Padiola
e-mergencista experimentado
Efectos de un largo conflicto.Detectados retrasos notables en las salidas de la segunda unidad medicalizada de Vigo y en la de Cangas al no estar en sus bases
El conflicto de las ambulancias está generando problemas que podrían llegar a ser graves, más allá de los servicios mínimos con los que funciona la asistencia de enfermos durante la huelga. Según confirmaron ayer fuentes médicas de la red sanitaria gallega, al menos dos servicios estarían acumulando notables retrasos en sus salidas para prestar asistencia desde que se vive el conflicto laboral.
La segunda ambulancia medicalizada de Vigo (la de atención a los casos más graves) está demorando su puesta en servicio unos seis minutos, mientras que la unidad de Cangas acumula retrasos de hasta 15 minutos por encima de lo habitual.
Para preservar la integridad de los vehículos ante la posible actuación contra ellos de piquetes, en los dos casos se habría optado por resguardarlos en el complejo del Rebullón y en el cuartel de la Guardia Civil de Cangas, respectivamente. Dichos cambios de base conllevan los retrasos mencionados, dado que el personal que atiende los servicios debe desplazarse desde sus centros de salud hasta donde se encuentran ahora las ambulancias, y en el caso de la medicalizada, abrir y cerrar portones, circunstancia que demora la salida.
Cambio autorizado
Ambas situaciones fueron reseñadas por personal médico y técnico del Sergas y del propio servicio de ambulancias al 091, que sin embargo habría autorizado el cambio temporal de ubicación de las unidades.
Los retrasos denunciados, y que en este caso no estarían dando lugar a sanciones a empresas y personal como marcan las cláusulas de adjudicación de los distintos servicios de ambulancias, está propiciando que vehículos con base en Vigo estén cubriendo parte de los ámbitos de actuación de las dos unidades que acumulan demoras, precisamente para evitar dichos retrasos.
Las ambulancias medicalizadas tienen la obligación de salir a los servicios en tres minutos, siendo sancionados si superan dicho plazo. El margen de llegada para la atención de un paciente es considerada vital sobre todo en el caso de accidentes de tráfico y paradas cardio-respiratorias, donde la actuación después de los primeros diez minutos puede llegar a ser inútil.
A Coruña, la otra ciudad gallega con dos unidades medicalizadas, cuenta con sus dos unidades en el centro de la ciudad, no como en el caso de Vigo, donde la segunda se ubica en Mos.
El conflicto de las ambulancias está generando problemas que podrían llegar a ser graves, más allá de los servicios mínimos con los que funciona la asistencia de enfermos durante la huelga. Según confirmaron ayer fuentes médicas de la red sanitaria gallega, al menos dos servicios estarían acumulando notables retrasos en sus salidas para prestar asistencia desde que se vive el conflicto laboral.
La segunda ambulancia medicalizada de Vigo (la de atención a los casos más graves) está demorando su puesta en servicio unos seis minutos, mientras que la unidad de Cangas acumula retrasos de hasta 15 minutos por encima de lo habitual.
Para preservar la integridad de los vehículos ante la posible actuación contra ellos de piquetes, en los dos casos se habría optado por resguardarlos en el complejo del Rebullón y en el cuartel de la Guardia Civil de Cangas, respectivamente. Dichos cambios de base conllevan los retrasos mencionados, dado que el personal que atiende los servicios debe desplazarse desde sus centros de salud hasta donde se encuentran ahora las ambulancias, y en el caso de la medicalizada, abrir y cerrar portones, circunstancia que demora la salida.
Cambio autorizado
Ambas situaciones fueron reseñadas por personal médico y técnico del Sergas y del propio servicio de ambulancias al 091, que sin embargo habría autorizado el cambio temporal de ubicación de las unidades.
Los retrasos denunciados, y que en este caso no estarían dando lugar a sanciones a empresas y personal como marcan las cláusulas de adjudicación de los distintos servicios de ambulancias, está propiciando que vehículos con base en Vigo estén cubriendo parte de los ámbitos de actuación de las dos unidades que acumulan demoras, precisamente para evitar dichos retrasos.
Las ambulancias medicalizadas tienen la obligación de salir a los servicios en tres minutos, siendo sancionados si superan dicho plazo. El margen de llegada para la atención de un paciente es considerada vital sobre todo en el caso de accidentes de tráfico y paradas cardio-respiratorias, donde la actuación después de los primeros diez minutos puede llegar a ser inútil.
A Coruña, la otra ciudad gallega con dos unidades medicalizadas, cuenta con sus dos unidades en el centro de la ciudad, no como en el caso de Vigo, donde la segunda se ubica en Mos.
