Igual que en España, caramba, que parece que regalan el carné. Porque resulta más que increible la poca preparación que se exige en la conducción, y no ya en una ambulancia sino en cualquier vehículo. En mis tiempos solo hacía falta un examen específico, de quince preguntas y ya podías conducir taxis, ambulancias o lo que fuera, era el B2, no se, francamente, como están las cosas ahora, pero siempre he pensado que una de las fórmulas para evitar más accidentes es conceder el carné de conducir precisamente aquel que esté capacitado, al que no lo éste que no conduzca.