Escuela del fuego en Guipuzcoa

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Su Eskola adiestrará en apagar incendios a más de 4.000 personas cada año

Se dirige a profesionales de la extinción, empresas de seguridad, colegios y ciudadanos en general. El edificio se ubica en Ordizia y se está ultimando.
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Jardineros trabajando junto a una de las fachadas. [JOSÉ MARI LÓPEZ]

LOS DATOS

Objetivo: Formación en la lucha contra el fuego. Los cursos se dirigen, entre otros, a profesionales que necesiten reciclaje y adiestramiento permanente, personal de empresas que necesiten una cualificación en emergencias, institutos pesqueros, transportistas, centros escolares y particulares.

Equipamiento: El edificio dispone de dependencias que reproducen garajes, habitaciones o cocinas en las que se practica con fuego real.

Plazos: El edificio estará terminado el próximo mes y operativo a finales de año. Se espera adiestrar anualmente a 4.000 personas.

SAN SEBASTIÁN. DV. Gipuzkoa contará con una instalación de última tecnología y pionera en España para adiestrar a profesionales, ciudadanos en general y escolares en sofocar incendios. La Escuela del Fuego (Su Eskola) se está construyendo en Ordizia, junto al parque de bomberos.

El exterior del edificio ya se ha terminado y se ultiman las dependencias interiores. El próximo mes se iniciarán los ensayos con los complejos equipos técnicos con que estará dotada la instalación. Se espera que esté operativa para finales de año.

La Escuela del Fuego es un proyecto dependiente de la Diputación. Peru Bazako, diputado foral responsable del servicio de extinción de incendios, explica que la ida surgió en la pasada legislatura ante la necesidad de dar un cauce apropiado a la demanda ya existente. «Cada año, más de 2.000 personas pasan por alguno de los ocho parques de bomberos de la Diputación para recibir cursillos sobre extinción de incendios. Con la Escuela del Fuego pretendemos incrementar esta cifra hasta las 4.000 personas».

Su Eskola estará abierta tanto a profesionales como a ciudadanos interesados y centros escolares. Dentro del primer grupo se encuentran desde bomberos que necesiten cursos de reciclaje hasta responsables de seguridad de empresas, miembros de institutos pesqueros, escuelas de conducción o transportistas de materias peligrosas.

Los ciudadanos ajenos a las profesiones relacionadas con las emergencias también podrán acudir organizados en grupos. «Estamos abiertos a cualquier iniciativa. Nada impide que se apunte una asociación de amas de casa interesadas en cómo hacer frente a un incendio que se origine en sus cocinas o grupos de escolares para que sepan actuar ante una emergencia».

El edificio (1.117 metros cuadrados) y las instalaciones técnicas tienen un presupuesto de 3 millones de euros. Ha sido diseñado por la empresa francesa Ifopse, especializada en este tipo de equipamientos. Esta firma ha construido centros similares en París y Lyon. Ifopse ganó el concurso público convocado por la Diputación.

El equipamiento se divide en tres edificios interconectados. Están destinados a la logística, a la instrucción con gas y a la enseñanza con fuel.

El primero ofrece, entre otros servicios, la sala de recepción, las naves de almacenamiento del material que usen los cursillistas y la aulas.

Situaciones casi reales

Las prácticas se realizarán en los otros dos edificios. La principal característica de ambos reside en que disponen de dependencias que permiten a los cursillistas enfrentarse a incendios en situaciones que se aproximan al máximo a la realidad.

Así, se dispone de un garaje con un coche calcinado en su interior, un dormitorio con su cama y sillón (ambos de chapa para evitar su destrucción), una cocina (con mesa y sillas también de chapa). Es decir, se han reproducido habitaciones existentes en todos los domicilios, con sus muebles incluidos, para que los alumnos sepan reaccionar correctamente en el caso de tener que enfrentarse a un siniestro real.

En otros casos, las instalaciones disponen de paredes verticales de gran altura, para asemejarse a pabellones industriales, almacenes o sentinas de barcos. También se realizarán prácticas en salas de cuadros eléctricos, galerías, depósitos...

El fuego, bien producido por gas (humo más limpio) o fuel (más sucio), se inyectará en los locales citados. Los cursillistas, equipados con el material pertinente, entrarán en esas habitaciones envueltas en llamas y humo con el fin de apagar el incendio. Las prácticas, por tanto, reproducen con total rigor las situaciones de calor, falta de visibilidad y espacios cerrados que se dan en los siniestros reales.

Bazako subraya que la seguridad de las personas que participen en los cursos está garantizada al máximo. «Se dispone de una sala de control que registra todos los parámetros de calor, humos... Si se produjera el más mínimo incidente, se corta inmediatamente el suministro de combustible».

Todas estas dependencias están revestidas de paneles de hormigón y acero, con el fin de que puedan resistir las altísimas temperaturas que tendrán que soportar una y otra vez.

Rescate en ascensores

Adosado al exterior del edificio se ha construido una torre que albergará en su interior un ascensor en el que se simularán rescates en estas instalaciones.

También se dispone de una zona separada del inmueble en la que se realizarán prácticas de recogida de material peligroso derramado por camiones o en la cubierta de barcos, así como la extinción de incendios que puedan darse en esas circunstancias
 
Está bien eso de "luchar". Siempre es lo mismo: se sustituye la palabra enseñar por luchar. Así no se va ninguna parte. El fuego no es ni malo ni bueno. Es un elemento necesario para la vida que unos humanos soberbios pretenden luchar. Es como luchar contra el oxígeno, luchar contra el agua, luchar contra el suelo....Nunca aparece la palabra enseñar, aprender, intercambiar, formar, conocer su uso..... En fin, algun día se modificará la tradición.

En una escuela no se debería enseñar a luchar, sino a convivir. Así nos luce el pelo cultural.

Saludos

Joseba I. Lugaresaresti
 
joseba imanol lugaresaresti dijo:
Está bien eso de "luchar". Siempre es lo mismo: se sustituye la palabra enseñar por luchar. Así no se va ninguna parte. El fuego no es ni malo ni bueno. Es un elemento necesario para la vida que unos humanos soberbios pretenden luchar. Es como luchar contra el oxígeno, luchar contra el agua, luchar contra el suelo....Nunca aparece la palabra enseñar, aprender, intercambiar, formar, conocer su uso..... En fin, algun día se modificará la tradición.

En una escuela no se debería enseñar a luchar, sino a convivir. Así nos luce el pelo cultural.

Saludos

Joseba I. Lugaresaresti

Bueno, no se trata de vivir en la epoca prehistorica o medieval, y en la actualidad se precisa que ese fuego este bajo control, y en el caso de escaparse del mismo, aprender a controlarlo o extinguirlo, por el bien de las personas.
 
Por supuesto que lo que falta es una educación desde niños, con respecto al fuego, accidentes, primeros axulios, etc... pero eso es una utopia.
 
Sí, pero una necesidad. No solo con el fuego, sino también con la seguridad. En este país hemos entrado en una orla de prohibicionismo que no me gusta nada. Todo aquello que alguien o algo considera un peligro para la sociedad, la salud, la convivencia, inmediatamente es legislado. No estoy en contra de que así se haga, sino cómo se aplica. Por ejemplo, el actual Reglamento de Explosivos ahoga a un sector como el de la Pirotecnia que representa muchos millones de Euros de facturación y unos cuantos miles de puestos de trabajo legales en toda España. Si trasladamos a la sociedad mensajes equivocados como que un petardo es peligroso, o que los cohetes pirotécnicos son utilizados como medio para provocar incendios forestales, ya tenemos la prohibición. Hay que censurar y si procede castigar, los malos usos, nunca el objeto, y me parece que la actual situación tiende a prohibir los objetos y nunca las consecuencias de su uso delictivo. También hay mucha hipocresía y dos varas de medir en esto: puesto que si un pirómano es pillado in fraganti en el monte abordo de un 4x4 portando una caja de cerillas, una lata de gasolina y un manojo de cohetes pirotécnicos, la pregunta es: por qué no se prohiben las cerillas, los coches y los mecheros.

Es una cuestión de educación. No se puede luchar contra el fuego; hay que luchar contra la ignorancia y la maldad, pero nunca prohibiendo. Y mucho menos cuando se trata de actividades mercantiles perfectamente legales.

Saludos, Hacha y al resto del Foro.
 
Cómo enfrentarse a una sartén en llamas o a un barco que empieza a arder. De lo pequeño a lo gigante. De lo doméstico a lo profesional. Este es el objetivo de Su Eskola (Escuela del Fuego), un moderno equipamiento inaugurado ayer en Ordizia por el diputado general, Joxe Joan Gonzalez de Txabarri.

La iniciativa surgió ante la demanda social. Cada año 2.000 personas acuden a los parques de bomberos para recibir cursillos sobre cómo enfrentarse al fuego. Partiendo de esta base, la Diputación estudió la posibilidad de dotar a Gipuzkoa de unas instalaciones proyectadas específicamente para enseñar a luchar contra el fuego a profesionales y a otro tipo de colectivos.

El resultado ha sido Su Eskola, un moderno complejo de alta tecnología situado en una parcela de 1.117 metros cuadrados, junto al parque de bomberos de Ordizia. Su construcción ha tenido un coste de 3.182.000 euros y las obras han durado doce meses.

La Escuela del Fuego está formada por tres edificios interconectados, una torre de maniobras y una plataforma exterior.

La parte más llamativa está constituida por los edificios de instrucción de gas y de fuel. El primero se destinará especialmente a adiestrar a ciudadanos interesados en la prevención, pero que no tengan una relación profesional con la extinción de incendios. En este grupo pueden entrar desde amas de casa hasta comerciantes, pasando por grupos de escolares o particulares.

El edificio de instrucción de gas dispone de dependencias que reproducen un garaje, una oficina, un dormitorio, un comedor y una cocina. Los muebles (mesas, sofás, camas, sillas...) son de hierro y cuentan con espitas de gas para darles fuego.

Será en estos escenarios donde se realizarán las prácticas, después de haber recibido una breve explicación teórica. Los ciudadanos entrarán en las habitaciones indicadas acompañados por un monitor. Desde la sala de control se encenderán los fuegos y los participantes en la clase procederán a apagarlos, enfrentándose a una situación de llamas, humo y calor exactamente igual que si el suceso fuera real.

Seguridad máxima

Los responsables de Su Eskola subrayan que el proceso dispone de las mayores garantías de seguridad. Cada grupo irá acompañado por dos monitores, el que entra en la habitación con el grupo y otro que se quedará fuera. Además, desde la sala de control se visualiza la habitación y desde ella se pueden sofocar las llamas al instante.

El edificio de instrucción de fuel está dirigido preferentemente a los profesionales. En éste el humo que se genera es más negro que en la sala de gas. Los escenarios existentes son un almacén, talleres y un sótano.

La torre de maniobras dispondrá en el futuro de un ascensor para efectuar prácticas de rescate en los mismos. En la explanada exterior se pueden simular distintos tipos de fuego, como el provocado por el derrame de un líquido inflamable o el que se origine en una tubería de grandes dimensiones como las existentes en barcos o en empresas químicas.

Diseño francés

Jotxu Romero, director de Calidad, explicó que el diseño de Su Eskola ha sido realizado por la empresa francesa Ifopse, firma que ha realizado centros similares en París y Lyon. Romero señaló que este último «es el mejor de Europa, pero creo que lo hemos superado. Desde luego, es pionero en el Estado».

Romero explicó que la apertura de Su Eskola se realizará de forma gradual. «Queremos que la oferta se adecúe a la demanda. Durante tres o cuatro meses nos reuniremos con profesionales, empresas, voluntarios y otros servicios forales para analizar qué tipo de oferta formativa ofrecer».

Txabarri señaló que Su Eskola responde a una demanda social y que se inscribe en el proyecto Gipuzkoa Hiria. «Tenemos que estar orgullosos. Es uno de los servicios punteros de Europa en este campo. Dicen que soy un sobrado -señaló- pero me pregunto qué dirían en Bilbao si tuvieran un edificio de este tipo. A veces -concluyó el diputado general- hay que estimular el amor propio de una sociedad que no quiere verse a sí misma como es».

Las personas interesadas en conocer Su Eskola pueden llamar al teléfono 943-08-80-51
 
LOS DATOS
Objetivo: Adiestrar a profesionales y a ciudadanos interesados en la extinción de incendios.

Instalaciones: Tres edificios con salas que reproducen fielmente una oficina, dormitorio o cocina para realizar las prácticas.

Ubicación: Está en Ordizia, junto al parque de bomberos.

Contacto: Teléfono 943 08 80 51. Sueskola.net

La Escuela del Fuego está abierta a profesionales y a cualquier tipo de colectivo ciudadano: amas de casa, colegios, comerciantes... José Luis Ugarte, jefe foral de Bomberos, afirma que la instalación responde a una necesidad social.



- ¿Por qué se ha creado la Escuela del Fuego?

- Hay colectivos que necesitan tener conocimientos de cómo actuar contra un fuego: responsables de seguridad en empresas, comerciantes, conductores de camiones de mercancías peligrosas o profesores de autoescuelas, entre otros. La Escuela Marítimo Pesquera de Pasajes cuando tiene que habilitar títulos de patrones requiere este tipo de prácticas. Todos estos colectivos han venido recibiendo durante estos años cursillos en los parques de bomberos distribuidos por el territorio. Entre 2.000 y 2.500 personas pasan cada año por nuestros parques.

- ¿Por qué no se ha seguido utilizando estos parques?

- Los parques hace años se encontraban en el extrarradio de los municipios, pero el desarrollo urbano ha hecho que ahora estén dentro. Las prácticas se hacían de manera sencilla, en el exterior de las instalaciones. El resultado era que se generaba humo, espumas y otras molestias para los vecinos. De ahí que comenzáramos a desarrollar un proyecto para seguir ofreciendo lo mismo, pero de una manera más estructurada.

- ¿Han seguido algún ejemplo?

- Visitamos instalaciones en diversos lugares de Alemania, Francia, Bélgica, Holanda y de la Marina española en El Ferrol. Descubrimos que en este mundo de la formación, los grandes polígonos americanos que usan las petroleras de Texas están en desuso por razones medioambientales y, además, son poco eficaces. Las instalaciones europeas son pequeñas y pensadas para fuegos no muy potentes, pero confinados en espacios reducidos y en la práctica más próximos a la realidad. Casi todos los incendios peligrosos de Gipuzkoa se generan en cocinas, talleres y fundiciones.

- ¿A qué colectivos se dirige la Su Eskola?

- Desde un punto de vista cualitativo, a bomberos profesionales y voluntarios, así como personal de empresas que se dedican a estos temas. En lo cuantitativo, a cualquier ciudadano, como las amas de casa, que muchas veces se tienen que enfrentar a que la sartén se les prenda fuego y éste coja la campana extractora, formándose un follón tremendo en las cocinas. En resumen, la escuela es un sitio de entrenamiento para prevenir incendios.

- Las prácticas son a la carta.

- Así es. En un mismo escenario puedo enseñar a un ama de casa a apagar un pequeño fuego o volver loco al bombero más experimentado.
 
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