JORGE SECO
e-mergencista experimentado
El fútbol es un deporte que moviliza masas, pero los goles del Real Madrid del pasado miércoles por la noche fueron capaces incluso de poner en marcha un operativo completo de Salvamento Marítimo en la ría de Pontevedra ante el temor de que hubiese un barco con problemas. Al final se trataba de una celebración de los goles del equipo blanco con las luces de aviso de peligro de los buques pesqueros. Una broma de mal gusto, según fuentes del sector y de algunos de los medios movilizados.
Todo comenzó cuando un conductor que circulaba entre Marín y Pontevedra observó, a las 22.20 horas, cómo en el cielo de la noche brillaban dos bengalas rojas procedentes del lado del mar. Para los marineros esa es la señal inequívoca de que una embarcación está teniendo problemas o que hay un naufragio.
No sería la primera vez que hay un accidente en las aparentemente tranquilas aguas del fondo de la ría junto a la isla de Tambo y la punta de Os Praceres, por lo que el conductor, temiéndose lo peor, prefirió avisar al 112.
El servicio de emergencias activó todos los medios disponibles en la zona, siguiendo el protocolo habitual en esos casos. «Al no tener la certeza de que se trataba de una falsa alarma, había que hacer todo lo posible por saber qué pasaba», explicó una de las personas relacionadas con el operativo.
Amplio despliegue
El helicóptero de los Guardacostas Pesca 1, que se encontraba en la comarca haciendo pruebas de vuelo, se desvió de su ruta y barrió con sus focos la ría entre Marín, la isla de Tambo y la playa de Lourizán. La lancha de Salvamento Ibaizabal III partió de Marín y sondeó la ría. Lo mismo hizo la embarcación del SVA y la Guardia Civil del Mar, con base también en el puerto marinense. La Escuela Naval Militar, las policías locales y nacionales de Marín y Pontevedra, y los barcos que estaban faenando en la zona también tomaron parte. Todo para buscar un barco en peligro que no existía.
Fue precisamente uno de los pesqueros el que descubrió lo que pasaba. Cuando el Madrid metió otro gol en la portería azulgrana, se vio otra bengala roja surcando el cielo, pero no desde el mar, sino desde la playa del varadero de Os Praceres. Se trata de un punto que a cualquier conductor desde la PO-551, como el que alertó al 112, le parecería que se trataba de un incidente en el mar.
Agentes de la Policía Local de Pontevedra y de la Guardia Civil también fueron testigos de esta tercera bengala roja cuando se encontraban en la plaza de Os Praceres. Este doble testimonio y el hecho de la coincidencia entre cada gol y los lanzamientos confirmó a todos que se trataba de una falsa alarma.
Dispuestos a encontrar a los responsables de la celebración de dudoso gusto, los agentes acudieron al varadero, pero no consiguieron encontrar a los forofos blancos, que se replegaron de la playa en cuanto sintieron los coches. Un portavoz de la Policía Local de Pontevedra especulaba ayer con que se tratase de bengalas viejas, por lo que el autor de la extraña celebración podría ser un marinero.
Todo comenzó cuando un conductor que circulaba entre Marín y Pontevedra observó, a las 22.20 horas, cómo en el cielo de la noche brillaban dos bengalas rojas procedentes del lado del mar. Para los marineros esa es la señal inequívoca de que una embarcación está teniendo problemas o que hay un naufragio.
No sería la primera vez que hay un accidente en las aparentemente tranquilas aguas del fondo de la ría junto a la isla de Tambo y la punta de Os Praceres, por lo que el conductor, temiéndose lo peor, prefirió avisar al 112.
El servicio de emergencias activó todos los medios disponibles en la zona, siguiendo el protocolo habitual en esos casos. «Al no tener la certeza de que se trataba de una falsa alarma, había que hacer todo lo posible por saber qué pasaba», explicó una de las personas relacionadas con el operativo.
Amplio despliegue
El helicóptero de los Guardacostas Pesca 1, que se encontraba en la comarca haciendo pruebas de vuelo, se desvió de su ruta y barrió con sus focos la ría entre Marín, la isla de Tambo y la playa de Lourizán. La lancha de Salvamento Ibaizabal III partió de Marín y sondeó la ría. Lo mismo hizo la embarcación del SVA y la Guardia Civil del Mar, con base también en el puerto marinense. La Escuela Naval Militar, las policías locales y nacionales de Marín y Pontevedra, y los barcos que estaban faenando en la zona también tomaron parte. Todo para buscar un barco en peligro que no existía.
Fue precisamente uno de los pesqueros el que descubrió lo que pasaba. Cuando el Madrid metió otro gol en la portería azulgrana, se vio otra bengala roja surcando el cielo, pero no desde el mar, sino desde la playa del varadero de Os Praceres. Se trata de un punto que a cualquier conductor desde la PO-551, como el que alertó al 112, le parecería que se trataba de un incidente en el mar.
Agentes de la Policía Local de Pontevedra y de la Guardia Civil también fueron testigos de esta tercera bengala roja cuando se encontraban en la plaza de Os Praceres. Este doble testimonio y el hecho de la coincidencia entre cada gol y los lanzamientos confirmó a todos que se trataba de una falsa alarma.
Dispuestos a encontrar a los responsables de la celebración de dudoso gusto, los agentes acudieron al varadero, pero no consiguieron encontrar a los forofos blancos, que se replegaron de la playa en cuanto sintieron los coches. Un portavoz de la Policía Local de Pontevedra especulaba ayer con que se tratase de bengalas viejas, por lo que el autor de la extraña celebración podría ser un marinero.
