Fallecimiento de Socorrista el 30 de diciembre en Recital Buenos Aires Argentina.

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Actualmente son 187 los muertos que dejo la masacre ocurrida el pasado 30 de diciembre en un Local Bailable del Barrio de Once. Quedan otros 130 en terapia intensiva y hay aproximadamente 800 heridos. Todos los que estuvimos trabajando en el lugar, sabemos de la complicidad que tenía el lugar de accion y la fuerte demanda social por ayudar a sus familiares y/o conocidos. Lamentablemente, en esta situacion fallecio un Socorrista, que por mas que sea de otra agrupación tuve la posibilidad de trabajar 3 o 4 veces con el. Dejando de lado las diferencias de tecnicas o estilos de trabajo, era una persona que mantenía ideales de ayuda como todos nosotros, se capacitaba día a día para ser mejor socorrista y es una verdadera lastima perder un colega. Que en paz descanses y mi mas sentido pesame a sus familiares.

Les dejo una nota que salio en el Diario Clarin:

Habrá pensado en mí en ese momento? Porque yo lo tenía cansado. Cuidate Emi, cuidate. Y él me decía siempre, 'No pasa nada má'".

"Ese momento" que Mónica Barroso no quiere nombrar es cuando Jorge Emiliano Ramón Giralt (21), su hijo, no pudo escapar a la muerte en República Cromañón. Emiliano era socorrista de Cajelleros y antes había sido bombero voluntario en Villa Soldati, su barrio. De ahí que Mónica tenía el "cuidate" siempre en la punta de la lengua.

Madre ama de casa y padre, Jorge Luis Giralt, comisario retirado de la Policía bonaerense, más dos hermanos mayores, Natalia y Airel, y Lidia, la abuela materna de 80 años. Este era el núcleo íntimo, en él creció Emiliano, que nació el 9 de agosto de 1983.

En segundo año dejó el Comercial 22 y no volvió más a la escuela. Estudió panadería en el Sindicato de Panaderos, cerrajería en el Suther y vendió desde alimento para perros hasta alarmas.

"Pero lo de él era la ayuda social", dice Mónica, por eso a los 15 entró en los Bomberos Voluntarios de Soldati. "Sonaba la alarma y se iba vistiendo por la calle", recuerda. Después se conectó con el Grupo para Operaciones de Emergencia (GOE), también de voluntarios, hasta que le llegó el momento a un proyecto más personal: ESSA, Equipo de Salvataje y Socorrismo Argentino, siempre ad honorem.

"Somos un grupo de 15 amigos que decidimos juntarnos para cubrir todos los eventos a los que no llega ni la Cruz Roja ni el SAME ni nadie, como las caminatas a Luján, los recitales a beneficio, las marchas por el sida", cuenta Gabriel Porticato. Jorge Giralt los define de otra manera: "Un conjunto de locos que salía a salvar gente", dice con orgullo.

Un chico que conocían del GOE y que era seguridad de Callejeros les preguntó si querían ser socorristas de la banda. "Son pibes de barrio, buena gente", dijeron en ESSA y los siguieron en los recitales de Córdoba, Excursionistas, y en tres de República Cromañón.

En el del 30 fueron seis del grupo. Emiliano estaba en el costado izquierdo del escenario. Lo vieron salvar a algunos chicos y salir. Pero volvió a entrar y entre cuatro lo sacaron inconsciente. Murió en el Hospital Penna y lo velaron en Lugano. Y cuando el cortejo fúnebre llegó a Soldati los bomberos voluntarios hicieron sonar la sirena y armaron una guardia de honor en el cementerio.
 
Mis condolencias a la familia y amigos.
Espero que reciba todo el bien que hizo en este mundo, multiplicado por mil, en el otro.
 
Soy voluntaria desde hace 13 años, y se lo que es perder a compañeros en servicios de urgencia.

Mi mas sentido pesame para ese compañero que dejo su vida porque otros vivieran.

Es duro para los que quedan, pero nunca pensamos en lo que nos puede suceder cuando otras personas estan en peligro, aunque una de las reglas basicas sea no anteponer nuestra vida si existe peligro para nosotros. Nunca se piensa.
 
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