Padiola
e-mergencista experimentado
Un operario que trabajaba en la ampliación de las aceras rompió, por accidente, la tubería poco antes de las 12.30 horas.
LA POLICÍA EVACUÓ LOS INMUEBLES UBICADOS ENTRE LOS NÚMEROS 88 Y 96 DE LA CALLE; UNA MUJER RESULTÓ AFECTADA CON VÓMITOS Y MAREOS
La rotura de una tubería de gas en la Travesía de Vigo provocó ayer por la mañana un escape que obligó al desalojo de los edificios y de los bajos comerciales ubicados entre los números 88 y 96 de la calle, según señalan desde la Policía Local, además de la evacuación del colegio San Fermín, una medida adoptada por la propia dirección del centro escolar "por precaución". Los hechos se produjeron pasadas las doce del mediodía, cuando un operario que trabajaba con una máquina excavadora en las tareas asociadas a la ampliación de las aceras rompió, por accidente, la canalización. Inmediatamente empezó a salir gas en una columna que alcanzó una altura de unos seis metros.
Al lugar se desplazaron de inmediato una dotación de bomberos, tres unidades de la Policía Nacional y otras siete de la Policía Local. Los primeros en llegar fueron unos motoristas del cuerpo municipal de seguridad, que estaban en el lugar y que vieron la fuga de gas. Rápidamente, y ya con ayuda de otros compañeros, procedieron a desalojar la zona afectada "por precaución" resultando afectadas "entre 40 y 50 personas que estaban en esos momentos en sus casas" y que "salieron con tranquilidad y sin que se registrasen problemas" después de que los agentes llamaran puerta por puerta a todos los pisos. También se procedió a desviar de manera provisional el tráfico para impedir el paso de vehículos por ese tramo de la calle.
Afortunadamente, la primera intervención de los bomberos, que taponaron la salida del gas doblando la tubería, y la posterior actuación de los técnicos de Gas Natural impidieron que el percance fuera más allá y se quedara en un gran susto. Como resultado, sólo una mujer, identificada por las iniciales I.C.R. y trabajadora en uno de los comercios de la zona, resultó afectada por las emanaciones al padecer vómitos y mareos.
Reparación
Por su parte, fuentes de Gas Natural señalan que "recibimos el aviso de la rotura de la tubería a las 12.35 horas y a las 12.58 ya estaba allí el retén de seguridad". Agregan que "la reparación se hizo en el momento porque fue una rotura muy pequeña y tan sólo tres clientes del área se vieron afectados". La normalidad en el suministro, que actualmente da servicio en Vigo a 30.000 hogares a través de una red de 244 kilómetros, quedó restituida en la zona a la hora de comer.
El suceso despertó un gran revuelo en la calle, donde se congregaron numerosos vecinos y curiosos para saber qué estaba pasando. Sin embargo, la normalidad se restituyó con celeridad ya que pasadas las 13.30 horas apenas quedaban muestras del problema, con la excepción de la farmacia ubicada ante el escape: su fachada y parte del interior todavía tenía los rastros del barro levantado por los trabajos para reparar el escape.
En ese momento, ya sólo quedaba en el lugar una patrulla de la Policía Local informando a los vecinos que llegaban de que abrieran las ventanas al entrar en sus casas y tranquilizando a los que regresaban a sus hogares.
LA POLICÍA EVACUÓ LOS INMUEBLES UBICADOS ENTRE LOS NÚMEROS 88 Y 96 DE LA CALLE; UNA MUJER RESULTÓ AFECTADA CON VÓMITOS Y MAREOS
La rotura de una tubería de gas en la Travesía de Vigo provocó ayer por la mañana un escape que obligó al desalojo de los edificios y de los bajos comerciales ubicados entre los números 88 y 96 de la calle, según señalan desde la Policía Local, además de la evacuación del colegio San Fermín, una medida adoptada por la propia dirección del centro escolar "por precaución". Los hechos se produjeron pasadas las doce del mediodía, cuando un operario que trabajaba con una máquina excavadora en las tareas asociadas a la ampliación de las aceras rompió, por accidente, la canalización. Inmediatamente empezó a salir gas en una columna que alcanzó una altura de unos seis metros.
Al lugar se desplazaron de inmediato una dotación de bomberos, tres unidades de la Policía Nacional y otras siete de la Policía Local. Los primeros en llegar fueron unos motoristas del cuerpo municipal de seguridad, que estaban en el lugar y que vieron la fuga de gas. Rápidamente, y ya con ayuda de otros compañeros, procedieron a desalojar la zona afectada "por precaución" resultando afectadas "entre 40 y 50 personas que estaban en esos momentos en sus casas" y que "salieron con tranquilidad y sin que se registrasen problemas" después de que los agentes llamaran puerta por puerta a todos los pisos. También se procedió a desviar de manera provisional el tráfico para impedir el paso de vehículos por ese tramo de la calle.
Afortunadamente, la primera intervención de los bomberos, que taponaron la salida del gas doblando la tubería, y la posterior actuación de los técnicos de Gas Natural impidieron que el percance fuera más allá y se quedara en un gran susto. Como resultado, sólo una mujer, identificada por las iniciales I.C.R. y trabajadora en uno de los comercios de la zona, resultó afectada por las emanaciones al padecer vómitos y mareos.
Reparación
Por su parte, fuentes de Gas Natural señalan que "recibimos el aviso de la rotura de la tubería a las 12.35 horas y a las 12.58 ya estaba allí el retén de seguridad". Agregan que "la reparación se hizo en el momento porque fue una rotura muy pequeña y tan sólo tres clientes del área se vieron afectados". La normalidad en el suministro, que actualmente da servicio en Vigo a 30.000 hogares a través de una red de 244 kilómetros, quedó restituida en la zona a la hora de comer.
El suceso despertó un gran revuelo en la calle, donde se congregaron numerosos vecinos y curiosos para saber qué estaba pasando. Sin embargo, la normalidad se restituyó con celeridad ya que pasadas las 13.30 horas apenas quedaban muestras del problema, con la excepción de la farmacia ubicada ante el escape: su fachada y parte del interior todavía tenía los rastros del barro levantado por los trabajos para reparar el escape.
En ese momento, ya sólo quedaba en el lugar una patrulla de la Policía Local informando a los vecinos que llegaban de que abrieran las ventanas al entrar en sus casas y tranquilizando a los que regresaban a sus hogares.