tanidya
e-mergencista experimentado
La mujer a quien se le extirpó un bulto de 60 kilos ya puede andar y hacer vida normal
Los médicos de Cruces dicen que hay «terapias eficaces» para las personas que no pueden salir de sus casas. La paciente ha tenido que volver a 'aprender' a andar.
El faldón abdominal más grande extirpado del que se tiene noticia. [EFE]
BILBAO. La mujer con obesidad mórbida operada en el Hospital de Cruces para extirparle un faldón abdominal de 60 kilos de peso permanece hospitalizada aunque «hace vida normal ya», con algunas limitaciones. Tras la intervención, la paciente ha tenido que empezar a respirar «de golpe», ya que al meter las tripas en la cavidad original el diafragma queda presionado y ha tenido que aprender a andar «equilibradamente», pero se encuentra contenta de poder volver a «verse los pies».
El Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Cruces, Francisco Javier Gabilondo, acompañado de los sanitarios que intervinieron en la operación, dieron a conocer ayer la intervención realizada el pasado martes a una mujer de «cincuenta y pocos años», cuyo caso era «excepcional».
Gran bulto
La mujer presentaba una obesidad abdominal que le llegaba «hasta el suelo» y que en los últimos cinco años le impedía salir de su hogar. Además, para poder dormir tenía que apoyar ese «gran bulto» en una mesa o sofá. Cuando acudió a la consulta médica se decidió su ingreso.
Según los especialistas, se trata de un paciente «absolutamente excepcional» y el caso más reciente en la literatura científica se ha localizado en un hospital inglés, pero con la extirpación de un bulto de 25 kilos. Aunque la mujer era reticente a la operación, los médicos destacaron su «fortaleza psicológica», ya que acudió por su propio pie al quirófano pese al «esfuerzo tremendo» que le suponía el desplazarse apenas unos metros. Para llevar a cabo la operación fue necesaria una mesa quirúrgica doble junto con un sistema de grúas.
Ocho horas de operación
La intervención, que se inició a las ocho de la mañana del pasado martes y se prolongó hasta las cuatro y media de la tarde, consistió en extirpar una «gran bolsa», con parte de grasa y líquido de 60 kilos de peso, dividido en cinco piezas diferentes. Una vez quitado el bulto, los médicos tuvieron que meter en el interior una especie de «ojo de buey» por el que salían las tripas. Para ello reconstruyeron la pared abdominal mediante una malla sintética fijada a los huesos.
Uno de los riesgos de la intervención eran los problemas respiratorios. La mujer tuvo que empezar a respirar con todo el volumen que durante años había tenido en el exterior, sin tiempo a acostumbrarse a ello. VASCO PRESS
Los médicos de Cruces dicen que hay «terapias eficaces» para las personas que no pueden salir de sus casas. La paciente ha tenido que volver a 'aprender' a andar.
El faldón abdominal más grande extirpado del que se tiene noticia. [EFE]

BILBAO. La mujer con obesidad mórbida operada en el Hospital de Cruces para extirparle un faldón abdominal de 60 kilos de peso permanece hospitalizada aunque «hace vida normal ya», con algunas limitaciones. Tras la intervención, la paciente ha tenido que empezar a respirar «de golpe», ya que al meter las tripas en la cavidad original el diafragma queda presionado y ha tenido que aprender a andar «equilibradamente», pero se encuentra contenta de poder volver a «verse los pies».
El Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Cruces, Francisco Javier Gabilondo, acompañado de los sanitarios que intervinieron en la operación, dieron a conocer ayer la intervención realizada el pasado martes a una mujer de «cincuenta y pocos años», cuyo caso era «excepcional».
Gran bulto
La mujer presentaba una obesidad abdominal que le llegaba «hasta el suelo» y que en los últimos cinco años le impedía salir de su hogar. Además, para poder dormir tenía que apoyar ese «gran bulto» en una mesa o sofá. Cuando acudió a la consulta médica se decidió su ingreso.
Según los especialistas, se trata de un paciente «absolutamente excepcional» y el caso más reciente en la literatura científica se ha localizado en un hospital inglés, pero con la extirpación de un bulto de 25 kilos. Aunque la mujer era reticente a la operación, los médicos destacaron su «fortaleza psicológica», ya que acudió por su propio pie al quirófano pese al «esfuerzo tremendo» que le suponía el desplazarse apenas unos metros. Para llevar a cabo la operación fue necesaria una mesa quirúrgica doble junto con un sistema de grúas.
Ocho horas de operación
La intervención, que se inició a las ocho de la mañana del pasado martes y se prolongó hasta las cuatro y media de la tarde, consistió en extirpar una «gran bolsa», con parte de grasa y líquido de 60 kilos de peso, dividido en cinco piezas diferentes. Una vez quitado el bulto, los médicos tuvieron que meter en el interior una especie de «ojo de buey» por el que salían las tripas. Para ello reconstruyeron la pared abdominal mediante una malla sintética fijada a los huesos.
Uno de los riesgos de la intervención eran los problemas respiratorios. La mujer tuvo que empezar a respirar con todo el volumen que durante años había tenido en el exterior, sin tiempo a acostumbrarse a ello. VASCO PRESS