Muere tras caer 200 metros por un barranco desde el mirador

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Un hombre vecino de Legazpi falleció tras sufrir una caída desde doscientos metros de altura en el monte Aitzgorri. La víctima se encontraba desaparecida desde el lunes pasado. El cadáver fue localizado a media mañana de ayer por un helicóptero de la Ertzaintza que participaba en la operación de búsqueda que se había iniciado el miércoles por la tarde. En las labores intervinieron cerca de medio centenar de personas.

Miguel G.R., de 33 años, desapareció el lunes en las estribaciones de Urbia. La tardanza en regresar a su domicilio llevó a los familiares a denunciar el hecho ante al Ertzaintza. Las labores de búsqueda comenzaron el miércoles, tras la localización del vehículo en la explanada del santuario de Arantzazu. Aquella tarde, diversos grupos de rescate se desplegaron por diferentes zonas, sin conocer siquiera qué ruta había tomado. «No sabíamos si la persona que buscábamos se había dirigido monte arriba o hacia otro lugar y ello dificultó en un primer momento los trabajos», manifestó un técnico de Emergencias del Gobierno Vasco que coordinó la operación.

Efectivos de la Brigada Móvil de la Ertzaintza con perros adiestrados, miembros de la Cruz Roja y DYA provistos de quads así como un helicóptero de la Ertzaintza, junto a amigos y familiares del desaparecido, rastrearon diversos parajes a los que la víctima podría haberse dirigido. Los trabajos continuaron incluso entrada la noche. Precisamente durante las horas nocturnas uno de los intervinientes en la operación sufrió un accidente leve tras volcar una de las motos de cuatro ruedas.

Al amanecer, las labores se intensificaron hasta que, a las 10.30, el helicóptero detectó en el fondo de un barranco el cuerpo sin vida del desaparecido. A la vista de la ubicación del cadáver, todo apunta a que el joven legazpiarra cayó desde unos doscientos metros de altura desde el mirador de la crestería del Aitzgorri, situado junto a la ermita.

Dado lo abrupto del terreno y la dificultad que existía para que los equipos de rescate pudieran acceder a la zona a pie, se acordó efectuar el rescate desde el aire. De esta forma, el helicóptero se aproximó hasta el lugar donde yacía la víctima y desde el aparato descendieron dos miembros del grupo de salvamento. El cuerpo fue depositado en una camilla y posteriormente evacuado a Arantzazu, desde donde fue trasladado en un vehículo al Instituto de Medicina Legal de Donostia para serle practicada la autopsia.

La Ertzaintza ha abierto una investigación para determinar los motivos y circunstancias del suceso. Miguel G.R. había sufrido recientemente un fracaso sentimental. La víctima trabajaba en la empresa Bellota Herramientas de Legazpi.
 
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