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Cientos de médicos se examinan en Madrid por una plaza fija en el SNS
Sergio Alonso - Madrid.-
Sanidad quiere que los trabajadores del Sistema Nacional de Salud (SNS) demuestren de forma periódica que no han perdido destreza a la hora de prestar asistencia a los ciudadanos. Para ello, les obligará a acreditar «regularmente su competencia profesional» por medio de unas pruebas específicas. Así figura en el anteproyecto de Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) que el Ministerio someterá el 30 de abril a consulta de las comunidades autónomas, en el Pleno del Consejo Interterritorial.
El texto, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, constituye el tercer gran proyecto normativo que se trazó como reto Ana Pastor para esta legislatura, tras la Ley de Cohesión y Calidad del SNS y el Estatuto Marco de los trabajadores sanitarios. En el artículo 4, el Ministerio alude a esa obligación de los profesionales de superar una evaluación competencial, y añade en el artículo 8, que «en cada uno de los centros sanitarios se conservará el expediente de los profesionales de su plantilla, en el que figurarán la titulación y demás diplomas, certificados o credenciales profesionales». El artículo añade que «serán revisados cada tres años como mínimo, en orden a determinar la continuidad del derecho a seguir prestando atención al paciente», aunque no especifica quién se encargará de la revisión ni con qué criterios.
La LOPS, cuyo borrador ha provocado reparos en el Ministerio de Educación, según ha podido saber LA RAZÓN, pasa también de puntillas sobre un asuntos espinosos de la actualidad sanitaria, y determinante para que los médicos puedan acreditar esa competencia: el del reciclaje en sus conocimientos. En este sentido, remarca que los profesionales «realizarán a lo largo de su vida profesional una formación continuada», aunque el capítulo IV, dedicado a este aspecto, omite quién sufragará una labor que en la actualidad ejerce casi exclusivamente la industria farmacéutica. Guillermo Sierra, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), ha elogiado la voluntad de aprobar una norma demandada hace años, aunque echa en falta un sistema propio de formación «ante las dificultades que está poniendo a los facultativos para que acudan a simposios organizados por laboratorios».
El anteproyecto enumera las principales profesiones sanitarias. Entre los facultativos figuran médicos, farmacéuticos, odontólogos y veterinarios. Entre los diplomados, enuncia a enfermeros, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, podólogos, ópticos optometristas y logopedas. En sus 46 páginas, alude también a aspectos como la dirección de los centros sanitarios, aunque delega en las autonomías el establecimiento de criterios para el nombramiento de directores, lo que es interpretado por el sector como una renuncia a profesionalizar la gestión en España.
La LOPS dedica también un artículo, el 39, «al desarrollo y la carrera profesional». Según Sanidad, «la carrera se articulará en cuatro grados para los profesionales de nivel facultativo, y en tres para los de di-plomado». Añade que el acceso a grados superiores «requerirá la evaluación favorable de los méritos, especialmente los relativos a conocimientos, competencias, formación continuada acreditada e investigación», y la actividad asistencial del interesado. Éste será evaluado por un Comité creado en cada centro.
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