Fuente: LNE.es (7/10/06)
El socorro a un joven que había sufrido un corte en un brazo, el viernes pasado, a las tres de la madrugada, en la zona de copas de La Arena, acabó con una trifulca a las puertas del Hospital de Cabueñes entre los técnicos de la ambulancia, celadores del área de urgencias y vigilantes de seguridad, frente a siete amigos del herido. La Policía acabó deteniendo a varios de esos amigos, por las supuestas agresiones al conductor y al camillero de la ambulancia, según estos últimos. Al camillero supuestamente le patearon la cabeza.
La ambulancia llegó hacia las tres de la madrugada al paseo del Muro, a la altura de la escalera siete, para recoger a un joven que tenía un corte en un brazo que, según dijo a los sanitarios, se lo había producido con un cristal. Los amigos del joven le habían practicado un torniquete para evitar que se desangrara. Los técnicos de emergencias procedieron a quitárselo, debido a que estaba mal colocado. Ahí comenzó el jaleo. Los sanitarios acabaron pidiendo la ayuda de la Policía Local. Cuando llegó a la zona, los amigos del herido se diluyeron entre el público. Todo parecía haberse calmado. Nada más lejos de la realidad.
Fueron en coche y en motos hasta el acceso de urgencias al hospital. «Tres de ellos nos los topamos a la altura del Jardín Botánico, haciéndonos gestos amenazadores. Seguimos, pensando que todo quedaría ahí», relataba ayer el conductor de la ambulancia. Pero no quedó ahí. Tras entregar el herido a los médicos y regresar a la ambulancia, los dos técnicos se encontraron con los presuntos agresores. Según el relato del conductor, comenzaron a golpearles y, después de que el camillero cayera por un traspié, «le patearon la cabeza como un balón», mientras que el conductor recibía puñetazos en la cara. La cosa no fue a más gracias a la ayuda que recibieron de varios celadores del hospital. Cuando llegaron los guardias de seguridad, varios de los presuntos agresores escaparon en un coche, mientras otros se escondieron en el aparcamiento del hospital. Fueron detenidos por la Policía, según los técnicos supuestamente agredidos, que los reconocieron en fotografías en Comisaría.
El socorro a un joven que había sufrido un corte en un brazo, el viernes pasado, a las tres de la madrugada, en la zona de copas de La Arena, acabó con una trifulca a las puertas del Hospital de Cabueñes entre los técnicos de la ambulancia, celadores del área de urgencias y vigilantes de seguridad, frente a siete amigos del herido. La Policía acabó deteniendo a varios de esos amigos, por las supuestas agresiones al conductor y al camillero de la ambulancia, según estos últimos. Al camillero supuestamente le patearon la cabeza.
La ambulancia llegó hacia las tres de la madrugada al paseo del Muro, a la altura de la escalera siete, para recoger a un joven que tenía un corte en un brazo que, según dijo a los sanitarios, se lo había producido con un cristal. Los amigos del joven le habían practicado un torniquete para evitar que se desangrara. Los técnicos de emergencias procedieron a quitárselo, debido a que estaba mal colocado. Ahí comenzó el jaleo. Los sanitarios acabaron pidiendo la ayuda de la Policía Local. Cuando llegó a la zona, los amigos del herido se diluyeron entre el público. Todo parecía haberse calmado. Nada más lejos de la realidad.

Fueron en coche y en motos hasta el acceso de urgencias al hospital. «Tres de ellos nos los topamos a la altura del Jardín Botánico, haciéndonos gestos amenazadores. Seguimos, pensando que todo quedaría ahí», relataba ayer el conductor de la ambulancia. Pero no quedó ahí. Tras entregar el herido a los médicos y regresar a la ambulancia, los dos técnicos se encontraron con los presuntos agresores. Según el relato del conductor, comenzaron a golpearles y, después de que el camillero cayera por un traspié, «le patearon la cabeza como un balón», mientras que el conductor recibía puñetazos en la cara. La cosa no fue a más gracias a la ayuda que recibieron de varios celadores del hospital. Cuando llegaron los guardias de seguridad, varios de los presuntos agresores escaparon en un coche, mientras otros se escondieron en el aparcamiento del hospital. Fueron detenidos por la Policía, según los técnicos supuestamente agredidos, que los reconocieron en fotografías en Comisaría.