JORGE SECO
e-mergencista experimentado
Dos jóvenes mueren en Betanzos (La Coruña) tras estrellarse a 210 km/h en una zona de 40 Km/h.
Antón Fernández Fariñas había cumplido 25 años el pasado mes de octubre, pero agotó sus días al volante de su coche ayer en Betanzos junto a su amigo Juan Carlos Seoane Veiga, de 21. El coche en el que viajaban se salió de la calzada, se estrelló contra el muro de una casa y dio bandazos y varias vueltas de campana a lo largo de 120 metros en el kilómetro 582 de la carretera N-VI, a escasos metros de la discoteca Acrópolis -a esa hora abarrotada de gente joven- y ante el restaurante La Casilla.
El accidente se produjo a las 6.40 horas. Los agentes de la Policía Local apenas tardaron unos minutos en llegar a la zona, ya que habían recibido una llamada de un vecino que denunció que había un coche circulando a gran velocidad por la zona.
Cuando llegaron, se encontraron la calzada sembrada de restos del coche siniestrado, a Juan Carlos, que viajaba como copiloto, tendido en la carretera a diez metros del automóvil, y a Antón, el conductor, atrapado en el interior con la cabeza apoyada en la bandeja del parabrisas trasero.
Los agentes están convencidos de que ninguno de los dos llevaba colocado el cinturón de seguridad y por eso salieron despedidos. Los bomberos de Betanzos acudieron a la zona para sacar del amasijo de hierros en el que se convirtió el coche.
El accidente tuvo gran repercusión en la comarca porque uno de los jóvenes fallecidos -el conductor- es el único hijo del alcalde de Bergondo y el otro pertenece a una familia muy conocida de Betanzos.
Antón Fernández Fariñas había cumplido 25 años el pasado mes de octubre, pero agotó sus días al volante de su coche ayer en Betanzos junto a su amigo Juan Carlos Seoane Veiga, de 21. El coche en el que viajaban se salió de la calzada, se estrelló contra el muro de una casa y dio bandazos y varias vueltas de campana a lo largo de 120 metros en el kilómetro 582 de la carretera N-VI, a escasos metros de la discoteca Acrópolis -a esa hora abarrotada de gente joven- y ante el restaurante La Casilla.
El accidente se produjo a las 6.40 horas. Los agentes de la Policía Local apenas tardaron unos minutos en llegar a la zona, ya que habían recibido una llamada de un vecino que denunció que había un coche circulando a gran velocidad por la zona.
Cuando llegaron, se encontraron la calzada sembrada de restos del coche siniestrado, a Juan Carlos, que viajaba como copiloto, tendido en la carretera a diez metros del automóvil, y a Antón, el conductor, atrapado en el interior con la cabeza apoyada en la bandeja del parabrisas trasero.
Los agentes están convencidos de que ninguno de los dos llevaba colocado el cinturón de seguridad y por eso salieron despedidos. Los bomberos de Betanzos acudieron a la zona para sacar del amasijo de hierros en el que se convirtió el coche.
El accidente tuvo gran repercusión en la comarca porque uno de los jóvenes fallecidos -el conductor- es el único hijo del alcalde de Bergondo y el otro pertenece a una familia muy conocida de Betanzos.