//mensaje publicado por Juanfra y editado para dividirlo por cuestiones técnicas//
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Se están aprendiendo muchas cosas de otras epidemias de enfermedades infecciosas previas a esta y de esta misma. En ausencia de vacunas o medicamentos efectivos, los brotes de enfermedades infecciosas producidas por vía respiratoria deben tenerse en cuenta muy seriamente.
La única forma de controlar la epidemia es bloqueando la transmisión de la infección. Si las Autoridades Sanitarias identifican a los individuos infectados con el Síndrome Respiratorio Grave Severo y los aislan durante el tiempo necesario, el ciclo de transmisión se romperá. Si esto no ocurre así, hay grandes posibilidades de que el SRGA permanezca entre la población , y tengamos que convivir con él durante mucho tiempo. El aislamiento voluntario y con garantías es uno de los grandes inconvenientes para la mayoría de las personas, pero debemos decirles que es una de las mejores herramientas que tenemos para salvar vidas.
Son los enormes impactos económicos y políticos que provocan las epidemias, los que hacen dudar a las Autoridades Sanitarias antes de declarar al mundo que su país tiene una epidemia. Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció en Marzo, después de que uno de sus especialistas en enfermedades infecciosas se infectara de SRGA en Hanoi y muriera, que había casos similares en Hong Kong y rumores de más casos en China, se declaró una Alerta Mundial por primera vez en la historia de la OMS. Esto dio tiempo a todos los países para preparase ante una potencial epidemia global. Si las Autoridades Sanitarias realmente trabajaron bien y el problema sanitario se previno, hay evidencias para señalar que algo muy importante se hizo. Cuando las Autoridades Sanitarias no actúan con la suficiente rapidez, los brotes se convierten en epidemias. Si las Autoridades Sanitarias no avisan de un brote, se pueden perder millones de euros de la economía nacional, como ocurrió en India en 1994 o en Estados Unidos en 1976. Estas lecciones equivocadas se deberían tener en cuenta para el caso del SRGA y dar paso a una nueva legislación de emergencia cuyo único objetivo sea la investigación y control del SRGA. En los Estados Unidos, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) ha destinado a 300 personas a trabajar sobre el SRGA; el Instituto Nacional de Salud tiene una nueva fundación para estudiar las enfermedades infecciosas, aunque muchos de sus empleados están investigando en cómo identificar agentes bioterroristas. Pero ninguna Organización Sanitaria Nacional tiene la capacidad suficiente para responder rápidamente ante una enfermedad emergente. Los brotes continuarán siendo una realidad, y el mundo deberá estar preparado para responder en una dirección u otra si es necesario. Las enfermedades infecciosas no respetan fronteras. Una de los hechos más importantes desde Septiembre de 2001, es que la seguridad de los Estados Unidos se ha incrementado con la colaboración de expertos de todo el mundo. Con esto se ha potenciado la capacidad de identificar nuevas amenazas sanitarias y la capacidad científica de manejarlas de forma local. Mientras que en los años 80 se tardó 2 años en identificar el VIH como agente etiológico del SIDA. En el 2003, la OMS ha creado una magnífica red de laboratorios en 10 países, que identificaron el virus asociado al SRGA en 2 semanas y su genoma en 2 más. Estos laboratorios comparten sus conocimientos para el beneficio de todos.
Traducido de SCIENCE VOL 300 del 2 de Mayo del 2003. Editorial escrito por Barry R. Bloom, decano de Harvard School of Public Health, Boston, MA.