PARTE I
ACLARACIÓN TÉCNICA SOBRE ARCÓN Y OTROS SISTEMAS
Estimados Señores, mi nombre es David Rodríguez y tras haber sido informado de las confusiones que se estaban generando en el foro, respecto a la temática del Rescate Canino en Catástrofes, decidí intervenir con el siguiente documento. No hay que confundir o tergiversar, la necesaria y obligatoria objetividad que requiere el tratamiento de esta disciplina, ya que cualquier transmisión de información errónea o incompleta, puede desencadenar graves consecuencias para el salvamento de vidas humanas; si los receptores de estas, son personas ajenas o incipientes en la materia.
Desde hace varios años, concretamente desde 1994, contamos con un excepcional e innovador aporte técnico-científico, al considerarse ultimado el método Arcón, un sistema para la formación e intervención de Equipos Caninos de Salvamento en Catástrofes, creado por D. Jaime Parejo García tras más de catorce años de estudio e investigación.
Lo que diferencia esencialmente a este método de otros, es el conjunto de siete técnicas conductuales Arcón (totalmente novedosas y creadas por el autor del sistema), las cuales se complementan e inciden con gran eficacia sobre tres parámetros fundamentales e interrelacionados en la operación de búsqueda; siendo estos la autonomía de trabajo, la motivación y la concentración. Estos parámetros llegan a optimizarse totalmente, utilizando como instrumentos básicos en la aplicación de las técnicas:
- La actitud corporal del guía.
- Un metódico proceso de análisis y observación de las conductas caninas y entornos donde se desarrolla el trabajo.
- Una constante dosificación técnica e individualizada de los recursos conductuales.
Una característica que siempre hace destacar a un equipo canino arconiano, es que el ejemplar formado con este sistema explota totalmente todos sus recursos físicos y síquicos durante el desarrollo de la búsqueda de una forma especialmente natural, voluntaria y fructuosa; sin que exista ninguna ayuda por parte del guía, o solicitud de apoyo por parte del can como pudiesen ser, la emisión de ladridos hacia este, giros de cabeza con la finalidad de visualizarlo, retornos hacia el mismo…
La eficacia del 100% en los equipos caninos arconianos, como bien decía el Señor Marcos del Río, se debe entre otros aspectos, a estos niveles óptimos de motivación, concentración y autonomía de trabajo; que hacen que el perro exprima totalmente todos sus recursos durante el desarrollo de la búsqueda, incluso potenciando órganos sensoriales, como es el del olfato; en donde llega a disminuir la cantidad de partículas olorosas necesarias para excitar a las células olfativas (modificación del umbral de estímulo), ya que el can centra su grado de atención de una forma extrema para la captación de esos rafts (trozos de células muertas desprendidas de la epidermis, que pueden estar suspendidas en el aire o depositadas sobre una superficie, dependiendo de su densidad, que se encuentran envueltos por el aire que expira la persona sepultada, sudor, grasas, bacterias, etc…). Por supuesto, hay que tener en cuenta las propias limitaciones caninas (ya que son seres vivos) y saber que existen unos umbrales de estímulos (intensidad mínima que requiere un estímulo para ser percibido) y unos niveles de agotamiento tanto físicos como síquicos; pero gracias a que el can explota esa totalidad de herramientas que posee para la búsqueda, se alcanza el nivel de eficacia con respecto a un ser vivo del 100%; no pudiéndose optimizar más estos valores, hecho que confirma y ratifica la consolidación de la metodología.
Es necesario informar también, que las técnicas Arcón, son estrictamente fieles a las racionales exigencias del protocolo científico convencional, habiendo sido reiteradamente sometidas a los pertinentes procesos de experimentación y verificación durante más de 14 años, hasta su culminación.
El condicionamiento clásico e instrumental, no es una creación, sino un mecanismo básico de aprendizaje, que se descubre accidentalmente en ambos casos (existiendo estos procesos desde siempre en la naturaleza, estando presentes en todo aprendizaje; pero no debemos confundirlo con algo innovador, novedoso, o exclusivo de un método; al igual que los procesos de generalización, discriminación, etc…), dándoseles un nombre para identificarlos; siendo sus descubridores respectivamente Pavlov y Skinner. Estos mecanismos son comprendidos por cualquier persona con una dosis de inteligencia normal, asimilándolos en cuestión de minutos; sin embargo las técnicas conductuales Arcón, vuelvo a repetir, cuyo valor como innovación científica, ha sido reconocido por varios equipos de los más prestigiosos doctores en España y Latinoamérica (licenciados en sicología, etología, biología, etc…), requieren de una gran dosis de paciencia, comprensión y estudio. Estas técnicas no son un descubrimiento fortuito de algo que existía previamente en la naturaleza, sino que han requerido de una invención, dedicación de tiempo, y proceso de seguimiento del riguroso protocolo científico convencional; para cuya asimilación (me refiero, a una básica, no en profundidad) requiere la participación en un período docente de cómo mínimo 250 horas teórico-prácticas; como el claro ejemplo, de hoy día, compañeros míos, como el Instructor del método Arcón, D. Adolfo Rojas Montesinos, miembro perteneciente a las Fuerzas Armadas Policiales del Estado Falcón (Venezuela), Sargento Mayor e Instructor del Banco Central de Venezuela, además de muchos más destacados expertos de diferentes países.
ACLARACIÓN TÉCNICA SOBRE ARCÓN Y OTROS SISTEMAS
Estimados Señores, mi nombre es David Rodríguez y tras haber sido informado de las confusiones que se estaban generando en el foro, respecto a la temática del Rescate Canino en Catástrofes, decidí intervenir con el siguiente documento. No hay que confundir o tergiversar, la necesaria y obligatoria objetividad que requiere el tratamiento de esta disciplina, ya que cualquier transmisión de información errónea o incompleta, puede desencadenar graves consecuencias para el salvamento de vidas humanas; si los receptores de estas, son personas ajenas o incipientes en la materia.
Desde hace varios años, concretamente desde 1994, contamos con un excepcional e innovador aporte técnico-científico, al considerarse ultimado el método Arcón, un sistema para la formación e intervención de Equipos Caninos de Salvamento en Catástrofes, creado por D. Jaime Parejo García tras más de catorce años de estudio e investigación.
Lo que diferencia esencialmente a este método de otros, es el conjunto de siete técnicas conductuales Arcón (totalmente novedosas y creadas por el autor del sistema), las cuales se complementan e inciden con gran eficacia sobre tres parámetros fundamentales e interrelacionados en la operación de búsqueda; siendo estos la autonomía de trabajo, la motivación y la concentración. Estos parámetros llegan a optimizarse totalmente, utilizando como instrumentos básicos en la aplicación de las técnicas:
- La actitud corporal del guía.
- Un metódico proceso de análisis y observación de las conductas caninas y entornos donde se desarrolla el trabajo.
- Una constante dosificación técnica e individualizada de los recursos conductuales.
Una característica que siempre hace destacar a un equipo canino arconiano, es que el ejemplar formado con este sistema explota totalmente todos sus recursos físicos y síquicos durante el desarrollo de la búsqueda de una forma especialmente natural, voluntaria y fructuosa; sin que exista ninguna ayuda por parte del guía, o solicitud de apoyo por parte del can como pudiesen ser, la emisión de ladridos hacia este, giros de cabeza con la finalidad de visualizarlo, retornos hacia el mismo…
La eficacia del 100% en los equipos caninos arconianos, como bien decía el Señor Marcos del Río, se debe entre otros aspectos, a estos niveles óptimos de motivación, concentración y autonomía de trabajo; que hacen que el perro exprima totalmente todos sus recursos durante el desarrollo de la búsqueda, incluso potenciando órganos sensoriales, como es el del olfato; en donde llega a disminuir la cantidad de partículas olorosas necesarias para excitar a las células olfativas (modificación del umbral de estímulo), ya que el can centra su grado de atención de una forma extrema para la captación de esos rafts (trozos de células muertas desprendidas de la epidermis, que pueden estar suspendidas en el aire o depositadas sobre una superficie, dependiendo de su densidad, que se encuentran envueltos por el aire que expira la persona sepultada, sudor, grasas, bacterias, etc…). Por supuesto, hay que tener en cuenta las propias limitaciones caninas (ya que son seres vivos) y saber que existen unos umbrales de estímulos (intensidad mínima que requiere un estímulo para ser percibido) y unos niveles de agotamiento tanto físicos como síquicos; pero gracias a que el can explota esa totalidad de herramientas que posee para la búsqueda, se alcanza el nivel de eficacia con respecto a un ser vivo del 100%; no pudiéndose optimizar más estos valores, hecho que confirma y ratifica la consolidación de la metodología.
Es necesario informar también, que las técnicas Arcón, son estrictamente fieles a las racionales exigencias del protocolo científico convencional, habiendo sido reiteradamente sometidas a los pertinentes procesos de experimentación y verificación durante más de 14 años, hasta su culminación.
El condicionamiento clásico e instrumental, no es una creación, sino un mecanismo básico de aprendizaje, que se descubre accidentalmente en ambos casos (existiendo estos procesos desde siempre en la naturaleza, estando presentes en todo aprendizaje; pero no debemos confundirlo con algo innovador, novedoso, o exclusivo de un método; al igual que los procesos de generalización, discriminación, etc…), dándoseles un nombre para identificarlos; siendo sus descubridores respectivamente Pavlov y Skinner. Estos mecanismos son comprendidos por cualquier persona con una dosis de inteligencia normal, asimilándolos en cuestión de minutos; sin embargo las técnicas conductuales Arcón, vuelvo a repetir, cuyo valor como innovación científica, ha sido reconocido por varios equipos de los más prestigiosos doctores en España y Latinoamérica (licenciados en sicología, etología, biología, etc…), requieren de una gran dosis de paciencia, comprensión y estudio. Estas técnicas no son un descubrimiento fortuito de algo que existía previamente en la naturaleza, sino que han requerido de una invención, dedicación de tiempo, y proceso de seguimiento del riguroso protocolo científico convencional; para cuya asimilación (me refiero, a una básica, no en profundidad) requiere la participación en un período docente de cómo mínimo 250 horas teórico-prácticas; como el claro ejemplo, de hoy día, compañeros míos, como el Instructor del método Arcón, D. Adolfo Rojas Montesinos, miembro perteneciente a las Fuerzas Armadas Policiales del Estado Falcón (Venezuela), Sargento Mayor e Instructor del Banco Central de Venezuela, además de muchos más destacados expertos de diferentes países.