JORGE SECO
e-mergencista experimentado
http://www.lavozdegalicia.es/inicio/noticia.jsp?CAT=39094&TEXTO=5019369
Navarra pone la mano en el fuego.
El GPS es una herramienta casi tan importante como la manguera para las brigadas que llegan para ayudar desde?los puntos más diversos
Iñaki Arrieta ayudó el año pasado a apagar los montes de Verín. Pero lo de esta vez no tiene nada que ver. «Esto es descomunal, es una pasada», dice el suboficial, que comanda la expedición de bomberos navarros desplazados para ayudar en el desastre forestal. Tras una jornada interminable luchando contra el fuego que arruinaba los montes de Isorna, en Rianxo, el tiempo de descanso en la base de Sergude (Boqueixón) apenas sabe a nada.
A primera hora de la tarde, el dispositivo se pone de nuevo en marcha. Esta vez el destino es el monte de Guiende, en el municipio coruñés de Lousame. Si orientarse en la telaraña de carreteras, pistas y caminos de Galicia no es fácil ni para un gallego, llegar es, para los navarros, lo más complicado. Para los contingentes que vienen de fuera, el navegador GPS se ha convertido estos días en una herramienta que vale su peso en oro.
En la carretera, varios motoristas saludan a la caravana foral haciendo con los dedos la V de la victoria. «La gente es una maravilla, no sé si es que hemos tenido suerte o si sois todos así», dice Iñaki. Todos, menos los que prenden.
Los vecinos completan de viva voz las instrucciones que no da el GPS. «¡Á dereita!». En Guiende, los compañeros de Castilla y León ya están metidos en harina. Hay tres focos en la misma zona y, si algo sobra, es trabajo para todos.
No muy lejos se encuentran bomberos de Cádiz, en el área de San Xoán de Lousame; de la Comunidad de Madrid; de cualquier parte donde haya cuerpo de bomberos.
El equipo de Iñaki lo completan Josemi Larrea, Juantxo Cisneros, Mintxo Ilundáin, Jesús Zazpe, David Ruiz de las Heras, Javier Ayarra, Sergio Chasco, Teodoro Vertedor, Santi Andueza, Pablo Bericart, Fernando Belzunce, Juan María Negredo y una de las dos únicas mujeres bombero de Navarra, Mari Carmen Iriarte. Pero aquí da igual si el apellido es navarro o ruso, porque todo el mundo lucha del mismo lado.
**«Hay una cosa que no nos cuadra -dice uno- lo bien que nos tratan y lo que está ocurriendo aquí con el fuego». No le cuadra a nadie. Mientras se preparan para intervenir, recuerdan que en Isorna, cuando terminaron de madrugada, los vecinos sacaron empanada y albariño y los trataron como a unos hijos. **
Todos a una quieren hacer una mención especial a alguien que, estos días, se ha convertido en un padre y en una madre: Jaime, del Centro de Formación e Experimentación Agraria de Sergude. «Nos mima, nos tiene comida caliente aunque lleguemos a las cuatro de la madrugada, es increíble», explican.
El equipo será relevado hoy por otro contingente, capitaneado esta vez por Patxi Baldanta y Fernando Alli. «Ojalá no tengamos que volver nunca por algo así», dice alguien.
Navarra pone la mano en el fuego.
El GPS es una herramienta casi tan importante como la manguera para las brigadas que llegan para ayudar desde?los puntos más diversos
Iñaki Arrieta ayudó el año pasado a apagar los montes de Verín. Pero lo de esta vez no tiene nada que ver. «Esto es descomunal, es una pasada», dice el suboficial, que comanda la expedición de bomberos navarros desplazados para ayudar en el desastre forestal. Tras una jornada interminable luchando contra el fuego que arruinaba los montes de Isorna, en Rianxo, el tiempo de descanso en la base de Sergude (Boqueixón) apenas sabe a nada.
A primera hora de la tarde, el dispositivo se pone de nuevo en marcha. Esta vez el destino es el monte de Guiende, en el municipio coruñés de Lousame. Si orientarse en la telaraña de carreteras, pistas y caminos de Galicia no es fácil ni para un gallego, llegar es, para los navarros, lo más complicado. Para los contingentes que vienen de fuera, el navegador GPS se ha convertido estos días en una herramienta que vale su peso en oro.
En la carretera, varios motoristas saludan a la caravana foral haciendo con los dedos la V de la victoria. «La gente es una maravilla, no sé si es que hemos tenido suerte o si sois todos así», dice Iñaki. Todos, menos los que prenden.
Los vecinos completan de viva voz las instrucciones que no da el GPS. «¡Á dereita!». En Guiende, los compañeros de Castilla y León ya están metidos en harina. Hay tres focos en la misma zona y, si algo sobra, es trabajo para todos.
No muy lejos se encuentran bomberos de Cádiz, en el área de San Xoán de Lousame; de la Comunidad de Madrid; de cualquier parte donde haya cuerpo de bomberos.
El equipo de Iñaki lo completan Josemi Larrea, Juantxo Cisneros, Mintxo Ilundáin, Jesús Zazpe, David Ruiz de las Heras, Javier Ayarra, Sergio Chasco, Teodoro Vertedor, Santi Andueza, Pablo Bericart, Fernando Belzunce, Juan María Negredo y una de las dos únicas mujeres bombero de Navarra, Mari Carmen Iriarte. Pero aquí da igual si el apellido es navarro o ruso, porque todo el mundo lucha del mismo lado.
**«Hay una cosa que no nos cuadra -dice uno- lo bien que nos tratan y lo que está ocurriendo aquí con el fuego». No le cuadra a nadie. Mientras se preparan para intervenir, recuerdan que en Isorna, cuando terminaron de madrugada, los vecinos sacaron empanada y albariño y los trataron como a unos hijos. **
Todos a una quieren hacer una mención especial a alguien que, estos días, se ha convertido en un padre y en una madre: Jaime, del Centro de Formación e Experimentación Agraria de Sergude. «Nos mima, nos tiene comida caliente aunque lleguemos a las cuatro de la madrugada, es increíble», explican.
El equipo será relevado hoy por otro contingente, capitaneado esta vez por Patxi Baldanta y Fernando Alli. «Ojalá no tengamos que volver nunca por algo así», dice alguien.
