Jandro
e-mergencista experimentado
Del diario "La Voz de Galicia", miércoles 26/10/2006:
Da a luz en la ambulancia que la trasladaba a un hospital coruñés
Una emergencia con final feliz
El vehículo tuvo que detenerse en las proximidades de un centro de salud y la mujer recibió la ayuda de dos doctoras y de los voluntarios de la Cruz Roja
(Firma: Emiliano Mouzo | Lugar: a coruña)
Ana Taibo no esperaba que su hija naciese tan precipitadamente, y es que aún le quedaban tres semanas para cumplir los nueve meses de embarazo. Sin embargo, Iria, como así llamarán a la niña, se adelantó a los plazos establecidos y nació a las ocho y media de la mañana de ayer en la ambulancia que trasladaba a su madre al hospital materno infantil Teresa Herrera, de A Coruña.
Durante toda la jornada del martes Ana Taibo se encontró bien, «con las típicas molestias» de la última fase de un embarazo, dijo. Sin embargo, sobre las tres de la madrugada empezó a sentir unos pequeños dolores que le parecieron que eran contracciones, pero de poca intensidad, muy suaves, cuenta la joven madre. Estas molestias fueron en aumento y además se producían de forma más frecuente. Decidió entonces avisar a su pareja, Dionisio Pedroviejo.
No lo dudaron más y, sobre las siete de la mañana, llamaron al servicio de urgencias 061, que envió una ambulancia a la vivienda de Ana, en la calle Monasterio de Jubia. Las primeras exploraciones demostraron que el parto podía producirse de un momento a otro, «ya que rompí aguas en ese instante», dijo Ana. Por esta razón llamaron a una ambulancia de la Cruz Roja, que procedió al traslado de Ana Taibo hasta el hospital. Pero cuando se encontraban a la altura del centro de salud del Ventorrillo, Ana le dijo a su marido que notaba que el bebé «estaba saliendo. Le vimos la cabecita», explicó la mujer.
Los técnicos de la Cruz Roja contrastaron lo que les decía Ana Taibo, detuvieron la ambulancia de inmediato y avisaron al equipo médico que presta sus servicios en el ambulatorio del Ventorrillo. Sin pensárselo dos veces, una doctora y una pediatra abandonaron sus consultas y se dirigieron al vehículo. Ambas médicas, con la ayuda de los miembros de la Cruz Roja y del propio padre de la criatura, lograron finalizar la tarea de nacer iniciada minutos antes y por propia iniciativa por la pequeña Iria.
Una vez completado el parto, la ambulancia se dirigió al Teresa Herrera. Las dos médicas quisieron acompañar en el trayecto a la pequeña Iria, a Ana y a Pedro. Ya en el hospital, los facultativos le realizaron las pruebas pertinentes al bebé y a su madre. Iria pesó al nacer 2 kilos y 810 gramos.
Su padre rebosaba felicidad y ya ni se acordaba de que tenía que continuar con los preparativos de la boda de la pareja, prevista para el 23 de noviembre.
Hacía catorce años que no nacía un bebé coruñés en una ambulancia de la Cruz Roja.
Da a luz en la ambulancia que la trasladaba a un hospital coruñés
Una emergencia con final feliz
El vehículo tuvo que detenerse en las proximidades de un centro de salud y la mujer recibió la ayuda de dos doctoras y de los voluntarios de la Cruz Roja
(Firma: Emiliano Mouzo | Lugar: a coruña)
Ana Taibo no esperaba que su hija naciese tan precipitadamente, y es que aún le quedaban tres semanas para cumplir los nueve meses de embarazo. Sin embargo, Iria, como así llamarán a la niña, se adelantó a los plazos establecidos y nació a las ocho y media de la mañana de ayer en la ambulancia que trasladaba a su madre al hospital materno infantil Teresa Herrera, de A Coruña.
Durante toda la jornada del martes Ana Taibo se encontró bien, «con las típicas molestias» de la última fase de un embarazo, dijo. Sin embargo, sobre las tres de la madrugada empezó a sentir unos pequeños dolores que le parecieron que eran contracciones, pero de poca intensidad, muy suaves, cuenta la joven madre. Estas molestias fueron en aumento y además se producían de forma más frecuente. Decidió entonces avisar a su pareja, Dionisio Pedroviejo.
No lo dudaron más y, sobre las siete de la mañana, llamaron al servicio de urgencias 061, que envió una ambulancia a la vivienda de Ana, en la calle Monasterio de Jubia. Las primeras exploraciones demostraron que el parto podía producirse de un momento a otro, «ya que rompí aguas en ese instante», dijo Ana. Por esta razón llamaron a una ambulancia de la Cruz Roja, que procedió al traslado de Ana Taibo hasta el hospital. Pero cuando se encontraban a la altura del centro de salud del Ventorrillo, Ana le dijo a su marido que notaba que el bebé «estaba saliendo. Le vimos la cabecita», explicó la mujer.
Los técnicos de la Cruz Roja contrastaron lo que les decía Ana Taibo, detuvieron la ambulancia de inmediato y avisaron al equipo médico que presta sus servicios en el ambulatorio del Ventorrillo. Sin pensárselo dos veces, una doctora y una pediatra abandonaron sus consultas y se dirigieron al vehículo. Ambas médicas, con la ayuda de los miembros de la Cruz Roja y del propio padre de la criatura, lograron finalizar la tarea de nacer iniciada minutos antes y por propia iniciativa por la pequeña Iria.
Una vez completado el parto, la ambulancia se dirigió al Teresa Herrera. Las dos médicas quisieron acompañar en el trayecto a la pequeña Iria, a Ana y a Pedro. Ya en el hospital, los facultativos le realizaron las pruebas pertinentes al bebé y a su madre. Iria pesó al nacer 2 kilos y 810 gramos.
Su padre rebosaba felicidad y ya ni se acordaba de que tenía que continuar con los preparativos de la boda de la pareja, prevista para el 23 de noviembre.
Hacía catorce años que no nacía un bebé coruñés en una ambulancia de la Cruz Roja.