El camión, que transportaba mosto, no respetó la señalización, frenó en la rotoonda y volcó sobre el turismo. Los bomberos tardaron más de una hora en rescatar los cuerpos del vehículo y necesitaron el auxilio de una grúa
Un aparatoso accidente se cobró ayer la vida de cuatro trabajadores de la construcción, dos de las víctimas eran hermanos, a la salida de una obra cercana al Hotel Beatriz. Un camión cisterna que transportaba mosto de vino volcó sobre el turismo que ocupaban estos cuatro toledanos en la rotonda de salida de la ciudad, en el kilómetro 2.800 de la N-403, alrededor de las 18.15 horas.
Pese a la rapidez con la que actuaron los equipos de emergencia desplazados al lugar del incidente, Guardia Civil, Bomberos, Policía Local y efectivos sanitarios, no se pudo salvar la vida de ninguno de los cuatro trabajadores, de edades comprendidas entre 30 y 60, tres de Malpica de Tajo y uno de La Puebla de Montalbán, que habían recorrido sólo unos metros tras terminar su jornada en las obras de la constructora ‘Vistahermosa’, muy próximas al Hotel Beatriz.
El conductor del camión corrió más suerte, ya que se saldó con algunas heridas y magulladuras del impacto. Las pruebas de alcoholemia que le practicaron después del accidente resultaron negativas.
Según informó la Guardia Civil, ambos vehículos circulaban por la bajada que conecta la autovía con la carretera de Ávila, uno por cada carril, pero al llegar a la rotonda el camión volcó sobre el coche en el que viajaban los cuatro trabajadores, Rafael y Luis E., Eusebio N -de Malpica-. y José. V. Aunque en la primera hora y media los agentes todavía no conocían el origen del siniestro, el alcalde de Toledo, José Manuel Molina, confirmó después, cuando se personó en el lugar del accidente, que el camión no había respetado la señalización.
excarcelación. El equipo de bomberos del Ayuntamiento trabajó durante más de una hora para conseguir excarcelar a los fallecidos, si bien, tuvieron que esperar el auxilio de una grúa a fin de rescatarlos del vehículo, aplastado entre la cabina y la cisterna del camión.
Los obreros fallecidos fueron trasladados poco después, alrededor de las 20.30 horas, hasta el depósito municipal. Por su parte, el juez delegó el levantamiento de los cadáveres en la Guardia Civil. Asimismo, el camión se retiró de la rotonda y consiguieron trasladarlo hasta las inmediaciones del Hotel Beatriz.
Tras el accidente, los agentes cortaron el tráfico en dirección Ávila durante unos segundos, ya que no fue necesario dejar cerrado el paso porque los vehículos siniestrados ocupaban el espacio de la rotonda libre de carriles. Aun así, llegaron a producirse retenciones entre medio y un kilómetro.
reacciones. Una docena de toledanos acudió al lugar del suceso y permaneció allí hasta que se llevaron los cuerpos de los fallecidos. «Esa rotonda es muy peligrosa y hay muchos accidentes», comentaron en varias ocasiones, bajo el impacto que les produjo ver un amasijo de hierros bajo el camión.
Media hora después del siniestro, se acercaron los primeros trabajadores de la obra, que preguntaban si era el coche de sus compañeros, que se dirigían a sus domicilios segundos antes del accidente. La tensión creció cuando algunos se personaron en el lugar con la certeza de que los cuatro habían perdido la vida. «No es justo que mueran cuatro obreros, currantes que trabajaban todo el día para poder comer», afirmó emocionado otro espectador. La tarde fría se volvió gélida tras este desgraciado suceso.
Un aparatoso accidente se cobró ayer la vida de cuatro trabajadores de la construcción, dos de las víctimas eran hermanos, a la salida de una obra cercana al Hotel Beatriz. Un camión cisterna que transportaba mosto de vino volcó sobre el turismo que ocupaban estos cuatro toledanos en la rotonda de salida de la ciudad, en el kilómetro 2.800 de la N-403, alrededor de las 18.15 horas.
Pese a la rapidez con la que actuaron los equipos de emergencia desplazados al lugar del incidente, Guardia Civil, Bomberos, Policía Local y efectivos sanitarios, no se pudo salvar la vida de ninguno de los cuatro trabajadores, de edades comprendidas entre 30 y 60, tres de Malpica de Tajo y uno de La Puebla de Montalbán, que habían recorrido sólo unos metros tras terminar su jornada en las obras de la constructora ‘Vistahermosa’, muy próximas al Hotel Beatriz.
El conductor del camión corrió más suerte, ya que se saldó con algunas heridas y magulladuras del impacto. Las pruebas de alcoholemia que le practicaron después del accidente resultaron negativas.
Según informó la Guardia Civil, ambos vehículos circulaban por la bajada que conecta la autovía con la carretera de Ávila, uno por cada carril, pero al llegar a la rotonda el camión volcó sobre el coche en el que viajaban los cuatro trabajadores, Rafael y Luis E., Eusebio N -de Malpica-. y José. V. Aunque en la primera hora y media los agentes todavía no conocían el origen del siniestro, el alcalde de Toledo, José Manuel Molina, confirmó después, cuando se personó en el lugar del accidente, que el camión no había respetado la señalización.
excarcelación. El equipo de bomberos del Ayuntamiento trabajó durante más de una hora para conseguir excarcelar a los fallecidos, si bien, tuvieron que esperar el auxilio de una grúa a fin de rescatarlos del vehículo, aplastado entre la cabina y la cisterna del camión.
Los obreros fallecidos fueron trasladados poco después, alrededor de las 20.30 horas, hasta el depósito municipal. Por su parte, el juez delegó el levantamiento de los cadáveres en la Guardia Civil. Asimismo, el camión se retiró de la rotonda y consiguieron trasladarlo hasta las inmediaciones del Hotel Beatriz.
Tras el accidente, los agentes cortaron el tráfico en dirección Ávila durante unos segundos, ya que no fue necesario dejar cerrado el paso porque los vehículos siniestrados ocupaban el espacio de la rotonda libre de carriles. Aun así, llegaron a producirse retenciones entre medio y un kilómetro.
reacciones. Una docena de toledanos acudió al lugar del suceso y permaneció allí hasta que se llevaron los cuerpos de los fallecidos. «Esa rotonda es muy peligrosa y hay muchos accidentes», comentaron en varias ocasiones, bajo el impacto que les produjo ver un amasijo de hierros bajo el camión.
Media hora después del siniestro, se acercaron los primeros trabajadores de la obra, que preguntaban si era el coche de sus compañeros, que se dirigían a sus domicilios segundos antes del accidente. La tensión creció cuando algunos se personaron en el lugar con la certeza de que los cuatro habían perdido la vida. «No es justo que mueran cuatro obreros, currantes que trabajaban todo el día para poder comer», afirmó emocionado otro espectador. La tarde fría se volvió gélida tras este desgraciado suceso.