herido grave un bombero de Castilla.

[JORGE SECO]

Un bombero de Castilla La Mancha sufre quemaduras de segundo grado en el 45% de su cuerpo .

Un bombero de Castilla La Mancha que trabaja en la extinción de un incendio en Oia (Pontevedra) ingresó hoy en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Povisa con el 45% de la superficie corporal afectada por quemaduras de segundo grado.

Según fuentes de la Consellería de Sanidade, el bombero, J.R.S, de 28 años, se encuentra en pronóstico grave. El suceso ocurrió pasadas las 16.00 horas, cuando el trabajador de los servicios de extinción se encontraba apagando un incendio.

En ese momento le cayó agua caliente procedente de una motobomba que le afectó, principalmente, a la barriga y el pecho. Según informó la Consellería de Presidencia, "inmediatamente fue trasladado en un helicóptero H-4 al Hospital de Povisa en Vigo.

 

[JORGE SECO]

La entereza e ilusión del bombero quemado en Oia (Pontevedra) reconforta a sus visitas .


Lo definen los hechos: se quemó extinguiendo un incendio a muchos kilómetros de su punto de destino laboral, Villamanrique, y de su localidad natal, Valdepeñas, y las palabras: las que pronuncian los que salen de la UCI del hospital Povisa. Entran impresionados por un parte médico que desvela quemaduras de segundo grado en el 45 por ciento de su cuerpo, salen esperanzados, conmovidos, serenos. Jorge Redondo, el bombero de Castilla-La Mancha quemado en Oia en brazos y pecho tras recibir una gran cantidad de agua hirviendo, anima a quien lo visita con una gran entereza, fortaleza e ilusión.

El retén ciudadrealeño dialogó ayer en la UCI con el consejero de Medio Ambiente de su comunidad, José Luis Martínez Guijarro, y la conselleira de Política Territorial de la Xunta, María Xosé Caride, entre otras autoridades. "Está muy animado y con muchas ganas de volver a trabajar", destacaron ambos políticos, quienes subrayaron que sus padres y su novia "están tranquilos dentro del dramatismo de la situación". Jorge Redondo estará todavía varios días en la UCI. Su pronóstico es grave, aunque evoluciona favorablemente.

Martínez Guijarro alabó la gestión de la Xunta, que considera "satisfactoria", dadas las dimensiones de la tragedia. "Se necesitan muchas horas para apagar un fuego y unos minutos para encenderlo", dijo.
Con el corazón colmado

Agapito Ibáñez, coordinador de los bomberos de Castilla-La Mancha que ayer regresaron a su tierra, reconoció que "fue una experiencia muy enriquecedora desde el punto de vista humano. Nos vamos con el corazón colmado, cargado de buenos sentimientos. Hemos podido ayudar y nos trataron muy bien".

Elogió a su compañero herido, quien "lleva tres años con nosotros y es un gran profesional" y recordó que "cuando nos enteramos de lo que pasó nos llevamos un susto tremendo, un disgusto enorme, pero hablar con él nos dio tranquilidad, porque hemos comprobado que su estado de ánimo es magnífico".

Ibáñez reiteró que "nos han tratado muy bien y nos llevamos un gran recuerdo de la gente de esta tierra, hemos mantenido una relación muy buena con ellos" .