A-8, cuyo trazado discurre paralelo al solar que ocupa Fragnor S.L. La empresa, ubicada en el barrio zornotzarra de Erkoles y dedicada a la «gestión y tratamiento de vehículos fuera de uso mediante el proceso de fragmentación», ya sufrió un incendio similar hace un par de años.
Pese a la espectacularidad del fuego -la columna de humo podía verse a varios kilómetros de distancia-, no hubo que lamentar daños personales, según informó ayer el Departamento vasco de Interior. La densa cortina de humo levantada al incendiarse la chatarra hizo que los servicios de emergencia valorasen la posibilidad de cortar parcialmente la autopista, aunque finalmente no fue necesario interrumpir la circulación.
El incendio se desató pasadas las siete de la mañana por causas que todavía se están investigando. Al parecer, fue el vigilante de la chatarrería, en la que trabajan una veintena de operarios -en el momento del incendio no había actividad alguna en la planta- el que dio la voz de alarma. El Servicio de Emergencias movilizó entonces «un importante dispositivo de bomberos» para evitar que el fuego devorase el resto de las instalaciones, pero resultó «imposible».
«Las llamas tenían demasiada fuerza», explicó la técnico de Interior, Elena Moreno, desplazada al incendio. Pese a la virulencia del fuego -las altas temperaturas alcanzadas en el lugar del siniestro derritieron los focos y sirenas de varias dotaciones-, los bomberos lograron que el incendio quedase limitado a las instalaciones de la chatarrería.
El fuego quedó totalmente controlado en un par de horas, aunque las labores de extinción podrían prolongarse durante «varios días», según explicaron los técnicos de Atención de Emergencias desplazados al lugar del incendio. El incendio se propagó rápidamente por los cientos de bloques de chatarra que en ese momento se apilaban en el solar de la empresa. Dos grúas trabajaban ayer a destajo para tratar de separar los paquetes de metal todavía incandescente en que se han convertido los vehículos reciclados.
Vertido al río
Otra de las preocupaciones que más inquietaban a los técnicos de emergencias era que el humo pudiese alcanzar el barrio de Euba. Finalmente, las condiciones meteorológicas, con vientos flojos de componente oeste-noroeste, se aliaron con los vecinos y «posibilitaron que la columna se dispersase en altura y no llegase a las poblaciones habitadas». No obstante, los inquilinos de los caseríos más cercanos pasaron toda la tarde pendientes de un posible desalojo.
El incendio también movilizó a los técnicos de Medio Ambiente, que se desplazaron hasta Amorebieta para controlar que el agua procedente de la extinción del incendio se filtrase al río Ibaizabal. Para evitar la contaminación, los bomberos levantaron un dique de contención y canalizaron el agua hacia unas cisternas.
El fuego quedó «totalmente» controlado, aunque las labores de extinción podrían prolongarse varios días
CARMEN BARREIRO/
El incendio tardó menos de una hora en propagarse por el depósito. [A. GALBARRIARTU]
AMOREBIETA. DV. Un incendio desatado ayer por la mañana en una planta de reciclaje de vehículos de Amorebieta obligó a movilizar a una veintena de bomberos para tratar de controlar el fuego lo antes posible -el incendio devoró las instalaciones «en apenas una hora»- y evitar que las llamas y el humo alcanzasen la autopista A-8, cuyo trazado discurre paralelo al solar que ocupa Fragnor S.L. La empresa, ubicada en el barrio zornotzarra de Erkoles y dedicada a la «gestión y tratamiento de vehículos fuera de uso mediante el proceso de fragmentación», ya sufrió un incendio similar hace un par de años.
Pese a la espectacularidad del fuego -la columna de humo podía verse a varios kilómetros de distancia-, no hubo que lamentar daños personales, según informó ayer el Departamento vasco de Interior. La densa cortina de humo levantada al incendiarse la chatarra hizo que los servicios de emergencia valorasen la posibilidad de cortar parcialmente la autopista, aunque finalmente no fue necesario interrumpir la circulación.
El incendio se desató pasadas las siete de la mañana por causas que todavía se están investigando. Al parecer, fue el vigilante de la chatarrería, en la que trabajan una veintena de operarios -en el momento del incendio no había actividad alguna en la planta- el que dio la voz de alarma. El Servicio de Emergencias movilizó entonces «un importante dispositivo de bomberos» para evitar que el fuego devorase el resto de las instalaciones, pero resultó «imposible».
«Las llamas tenían demasiada fuerza», explicó la técnico de Interior, Elena Moreno, desplazada al incendio. Pese a la virulencia del fuego -las altas temperaturas alcanzadas en el lugar del siniestro derritieron los focos y sirenas de varias dotaciones-, los bomberos lograron que el incendio quedase limitado a las instalaciones de la chatarrería.
El fuego quedó totalmente controlado en un par de horas, aunque las labores de extinción podrían prolongarse durante «varios días», según explicaron los técnicos de Atención de Emergencias desplazados al lugar del incendio. El incendio se propagó rápidamente por los cientos de bloques de chatarra que en ese momento se apilaban en el solar de la empresa. Dos grúas trabajaban ayer a destajo para tratar de separar los paquetes de metal todavía incandescente en que se han convertido los vehículos reciclados.
Vertido al río
Otra de las preocupaciones que más inquietaban a los técnicos de emergencias era que el humo pudiese alcanzar el barrio de Euba. Finalmente, las condiciones meteorológicas, con vientos flojos de componente oeste-noroeste, se aliaron con los vecinos y «posibilitaron que la columna se dispersase en altura y no llegase a las poblaciones habitadas». No obstante, los inquilinos de los caseríos más cercanos pasaron toda la tarde pendientes de un posible desalojo.
El incendio también movilizó a los técnicos de Medio Ambiente, que se desplazaron hasta Amorebieta para controlar que el agua procedente de la extinción del incendio se filtrase al río Ibaizabal. Para evitar la contaminación, los bomberos levantaron un dique de contención y canalizaron el agua hacia unas cisternas.