tanidya
e-mergencista experimentado
He encontrado esta noticia, que parece interesante, más que por su interés estético, por el posible tratamiento para asma y epoc:
Rejuvenecer con oxígeno La "hipoxia", sistema basado en la disminución de oxígeno, se está usando para aliviar los síntomas del asma y en tratamientos contra el envejecimiento
"Hipoxia". A muchas personas les puede sonar a "chino", pero lo cierto es que se ha convertido en la nueva arma contra el asma y el envejecimiento. Un sistema que lo empleaban los pilotos soviéticos en sus entrenamientos en los años 60 para controlar el estrés y que ahora se usa para rejuvener a los pacientes.
LOS TRATAMIENTOS para intentar frenar los efectos producidos por el paso de los años parecen no tener fin. El último de ellos es la "hipoxia", una disciplina basada en la disminución de oxígeno. Aunque no es nuevo, ya que los pilotos soviéticos la empleaban en los años 60 durante sus entrenamientos con el fin de controlar el estrés. Ahora le han sacado nuevos provechos, por lo que la "hipoxia" se ha convertido tanto en una técnica para aliviar los síntomas del asma, como en un método antioxidante en tratamientos contra el envejecimiento.
Aumento de la resistencia, mayor tolerancia ante el estrés, reducción de la tensión arterial, aumento de glóbulos rojos, una ligera pérdida de peso... Estos son sólo algunos de los resultados que ofrece este sistema, según explica Fernando Lozano, entrenador de deportistas de elite y director del Programma Oxygeno, centro pionero en España de hipoxia intermitente
Este entrenamiento, por el que se somete al organismo a sucesivos y reiterados ciclos de aire con poco oxígeno, reproduce en actitud pasiva, el ascenso de un alpinista a altitudes elevadas y su posterior retorno al campamento base para descansar, por lo que de este modo, según afirma Lozano, se consigue superar el "mal de altura", y todo ello «sin movernos del sofá y a la altitud real de poco más de los seiscientos metros de Madrid».
Este efecto es creado mediante una cabina, un compresor y un sistema informático que altera la composición del aire que es aspirado por el paciente a través de un tubo conectado a una mascarilla. «El organismo se adapta progresivamente a alturas más exigentes, que el sistema origina no sólo reduciendo la concentración de oxígeno, sino que añade el efecto positivo de reducir el nitrógeno y el CO2, e incrementa la cantidad de agua del aire», explicó.
Según Lozano, tras un máximo de quince o veinte sesiones de "hipoxia" los pacientes ya notarán que el organismo «mejora su sistema de aporte de oxígeno» y, por tanto, también aumentará su condición física. Sin embargo, los asmáticos serían los que más rendimiento sacarán al tratamiento, ya que comenzarían a respirar sin fatiga, e incluso podrían «dejar de utilizar los broncodilatadores propios de esta patología».
No obstante, los pacientes que usen la "hipoxia" con fines meramente estéticos tampoco saldrán defraudados, ya que gracias al tratamiento se consigue mejorar el transporte de oxígeno del organismo por medio del estímulo de la producción endógena de EPO, como sucede de forma natural en estancias naturales en altitud, algo que dota al organismo de una mayor capacidad "endógena antioxidante", que logra «rejuvenecer a los usuarios de forma constatada», ya que aumenta la capacidad de combatir los radicales libres.
El responsable de Programma Oxygeno adujo que las poblaciones que viven habitualmente en altitud tienen «un fuerte sistema inmunológico» y están menos afectadas por las radiaciones y la contaminación. «Su aspecto es envidiable», añadió Lozano, quién ha asegurado que este sistema estará al alcance de todo el mundo, así que los que estaban pensando usarlo lo agradecerán en sus bolsillos.
Almudena Domenech Madrid
LOS TRATAMIENTOS para intentar frenar los efectos producidos por el paso de los años parecen no tener fin. El último de ellos es la "hipoxia", una disciplina basada en la disminución de oxígeno. Aunque no es nuevo, ya que los pilotos soviéticos la empleaban en los años 60 durante sus entrenamientos con el fin de controlar el estrés. Ahora le han sacado nuevos provechos, por lo que la "hipoxia" se ha convertido tanto en una técnica para aliviar los síntomas del asma, como en un método antioxidante en tratamientos contra el envejecimiento.
Aumento de la resistencia, mayor tolerancia ante el estrés, reducción de la tensión arterial, aumento de glóbulos rojos, una ligera pérdida de peso... Estos son sólo algunos de los resultados que ofrece este sistema, según explica Fernando Lozano, entrenador de deportistas de elite y director del Programma Oxygeno, centro pionero en España de hipoxia intermitente
Este entrenamiento, por el que se somete al organismo a sucesivos y reiterados ciclos de aire con poco oxígeno, reproduce en actitud pasiva, el ascenso de un alpinista a altitudes elevadas y su posterior retorno al campamento base para descansar, por lo que de este modo, según afirma Lozano, se consigue superar el "mal de altura", y todo ello «sin movernos del sofá y a la altitud real de poco más de los seiscientos metros de Madrid».
Este efecto es creado mediante una cabina, un compresor y un sistema informático que altera la composición del aire que es aspirado por el paciente a través de un tubo conectado a una mascarilla. «El organismo se adapta progresivamente a alturas más exigentes, que el sistema origina no sólo reduciendo la concentración de oxígeno, sino que añade el efecto positivo de reducir el nitrógeno y el CO2, e incrementa la cantidad de agua del aire», explicó.
Según Lozano, tras un máximo de quince o veinte sesiones de "hipoxia" los pacientes ya notarán que el organismo «mejora su sistema de aporte de oxígeno» y, por tanto, también aumentará su condición física. Sin embargo, los asmáticos serían los que más rendimiento sacarán al tratamiento, ya que comenzarían a respirar sin fatiga, e incluso podrían «dejar de utilizar los broncodilatadores propios de esta patología».
No obstante, los pacientes que usen la "hipoxia" con fines meramente estéticos tampoco saldrán defraudados, ya que gracias al tratamiento se consigue mejorar el transporte de oxígeno del organismo por medio del estímulo de la producción endógena de EPO, como sucede de forma natural en estancias naturales en altitud, algo que dota al organismo de una mayor capacidad "endógena antioxidante", que logra «rejuvenecer a los usuarios de forma constatada», ya que aumenta la capacidad de combatir los radicales libres.
El responsable de Programma Oxygeno adujo que las poblaciones que viven habitualmente en altitud tienen «un fuerte sistema inmunológico» y están menos afectadas por las radiaciones y la contaminación. «Su aspecto es envidiable», añadió Lozano, quién ha asegurado que este sistema estará al alcance de todo el mundo, así que los que estaban pensando usarlo lo agradecerán en sus bolsillos.
Rejuvenecer con oxígeno La "hipoxia", sistema basado en la disminución de oxígeno, se está usando para aliviar los síntomas del asma y en tratamientos contra el envejecimiento
"Hipoxia". A muchas personas les puede sonar a "chino", pero lo cierto es que se ha convertido en la nueva arma contra el asma y el envejecimiento. Un sistema que lo empleaban los pilotos soviéticos en sus entrenamientos en los años 60 para controlar el estrés y que ahora se usa para rejuvener a los pacientes.

LOS TRATAMIENTOS para intentar frenar los efectos producidos por el paso de los años parecen no tener fin. El último de ellos es la "hipoxia", una disciplina basada en la disminución de oxígeno. Aunque no es nuevo, ya que los pilotos soviéticos la empleaban en los años 60 durante sus entrenamientos con el fin de controlar el estrés. Ahora le han sacado nuevos provechos, por lo que la "hipoxia" se ha convertido tanto en una técnica para aliviar los síntomas del asma, como en un método antioxidante en tratamientos contra el envejecimiento.
Aumento de la resistencia, mayor tolerancia ante el estrés, reducción de la tensión arterial, aumento de glóbulos rojos, una ligera pérdida de peso... Estos son sólo algunos de los resultados que ofrece este sistema, según explica Fernando Lozano, entrenador de deportistas de elite y director del Programma Oxygeno, centro pionero en España de hipoxia intermitente
Este entrenamiento, por el que se somete al organismo a sucesivos y reiterados ciclos de aire con poco oxígeno, reproduce en actitud pasiva, el ascenso de un alpinista a altitudes elevadas y su posterior retorno al campamento base para descansar, por lo que de este modo, según afirma Lozano, se consigue superar el "mal de altura", y todo ello «sin movernos del sofá y a la altitud real de poco más de los seiscientos metros de Madrid».
Este efecto es creado mediante una cabina, un compresor y un sistema informático que altera la composición del aire que es aspirado por el paciente a través de un tubo conectado a una mascarilla. «El organismo se adapta progresivamente a alturas más exigentes, que el sistema origina no sólo reduciendo la concentración de oxígeno, sino que añade el efecto positivo de reducir el nitrógeno y el CO2, e incrementa la cantidad de agua del aire», explicó.
Según Lozano, tras un máximo de quince o veinte sesiones de "hipoxia" los pacientes ya notarán que el organismo «mejora su sistema de aporte de oxígeno» y, por tanto, también aumentará su condición física. Sin embargo, los asmáticos serían los que más rendimiento sacarán al tratamiento, ya que comenzarían a respirar sin fatiga, e incluso podrían «dejar de utilizar los broncodilatadores propios de esta patología».
No obstante, los pacientes que usen la "hipoxia" con fines meramente estéticos tampoco saldrán defraudados, ya que gracias al tratamiento se consigue mejorar el transporte de oxígeno del organismo por medio del estímulo de la producción endógena de EPO, como sucede de forma natural en estancias naturales en altitud, algo que dota al organismo de una mayor capacidad "endógena antioxidante", que logra «rejuvenecer a los usuarios de forma constatada», ya que aumenta la capacidad de combatir los radicales libres.
El responsable de Programma Oxygeno adujo que las poblaciones que viven habitualmente en altitud tienen «un fuerte sistema inmunológico» y están menos afectadas por las radiaciones y la contaminación. «Su aspecto es envidiable», añadió Lozano, quién ha asegurado que este sistema estará al alcance de todo el mundo, así que los que estaban pensando usarlo lo agradecerán en sus bolsillos.


Aumento de la resistencia, mayor tolerancia ante el estrés, reducción de la tensión arterial, aumento de glóbulos rojos, una ligera pérdida de peso... Estos son sólo algunos de los resultados que ofrece este sistema, según explica Fernando Lozano, entrenador de deportistas de elite y director del Programma Oxygeno, centro pionero en España de hipoxia intermitente
Este entrenamiento, por el que se somete al organismo a sucesivos y reiterados ciclos de aire con poco oxígeno, reproduce en actitud pasiva, el ascenso de un alpinista a altitudes elevadas y su posterior retorno al campamento base para descansar, por lo que de este modo, según afirma Lozano, se consigue superar el "mal de altura", y todo ello «sin movernos del sofá y a la altitud real de poco más de los seiscientos metros de Madrid».
Este efecto es creado mediante una cabina, un compresor y un sistema informático que altera la composición del aire que es aspirado por el paciente a través de un tubo conectado a una mascarilla. «El organismo se adapta progresivamente a alturas más exigentes, que el sistema origina no sólo reduciendo la concentración de oxígeno, sino que añade el efecto positivo de reducir el nitrógeno y el CO2, e incrementa la cantidad de agua del aire», explicó.
Según Lozano, tras un máximo de quince o veinte sesiones de "hipoxia" los pacientes ya notarán que el organismo «mejora su sistema de aporte de oxígeno» y, por tanto, también aumentará su condición física. Sin embargo, los asmáticos serían los que más rendimiento sacarán al tratamiento, ya que comenzarían a respirar sin fatiga, e incluso podrían «dejar de utilizar los broncodilatadores propios de esta patología».
No obstante, los pacientes que usen la "hipoxia" con fines meramente estéticos tampoco saldrán defraudados, ya que gracias al tratamiento se consigue mejorar el transporte de oxígeno del organismo por medio del estímulo de la producción endógena de EPO, como sucede de forma natural en estancias naturales en altitud, algo que dota al organismo de una mayor capacidad "endógena antioxidante", que logra «rejuvenecer a los usuarios de forma constatada», ya que aumenta la capacidad de combatir los radicales libres.
El responsable de Programma Oxygeno adujo que las poblaciones que viven habitualmente en altitud tienen «un fuerte sistema inmunológico» y están menos afectadas por las radiaciones y la contaminación. «Su aspecto es envidiable», añadió Lozano, quién ha asegurado que este sistema estará al alcance de todo el mundo, así que los que estaban pensando usarlo lo agradecerán en sus bolsillos.