El tema de la improvización se presta a algunas confusiones.
Y soy un defensor de que el paramédico o cualquier prestador de servicios de emergencia debe saber improvisar. De eso no tengo la menor duda.
A lo que me opongo terminantemente es a que el prestador de servicios de urgencia sea un improvisado, ya sea en su capacitación o con su equipo.
Lo que intento decir con esto es que hay que saber improvisar cuando:
a) No estoy de servicio y por tanto carezco del equipo adecuado.
b) Estando de servicio se me termina el material disponible (múltiples víctimas).
c) Estoy de servicio pero por alguna razón carezo del material (atención en áreas remotas)-
Por ponerlo de otro modo, si como paciente pido una ambulancia, espero que llegue una unidad con personal capacitado y con el equipo necesario para hacer su trabajo. Lo que no es válido bajo ningún punto de vista es que venga una camioneta con cuatro monos con las manos desnudas preguntándo si no habrá por ahí un cartón para hacer una férula, por ejemplo.
Es muy común en México que muchos de los compañeros que se iniciaron en estos asuntos como "socorristas", defiendan la idea de que para subirse a una ambulancia no se necesita nada más que la buena voluntad y el ingenio, criticando muchas veces a quienes nos quejamos de la carencia de equipos a bordo de las ambulancias.
Yo fui socorrista, y se nos enseñaba que "sólo necesitas tu venda triangular, tu cuerda y tu peto de identidad". En teoría, con eso uno debería atender lo que fuera, un parto, un choque, un apuñalado, etc. En la práctica -después de uno o dos servicios- descubres y confirmas que hace falta añgo más que la buena voluntad para dar o al menos intentar dar una atención medianamente digna.
En cuanto a la pregunta de Claudia, sobre si sería bueno o no dedicar algo de tiempo de la capacitación a una materia sobre improvización, creo que sería excelente. Normalmente para improvizar algo y que funcione, se necesita la experiencia, algo de lo que carece el personal de reciente formación.