Javier Isis dijo:
cococharlie dijo:
Debemos recordar que en ningún sitio con sólo profesionales se podrá hacer frente a una catástrofe (el tiempo por desgracia lo demuestra). EL VOLUNTARIADO ES NECESARIO E IMPORTANTE.
¿Por qué?, creo que eso es algo que se dice como justificación de la necesidad del voluntariado, pero la realidad es que en España hay médicos, psicógolos, ATS, asistentes sociales, etc, más que de sobra para hacer frente a cualquier catástrofe; y fondos suficientes para contratar los que hagan falta
Está totalmente fuera de tema. Y además, es incorrecto y falto de respeto hacia los voluntarios. (Por favor Javier, no nos metas a todos en el mismo saco).
Dado que alguien (Javier) ha hecho una apreciación que me parece oportuno corregir, aun siendo fuera de tema como ya he indicado, respondo:
Lo primero es el uso inapropiado del término catástrofe. Si bien ya se ha debatido mucho por este foro sobre a qué se le debería llamar catástrofe, creo que todos estaremos de acuerdo en que una de las condiciones típicas de las catástrodes es la falta de recursos, tanto materiales como personales. Quizás podríamos establecer la distinción entre emergencia cotidiana, emergencia extraordinaria y catástrofe, pero eso ya es cuestión de otro debate.
El aspecto importante es que es cierto que ningún ciudadano debe ver limitadas sus posibilidades asistenciales por la existencia de personas que de forma voluntaria presten su tiempo para poder ayudarle. En eso estamos (o deberíamos estar) todos de acuerdo. Así que Javier, estoy de acuerdo en que el personal que atienda las emergencias ordinarias, e incluso las extraordinarias, sea personal pagado, que tenga que estar ahí.
Ahora bien, ¿por qué es importante el voluntariado?
Por mucho que analices los riesgos, por mucho que pongas medidas de prevención, por mucho que planifiques, siempre se producen sucesos que están lejos (en distancia y tiempo) del alcance de los servicios de emergencias. Dicho de otra forma, no todos los accidentes se producen en la puerta de las bases, ni mucho menos en el área de influencia.
En ese sentido, los voluntarios forman un primer escalón de respuesta. Son voluntarios (cualificados) esos ciudadanos que, con formación específica, se encuentran en las proximidades de un suceso. Son ellos los que alertarán de forma precisa a los servicios de emergencias, y los que prestarán la primera intervención. Son los que ordenarán a las masas y harán por calmarlas. Son los que organizarán a quienes quieren ayudar y no saben como.
Además, en el mundo de la emergencia se produce una evolución. Lo que antes era extraordinario ahora es cotidiano. Lo que es ordinario lo hacen los profesionales remunerados. Lo que es extraordinario cuenta con el apoyo de voluntarios. ¿Por qué no aprovecharlo para que los voluntarios ayuden a hacer cotidiano lo que hoy nos es extraordinario? De esa forma se ve con más claridad dónde y de qué manera hacen falta disponer de recursos remunerados.
Por último, los voluntarios, para formarse y estar preparados, deben entrenarse. Esto incluye formación teórica y práctica. ¡Y qué mejor práctica que cooperar con los servicios con los que tendrían que trabajar codo con codo en situaciones extremas! (Participar en los servicios ordinarios)
Te puedo poner infinidad de casos. Uno cercano (no sé como se habrá organizado, digo como lo veo ideal). El derrumbe de hace unos días en Barcelona a consecuencia de las obras del metro. Sabemos que los servicios de emergencia, al ser una ciudad, no van a tardar mucho en llegar. Pero, ¿qué mejor manera de dar una primera respuesta que el hecho de que alguien del barrio, voluntario formado y cualificado en emergencias, inicie los procesos propios de una evacuación, aunque sea solo el hecho de controlar el acceso a zonas de riesgo y tener control de personas por vivienda, evacuadas, en sus domicilios y en paradero desconocido (posiblemente en sus respectivos trabajos)? Un voluntario que adelante el trabajo de los servicios de emergencias, y en quien estos puedan confiar, para que a su llegada les informe e incluso le puedan delegar funciones secundarias, aunque no por ello menos importantes.
Entiendo y comparto que haya que redefinir el objetivo de los voluntarios. No debemos ser sustitutos de los servicios de emergencias. Para eso están ellos. Ese quizás sea el verdadero problema, y no la existencia del voluntariado. Si no, ¿qué se firmó hace unos años en Pekín sobre voluntariado de protección civil?
Estoy también de acuerdo en que al igual que hace falta un respaldo psicológico para el personal de emergencias, lo propio es necesario para el voluntariado, y quizás aun más. Un buen voluntario es aquel que viviendo el voluntariado, no vive para el voluntariado. O dicho de otra forma, tiene su vida fuera de su actividad voluntaria y reconoce su limitación de competencias. Aunque claro, esto debería ser de aplicación para todos, que no es el primer profesional de la emergencia que abandona a su familia para hacer horas extras (sin necesitar el dinero y habiendo más gente disponible, solo por el placer que le produce su trabajo), y profesionales de la emergencia que se meten en competencias de otros profesionales de la emergencia.
Como siempre, me he vuelto a enrollar. Y hasta puede que no haya dejado del todo claro mi argumento, aunque fijo que sí mi postura.